JK Rowling Revela Nuevos Textos acerca de los Calderos y las Pociones

Hoy es el tercer día de la campaña de Navidad de Pottermore, donde tendremos actualizaciones hasta el día de Navidad, las cuales debemos adivinar mediante acertijos vía el blog Pottermore Insider, Facebook, y Twitter.

Ya se ha revelado el tercer acertijo relacionado con uno de los nuevos momentos de Harry Potter y el Misterio del Príncipe.

Al resolverlo, tendremos acceso a 2 nuevos textos de JK Rowling (junto a sus pensamientos), dedicados a los Calderos y las Pociones.

Harry Potter BlogHogwarts Calderos Pociones

A continuación lee ambos textos completos:

Calderos

Antiguamente, tanto muggles como magos utilizaban los calderos para cocinar, colgándolos sobre el fuego. Con el tiempo, tanto las personas mágicas como las no mágicas, empezaron a utilizar los fogones. Las cazuelas eran más cómodas para estas cocinas, así que los calderos pasaron a ser exclusivos de magos y brujas, quienes los siguieron utilizando para preparar pociones. Los calderos son el recipiente más práctico, pues es importante elaborar las pociones con el calor de una llama directa.

Todos los calderos están encantados para que sean más ligeros, pues suelen estar hechos de peltre o hierro. Algunos calderos modernos son automáticos o plegables, y también están a la venta calderos fabricados con metales preciosos, para magos expertos o presumidos.

Pensamientos de J.K. Rowling 

Durante siglos, los calderos han tenido connotaciones mágicas. Aparecen retratados junto a brujas en cientos de cuadros, y se supone que es en ellos donde los leprechauns guardan sus tesoros. En el folclore y en los cuentos de hadas encontramos historias de calderos con poderes mágicos, pero en los libros de Harry Potter no son más que una herramienta del día a día. En su día pensé que la reliquia de Helga Hufflepuff debía ser una caldero, pero que tuviera un Horrocrux tan grande y pesado era algo cómico e incongruente; quería que los objetos que tenía que encontrar Harry fuesen pequeños y portátiles. Sin embargo, los calderos aparecen tanto en la leyenda de los cuatro tesoros de Irlanda (su poder mágico era el de saciar a todos los hombres) como en la leyenda de los trece tesoros de Bretaña (el caldero de Dyrnwch el gigante cocinaba solo para hombres valientes, no cobardes).


Pociones

A menudo se pregunta si un muggle podría obtener una poción mágica con solo un libro de pociones y los ingredientes necesarios. La respuesta, por desgracia, es no. Todas las pociones requieren algunos movimientos de varita (el simple hecho de añadir moscas muertas y asfódelo a un caldero que hierve al fuego dará como resultado una sopa repugnante, por no decir tóxica).

Algunas pociones tienen los mismos efectos que los hechizos y encantamientos, pero otras pocas (como la poción multijugos y el Felix Felicis) tienen efectos que son imposibles de conseguir de otra manera. En términos generales, los magos y brujas suelen optar por el método que les resulte más fácil, o más satisfactorio, de acuerdo con sus objetivos.

Las pociones no son para los impacientes, pero solo los expertos elaboradores de pociones son capaces de deshacer sus efectos. Esta rama de la magia tiene cierto misterio y, por tanto, goza de cierto prestigio. También está el oscuro caché que da el manejar sustancias que son muy peligrosas. El prototipo de experto en pociones dentro de la comunidad mágica es taciturno y resentido. De hecho, Snape encaja a la perfección con el estereotipo.

Pensamientos de J.K. Rowling 

La asignatura que menos me gustaba en el colegio era química, así que dejé de cursarla en cuanto pude. Naturalmente, cuando estaba intentando decidir qué asignatura enseñaría el archienemigo de Harry, Severus Snape, tuve que optar por el equivalente mágico. Sin embargo, me cautivó la presentación que hizo Snape de su asignatura («Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte…»). Por lo visto a una parte de mí le fascinaban las pociones tanto como a Snape, pues siempre disfruté creando nuevas pociones para los libros, e investigando los distintos ingredientes. Muchas de las sustancias utilizadas en los distintos filtros y brebajes que Harry elabora para la clase de Snape existen (o se cree que existieron) y tienen (o se cree que tenían) las propiedades que yo les di. El díctamo, por ejemplo, tiene propiedades curativas (es un antiinflamatorio, aunque no os recomiendo que os escindáis para probarlo) y un bezoar es un cálculo que se extrae de los intestinos de algunos animales (antiguamente se creía que el agua en el que se había introducido un bezoar era un poderoso antídoto).

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