Perfil: Lord Voldemort

Me parece oportuno cerrar este breve compilado de perfiles, con un personaje que merece toda nuestra atención y reconocimiento. Un personaje sin el cual la obra estaría indudablemente incompleta: Lord Voldemort. En este último perfil quiero agradecer a todos los fans de Harry Potter que han aportado ideas y opiniones a esta sección, enriqueciendo el trabajo a través de diversos puntos de vista.

Dedicado al amigo Recius Snape.

EL COMIENZO

Este título no pasa de ser una mera formalidad, ya que en ningún momento aparece un fundamento claro con respecto a porqué Tom Ryddle decide tomar el lugar del villano más terrible que haya visto el mundo mágico. Si bien es cierto que el pequeño Tom del orfanato, el de los recuerdos de Dumbledore, se mostraba lo suficientemente sospechoso (y esto nos conduce a buscar los motivos en algún episodio de su primera infancia), no encontramos algo satisfactoriamente contundente como para justificar las decisiones que toma el personaje en el futuro. Sabemos que fue desnivelante la actitud de su padre, el rechazo, el significativo acto de abandonar a su madre, aún cuando estaba embarazada. Conocemos también sus grandes habilidades; ese talento del que tantas veces se jacta el personaje. Un talento que hizo crecer su orgullo, su ambición, y también su determinación. Estas habilidades indudablemente innatas, sumadas al odio que desarrolla por su padre, tal vez sean factores de peso para la gestación de este gran déspota mágico, de este genuino psicópata.

Pero desde una óptica global, encontramos más de un personaje en la obra con motivos suficientes como para volverse un peligro en sí mismo; de hecho, Harry Potter podría incluirse en esta categoría sin demasiado esfuerzo. Sin embargo su elección fue radicalmente opuesta. Neville Longbottom se asocia al mismo rango, pero también opta por lo contrario.

¿Hay algo más en la vida de Ryddle que pueda haberlo conducido por un camino de esta naturaleza?

Bueno, es difícil especular con esto, ya que en realidad no contamos con demasiados datos sobre la vida del personaje. El asunto se complica un poco más, cuando vemos en “El Príncipe Mestizo” el recuerdo de Albus Dumbledore, ya que sin caer en juicios definitivos, el pequeño Tom parece llevar colgado un cartel con la leyenda “Señor Oscuro”. Esto es particularmente interesante, ya que de cierta forma nos presenta a un personaje que parece más conducido por el destino que por sus propias decisiones. Si esta impresión es correcta, la obra se revela de una forma distinta; el papel del resto de los personajes también va a estar regido por el mismo principio. Tom Ryddle va a cumplir un papel predeterminado en un universo que así lo requiere. El simple acto de cambiar su nombre por el de Lord Voldemort, se va a convertir en algo mucho más importante, ya que a través de esa nueva identidad es que el personaje va a cumplir con el papel que se le ha asignado.

LORD VOLDEMORT

La magnitud de su cambio no se queda solo en el nombre. Voldemort va a cambiar físicamente, lo cual va a acercarlo explícitamente a una estética más cercana al “mal”. Una nueva imagen va a caracterizar de ahora en adelante al personaje: tez blanca, “rendijas” en lugar de una nariz, voz aguda y sibilante. Si le sumamos su tono suave, su hablar pausado, y la ropa que lleva en las películas, solo le falta música de Black Sabbath de fondo; un personaje realmente inquietante. Este “señor oscuro”, va a causar estragos en el mundo mágico durante el transcurso de la historia. Posiblemente sea el mago más peligroso de todos los tiempos, lo cual es mucho decir. Esta característica se va a plasmar en los actos de Voldemort: asesinatos, torturas, manipulaciones, destrucción, van a componer el modus operandi de un personaje que en teoría aspira el dominio del mundo.

Definitivamente se identifica más con un desquiciado, que con una persona ambiciosa. Los métodos y procedimientos de Lord Voldemort no conocen límites, al punto de provocar perjuicios contra sí mismo. El equilibrio mental del personaje es notoriamente inestable, quizás inexistente; disfruta del acto de quitar la vida a otras personas. O sea, una personificación del mal por demás completa, que de cierta forma no tiene conciencia clara de sus actos.

¿Discutible? Puede ser, pero si vuelvo al punto acerca del destino y lo adjunto a los hechos que se van desarrollando en la saga, puedo concluir sin miedo a equivocarme que no es Lord Voldemort quien “hace el mal”, sino que el mal actúa a través del mismo. El personaje pasa a ser el conductor de todo lo malo, sinónimo de desgracia, terror y miedo. Es el catalizador perfecto para la expresión más caótica, incomprensible y áspera de la vida. Quizás la forma más gráfica y simbólica al mismo tiempo de ver esto, sea apreciar detenidamente la relación de “el que no debe ser nombrado” con sus seguidores. Este irritante grupo de magos a los cuales nos referimos como Mortífagos, se muestra como la antítesis de lo que para Harry son sus amigos, más el Ejército de Dumbledore. Los seguidores y amigos de Potter son guiados, me animo a decir que hasta inspirados, por un sentimiento de lealtad, de lucha, de justicia…. de amor. En el otro bando las cosas son un tanto diferentes; los Mortífagos son inequívocamente inspirados por el miedo, por temor (o mejor dicho, terror) al castigo. El hecho de compartir algunas ideas o conceptos no perturba la esencia de la relación. Voldemort castiga a sus súbditos, a sus servidores, torturándolos cada vez que no cumplen una orden. Mientras la relación de Harry Potter con sus allegados es de amor, amistad y lealtad, la de Voldemort con sus seguidores es de miedo.

Esto nos muestra claramente el papel del personaje en la historia: Tom Ryddle/Voldemort representa fielmente lo malo, lo oscuro, lo sucio, pero de una forma sistemáticamente genérica. Pasan a ser irrelevantes la forma y circunstancias de las causas, ya que no buscamos ahora a un villano que necesite motivos y excusas; buscamos un villano arquetípico, uno que se erija en icono de esa criatura informe que es el mal.

EL MUNDO SOÑADO DEL SR. RYDDLE

¡Qué imagen interesante resulta la un mundo en donde Voldemort tenga el poder absoluto! Podemos imaginar fácilmente una realidad en donde los magos de sangre pura dominan al resto de las criaturas vivientes, sometiendo a muggles y sangre sucia a servirlos por la eternidad. Un mundo en donde Slytherin se levanta por sobre cualquier institución, monopolizando la educación y guía de la totalidad de los jóvenes magos. Un mundo de armonía liderado y moldeado por las talentosas manos de un mago llamado Tom Ryddle.

¿O no?

Tal vez deberíamos reformular esa última frase, ya que en realidad “Ryddle” es un apellido muggle. Debería haber escrito “Lord Voldemort”. Claro, que si me dispongo a hacerlo correría el riesgo de caer en una grosera incongruencia; ¿donde se ha visto al fin y al cabo que un mestizo pregone en favor de la pureza de la raza? Bueno, lamentablemente hay algunos casos históricos que cumplen un patrón similar, y ya veremos alguno de ellos en la nueva columna que haremos a partir de la semana que viene. Pero para no irnos de tema, basta con resaltar lo importante de esta idea: la mayoría de los objetivos de Voldemort son incongruentes, carentes de sentido desde una óptica práctica. Los conceptos de partida del Señor Oscuro quedan bastante en el aire, por no decir que quedan absolutamente fuera de lugar en cualquier idea de un mundo que se jacte de coherente. De hecho, tal vez la mayor incoherencia radique en el divorcio que existe entre las supuestas ideas del personaje y sus posteriores acciones.

Lord Voldemort afirma en un momento de tregua durante la Batalla de Hogwarts, que seguir derramando sangre pura es un desperdicio con el cual el mundo pierde algo realmente valioso. Sin embargo, a medida que leemos los libros, si hay algo que queda claro, es que ya ha matado a magos de sangre pura, que piensa seguir haciéndolo buscando siempre un nuevo motivo, y que disfruta de hacerlo. Un villano de este tipo, primero eliminaría a sus enemigos, luego a la gente que no cumpla con los requisitos que él mismo pide, y cuando estos se acaben y queden solo los sangre pura, empezará con ellos. Incluso este singular mago se permite saltear el orden cada vez que tiene oportunidad, asesinando a todo tipo de seres vivientes sin un orden de prioridad específico. Lo mejor y más irónico de esto, es que detrás de este aparente caos, late una perfecta armonía; no se pueden esperar grandes sorpresas de parte del personaje, sino que podemos apreciar una constante tendencia hacia la destrucción y la aniquilación total.

Este debe ser el rasgo más notorio de Voldemort: un mundo en donde él tome las riendas, iría hacia una destrucción inminente. Y aquí mismo deberíamos detenernos a observar nuevamente, con suficientes elementos el rol del personaje. Tengo la sensación de que J.K.Rowling crea este personaje pensando en un mundo más parecido al mundo muggle que a uno mágico. Tomó todo lo feo, lo vulgar, lo doloroso, y se le adjudicó a un único personaje. Este va a ser el abanderado de este polifacético espectro de defectos, los cuales podemos ver con nuestros propios ojos cada vez que leemos las noticias del día en el periódico. También vale la pena aclarar esto: cuando digo “único personaje”, me refiero directamente a los hechos; si bien los mortífagos cometen todo tipo de atrocidades, Voldemort es el núcleo y el eje de los acontecimientos. Cuando el personaje desaparece después de intentar asesinar a Harry, sus seguidores son rápidamente vencidos.

Este aspecto vinculado a lo imprescindible de Lord Voldemort en esta historia, me hace pensar en dos cosas: primero, en el riesgo que corrió la autora para hacer creíble un villano que termina siendo una mezcla de Stalin, Nerón y Hannibal Lecter juntos, lo cual logra con verdadera maestría. Y segundo, en que tengo que darle la derecha al ya mencionado amigo Recius Snape, el cual afirmaba en alguno de sus jugosos comentarios, que podemos encontrar algunos paralelismos con la obra de J.R.R.Tolkien (la próxima semana vamos a echarle un vistazo más de cerca a este asunto), ya que Voldemort en este caso, aparece como un villano de rasgos similares a Sauron.

EL EQUILIBRIO

Puede resultar tentador en este momento acercarnos a escudriñar en la relación VOLDEMORT – HARRY, sin embargo estoy convencido de que serviría solo para confusiones. Los últimos aspectos que hemos visto de nuestro último personaje van más allá de lo que se puede esperar de una relación de odio. Por eso les propongo tratar este punto no desde el lugar de dos enemigos que quieren matarse mutuamente, sino como el equilibrio de dos fuerzas operando a través de sus respectivos instrumentos de carne y hueso. Independientemente de lo que podamos opinar o sentir con respecto al personaje, o mejor dicho a los personajes, lo medular vive en la visión del mundo que termina compartiendo quien escribe la obra. En este mundo (ya que incluye esta concepción tanto el mundo mágico como el muggle), hay dos fuerzas o energías trabajando incansablemente: el bien y el mal.

La expresión radical del mal, se da a través del personaje de Lord Voldemort, mientras que el bien lo hace a través no solo de Harry, sino también de sus amigos y allegados. Es revelador este detalle: el hecho de que Voldemort sea “El Villano”, mientras el bando de los “buenos” se componga de la suma de virtudes de muchos personajes. Esto puede querer decir muchas cosas, sin duda, pero el mensaje más a la vista es que solo se necesita uno para desestabilizar todo, mientras que se necesita de muchos para equilibrarlo. Hace unos días, una persona mucho más inteligente que yo me dejaba esta reflexión: el mal siempre habla primero; el bien contesta. Esto me hace pensar en que si Voldemort no hubiera intentado matar a Harry, posiblemente las cosas hubieran sido distintas. La maquinaria compuesta por Harry Potter y sus amigos, el Ejército de Dumbledore, los profesores de Hogwarts y vecinos de Hogsmeade, criaturas varias y la Orden del Fénix, se pone en movimiento (cada uno a su tiempo) en respuesta a una amenaza. Voldemort intenta asesinar varias veces a Harry, y en ninguno de estos intentos lo logra. Este detalle da que pensar. Lo intenta en diversos lugares, momentos y circunstancias. Con distintas varitas, con el cuerpo de otro, con un basilisco… y nada funcionó.

Me parece oportuno afirmar que Harry no es mejor mago que Voldemort, y que probablemente nunca lo será. Sin embargo, todos esos infructuosos intentos de asesinato hablan de algo, que obviamente no están vinculados a la habilidad de los magos. En realidad lo que expresan va más allá de estos, va hacia el significado de la frase que compartía con ustedes más atrás. El equilibrio entre fuerzas está presente todo el tiempo en esta obra, y las consecuencias de esta lucha son independientes de la voluntad de los magos. Participan en una contienda que se desarrolla desde el principio de los tiempos, en donde no existe lugar para decisiones personales. Al igual que nosotros en este mundo, que luchamos por lo que creemos correcto, sin dejar de ser solamente peones.

¿Porqué importa esto en el perfil de Voldemort?

Buena pregunta. El hecho de que el Señor Oscuro se presente en realidad como una contingencia en este mundo, habla mucho acerca de la obra y de los mensajes que en la misma se impregnan. Sería bastante justo decir que esta obra se acerca a una definición más clara a través del personaje de Voldemort que del personaje de Harry. Las virtudes y defectos plasmados en el segundo muestran el aspecto más humano de la historia, mientras que el carácter de Lord Voldemort nos invita a pensar en algo más espiritual, más etéreo, y no por eso menos real. La obra muestra al mundo tal y como es, solo que con la salvedad de que el único gran villano es quien acapara todo lo que podemos llamar negativo. La autora nos regala una ventana a varios aspectos complejos de la vida, determinantes en el funcionamiento del mundo, pero de una forma alegórica, de una forma simbólica. Voldemort es el personaje que contiene más tonalidades abstractas…. habla del caos, del mal como concepto primigenio, de la tragedia, del mundo.

Esta hermosa historia fantástica de Rowling, define la existencia entre los límites del blanco y del negro. Expone sin piedad desde lo más claro hasta lo más oscuro, dejando en evidencia que todos y cada uno de nosotros vive en una fluctuación constante entre ambos colores. El hecho de que este personaje sea llevado al límite, solo nos recuerda que podemos llegar tan arriba como abajo, que los límites están presentes en cada cosa que vemos. Nos define a todos los seres humanos como parte activa de un sistema, el cual presenta todas las tonalidades posibles en el medio.

La relación de equilibrio HARRY – VOLDEMORT es un certero reflejo de todo lo que compone a un ser humano.

Por dudas o consultas, escribir a lemmyandco@hotmail.com

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