Potter en el Foco: La Experiencia ‘Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte I’ en el IMAX

He tenido la oportunidad de experimentar el espectáculo fílmico de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 1 en el formato IMAX, aquel cuyo cine cuyas dimensiones son enormes y su sonido digital es altamente envolvente.

La pantalla IMAX normal es diez veces más grande que la del formato convencional 35mm, van más allá de la visión periférica de uno dando la impresión de estar en el centro de la acción. En mi país la pantalla tiene unos 20 metros (7 pisos de altura) por unos 26 metros de ancho. Los proyectores IMAX son los más avanzados construídos, reproducen imágenes muy claras. Su sonido es tres veces superior al Dolby Sorround.

He visto varias películas y documentales en estas pantallas. Con respecto a la serie de Harry Potter, mi experiencia previa fue con La Orden del Fénix, la cual contaba con sus 20 minutos finales en tercera dimensión. En el caso de la primera parte de la Las Reliquias de la Muerte, como saben, no hay escenas 3D debido a la decisión de los realizadores, la cual agradezco puesto que no soy admirador del mismo: le veo más desaciertos que aciertos. Uno de los más notables es que al colocarse los anteojos específicos la pantalla se tiñe de negro quitandole el color al film, lo cual veo innecesario. Bueno, en este post hablaré de los aspectos que se disfrutan más viendo la cinta en este formato, ya que tuve la oportunidad de disfrutarla tanto en el mismo como en el convencional.

En príncipio, destaco que la escenas de acción se viven como en ningún momento. En ningún otro lugar vas a disfrutar de la película en sí como lo haces aquí. Todos los aspectos cinematográficos de la misma se resaltan y hacen que la vivas con mucha intensidad. En mi caso, disfrute muchísimo más de la escena del vuelo de los «7 Potters», en la cual se nota como nunca la calidad de los efectos especiales. La escena se convierte en una viaje vertiginoso en donde el potente sonido lo hace más intenso. Otra escena de accíon que se disfruta mucho más es la de la persecución de los carroñeros al trío en el bosque; si ya es desconcertante gracias al movimiento de cámaras en un cine común, imagínate aquí. A diferencia de un cine convencional, aquí estás esperando con mucho más fanatismo las escenas de accíon: estás deseando que los mortífagos lleguen a la casa de los Lovegood, que aparezca la marioneta de Dumbledore o que el horcrux vuele a Harry y Ron.

También en el IMAX se disfrutan mucho más las vistas panorámicas. Si el film en su gran parte pretende mostrarte la soledad y nulidad del trío frente a aquel mundo tan grande que ya no es más el cálido Hogwarts, aquí se lo logra al grado de la perfección. Con esta pantalla los escenarios naturales que se muestran a lo largo de la cinta se aprecian en todo su esplendor, y aquellos planos abarcativos se disfrutan mucho más. Resalto el de la carpa vista desde una gran altura con el sonido agudo del horcrux de fondo y el de cuando Harry llega al bosque tras la huida del Ministerio de Magia con aquel efecto de los árboles.

Otro gran detalle que se nota a partir de la experiencia IMAX es, como nombré en la presentación, el sonido. Yo, fanático del sonido fuerte, del alto volumen, en el cine convencional me parecía que era demasiado bajo para mi gusto (acostumbrado a disfrutarlas a todo volumen en mi hogar), y aquí encontré nuevamente lo que deseaba. No sólo el sonido es fuerte en las escenas de acción, sino en toda la película, incluso en las escenas dramáticas en donde también es muy importante. Además, se pueden escuchar fragmentos de música que no se aprecian a simple oído: había escenas que en una primera impresión no les aprecié la leve música de fondo, y aquí sí.

Todo parece perfecto, pero hay una gran deuda por parte del IMAX. A mi no me gusta ir a ver los films de Harry Potter doblados al español, eligo esuchar las voces originales con su respectivo subtitulado. Entonces, el problema reside en que al ser la pantalla tan grande, para leer los subtítulos hay que estar moviendo constantemente la cabeza y en esos momentos te pierdes lo que las imagenes muestran: es bastante incomodo. Y por el afán de agrandarlos para mas comodidad, perdieron nitidez. Por lo que si te da lo mismo entre doblada y subtitulada, quédate con la primera versión.

Lo que también sería muy lindo de disfrutar por parte de la saga, son escenas que usen la totalidad de la pantalla IMAX (como en el caso de la última de Batman). Las cintas que se proyectan que no fueron filmadas con esta característica como las de Potter, poseen el formato widescreen (el de las franjas negras).

En fin, la experencia IMAX Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 1 es única. Si eres fanático del cine, fanático de Harry Potter, tienes un IMAX cercano y cuentas con dinero (ya que la entrada es bastante más costosa) no dudes en vivirla. Yo no dudaré en vivir el final de la saga allí.

Les dejo el enlace a mi blog de análisis del mundo de Harry Potter que, tras varios meses de ausencia, ha vuelto: potterenelfoco.blogspot.com.

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Autor Martín

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