Serie de Harry Potter 142/199: «La casa de los Gaunt»

Y llegamos al capitulo número 142 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 días estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capítulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El día de hoy es el turno para el capitulo número 142 de la Serie de Harry Potter.

Harry Potter y el Príncipe Mestizo

Capítulo 10: La casa de los Gaunt

Durante las subsiguientes clases de Pociones, Harry sigue aplicando las recomendaciones del Príncipe Mestizo, lo que le gana grandes alabanzas de parte del profesor Slughorn. Si bien Harry les ofrece a sus amigos compartir el libro, Ron es incapaz de descrifrar la letra del Príncipe y Hermione se rehúsa a apartarse de las «instrucciones oficiales», como ella las llama. Hermione opina que el Príncipe podría ser una chica, pero Harry lo considera improbable.

Cuando llega el sábado, Harry se dirige a la oficina de Dumbledore -cruzándose en el camino con una profesora Trelawney un poco borracha- y tiene su primera clase privada con el director. Dumbledore le dice que ahora que conoce el contenido de la profecía, debe también tener acceso a más datos y a las conjeturas que el anciano mago ha elaborado en base a ellos. No obstante, Dumbledore le advierte que esas conjeturas podrían ser erróneas. Sin falsa modestia, el director dice que cómo él es más inteligente que la mayoría de las personas, sus errores suelen ser más catastróficos. Harry pregunta si la información que está a punto de compartir con él se relaciona con la profecía y si lo ayudará a sobrevivir, y Dumbledore responde que sí.

El director extrae su Pensadero y un frasco que, según le dice a Harry, contiene los recuerdos de Bob Ogden, un funcionario del Departamento de Seguridad Mágica fallecido años atrás. Harry y Dumbledore lo examinarán juntos. Cuando entran al Pensadero, director y alumno se hallan en medio de un camino rural rodeado de setos. Bob Ogden, un mago bajito, regordete y de grandes anteojos, viaja a pie en dirección al pueblo de Pequeño Hangleton, pero antes de llegar a la población propiamente dicha se desvía y se aproxima a una ruinosa casa. A primera vista parece deshabitada, pero la puerta se abre y sale de su interior un mago vestido de harapos, bizco, con el cabello enmarañado y varios dientes faltantes, que le dice a Ogden que su presencia no les es grata. Harry entiende a la perfección sus palabras, pero Ogden no, y Dumbledore le explica que eso se debe a que el habitante de la casa está hablando en pársel. El mago harapiento termina lanzándole un hechizo a Ogden que hace que su nariz secrete una sustancia amarillenta y pegajosa. En ese momento sale otro mago, más viejo, bajo y fornido que el anterior, a quien llama Morfin. El nuevo personaje es identificado como el señor Gaunt, y deja entrar a Ogden de muy mala casa en su hogar.

En el interior de la vivienda, Ogden se encuentra con una chica de aspecto triste y descuidado, a quien el señor Gaunt presenta como su hija Mérope. Ogden decide ir al grano y le explica a Gaunt que su vivista se debe a que su hijo Morfin realizó magia delante de un muggle, y en ese momento Mérope deja caer una de las ollas que estaba guardando. La chica la levanta del suelo con las manos, y cuando Gaunt se burla de ella por no usar su varita, la olla se le vuelve a caer. Mérope intenta recogerla con su varita, pero el hechizo solo empeora las cosas, haciendo que la olla se rompa. Ogden le arregla con un Reparo, y Gaunt reprime su ira y se burla de su hija llamándola «squib». Tras ese incidente, Odgen continúa hablando sobre el incidente entre Morfin y el muggle. Gaunt resta importancia al ataque de Morfin, diciendo que estaba simplemente «dándole su merecido» al muggle, pero Ogden no opina lo mismo, y le entrega un citatorio oficial para una audiencia del Wizengamot. Esto es la gota que desborda el vaso para Gaunt, quien le muestra el anillo de su familia, que tiene una piedra negra con el escudo de la familia Peverell grabado en ella. También le muestra un relicario que pende del cuello de Mérope, y que según Gaunt es de Salazar Slytherin. Él y sus hijos, dice Gaunt, son los últimos descendientes del fundador de Hogwarts, y Ogden no es nadie para obligarlos a hacer nada. Ogden no se impresiona ante el linaje de los Gaunt y dice que él está allí porque su hijo cometió una violación a las leyes mágicas y debe ser castigado.

En ese momento se escucha la llegada de dos caballos al frente de la casa de los Gaunt. Uno de los jinetes, una mujer, le pregunta a su compañero, a quien llama Tom, por qué su padre no ha tirado abajo esa horrible casa, y Tom dice que el dueño de la vivienda no es su padre sino «un viejo vagabundo llamado Gaunt, y sus hijos». Tom dice que el hijo de Gaunt está loco, y la serpiente clavada en la puerta de la casa no hace más que confirmar esa teoría a ojos de la mujer, Cecilia; Tom le aconseja apartar la vista de la serpiente, llamándola «querida». La conversación de los dos muggles es escuchada a la perfección por los Gaunt y por Ogden. Morfin se burla de Mérope diciéndole que Tom no le habría prestado atención, pues ya tiene una novia. Gaunt, ignorante de la situación, hace que su hijo le explique el significado de sus palabras, y Morfin dice que descubrió a Mérope espiando a Tom en varias ocasiones. Furioso, Gaunt intenta estrangular a Mérope, y Ogden interviene en su defensa. Morfin y su padre lo expulsan a la fuerza de su hogar, y Dumbledore le dice a Harry que ha llegado el momento de irse.

Una vez de vuelta en su despacho, Dumbledore continúa relatándole él mismo los sucesos acontecidos en Pequeño Hangleton. Ogden regresó al hogar de los Gaunt con refuerzos y arrestó a padre e hijo. Dumbledore cuenta que Morfin recibió tres años de condena en Azkaban por agredir a Tom, mientras que a Sorvolo lo condenaron a seis meses. A Harry no se le pasa por alto el detalle del nombre de pila del señor Gaunt, y Dumbledore confirma que el viejo era abuelo de Lord Voldemort. Mérope, por su parte, era su madre y el muggle de quien ella estaba enamorada era Tom Ryddle, su padre. Cuando su padre y su hermano fueron enviados a Azkaban, Mérope se vio libre de su agobiante tutela y pudo desarrollar sus poderes mágicos. Mérope consiguió seducir a Ryddle mediante una poción de amor, que probablemente le dio aprovechando una de sus frecuentes cabalgatas por los alrededores de su casa, y la bruja y el muggle huyeron a Londres juntos. Al volver de Azkaban, Sorvolo Gaunt se sintió tan furioso y avergonzado por la conducta de su hija que jamás volvió a mencionarla en su vida, y murió al poco tiempo.

En cuanto a Mérope, a los pocos meses fue abandonada por Ryddle, quién volvió a Pequeño Hangleton diciendo que la hija de Sorvolo lo había «seducido y embaucado», pero negándose a dar precisiones, ya que temía que los habitantes del pueblo se rieran de él si decía que Mérope le había dado una poción de amor. Según Dumbledore, lo más probable es que Mérope dejase de darle la poción a Ryddle al quedar embarazada, creyendo que Ryddle se había enamorado realmente de ella o que se quedaría a su lado por el bien del bebé, pero se equivocó.

Dumbledore da por concluida la clase, y Harry le pregunta si puede contarles a Ron y a Hermione lo que ha aprendido hoy, y el director le dice que sí. Antes de marcharse el chico cae en la cuenta de que Dumbledore tiene el anillo de Sorvolo Gaunt. El director le dice que adquirió el anillo pocos días antes de ir a buscarlo a casa de los Dursley, y que fue entonces que se hirió en la mano, pero se niega a dar más información al respecto.

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Autor Cepion

Argentino, nacido en 1986.

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