El engaño de Scorpius Malfoy

Por: Cristina Palla León

Ese verano había sido largo para Rose Weasley. Todas las noches recibía una lechuza de Scorpius Malfoy, llevaban saliendo en secreto año y medio e iban a empezar su quinto año en Hogwarts.
Rose sabía que a su padre no le caían bien los Malfoy y tenía miedo de su reacción si se enteraba de su relación y se imaginaba la reacción de su madre “!Como saques menos de cinco Extraordinarios en los TIMOS este curso te saco de Hogwarts!”; quería decírselo a sus padres pero no encontraba el momento; el momento la encontró a ella.
Era Julio, estaban en casa de los Potter, celebrando el cumpleaños de su tío Harry. Todos reían hablaban de sus cosas, comían, bebían…hasta que una lechuza, de color negro como el carbón, entró en el salón, con una carta atada a la pata. La lechuza fue directa hacia Rose y se detuvo en su hombro. Rose desató la carta, acarició a la lechuza y esta se fue. De inmediato Rose se guardó al carta en el bolsillo del vaquero.
-¿De quién es Rose?.- Le preguntó su madre.
-De nadie importante, la leeré mañana.
-Para no ser de nadie la guardaste enseguida.-Observó su padre.
-¿Te interrogo yo a ti cuando recibes correo, papá?.-
-¡No le hables en ese tono a tu padre jovencita!-La riñó Hermione.
Harry y Ginny se miraban y habían dejado de beber el vino de elfo y de reirse. James y Lily estaban en un rincón del salón con Hugo, el hermano de Rose.
Rose se levantó enfadada y en ese momento su hermano Hugo le quitó la carta que le sobresalía del bolsillo trasero del pantalón.
-¡Hugo dame eso ahora mismo!-Le dijo Rose con furia a su hermano.
-Papá la tengo, toma..
-Eso es privado, no puedes…
-Si puedo. Si no tienes nada que ocultarme…-Le dijo Ron.
-Ronald no lo hagas…-Le advirtió su mujer.
-Si no tiene nada que ocultar no debe tener ningún problema en que la abra. Sé que lleva recibiendo lechuzas todas las noches desde que regresó de Hogwarts este verano.
Rose estaba furiosa. Fulminaba a su hermano con la mirada y este se escondió
detrás de su primo James, tenía los puños apretados y miraba a su padre con furia. Hermione, su madre, miraba al suelo y a Ron también enfadada.
Ron empezó a desdoblar la carta y leyó en voz alta.
“Querida Rose:
Tengo ganas de volver a verte, de que acaben estos días que quedan para poder abrazarte y besarte de nuevo. Hecho de menos esos paseos de fin de semana por el lago del colegio cogidos de la mano.
¿Les as contado ya a tus padres que llevamos año y medio saliendo?. No tengas miedo, en Hogwarts no te pueden controlar y aunque no te dejen volver a verme no lo pueden impedir. Es nuestro quinto año y es el curso de los TIMOS así que tampoco te podrán sacar de Hogwarts.
Besos. Te amo.
Scorpius.”
Todos se quedaron con la boca abierta y Ron parecia furioso. No apartó los ojos de la carta cuando habló con su hija.
-Dime que esto no es cierto.
-No se puede mentir ¿verdad papá?.
-¿Cuándo pensabas contárnoslo cielo?.-Le preguntó Hermione.
-Este verano, pero no encontré el momento.
-Ya sabes todo lo que te conté acerca de los Malfoy. Te dije que no quería ningún vínculo con ellos. Los detesto.
Si lo sé. Pero me mentiste. De no ser por el tío Harry no sabría que los Malfoy se alegraron de la muerte de Voldemort. Scor es distinto a su padre. Le quiero papá. ¿No lo puedes entender?.
Ron miró a Harry furioso.
-No lo pienso consentir. No te voy a permitir que salgas con ese Malfoy.
-¡No puedes hacerme esto!. Es mi vida.
-¡Y tu mi única hija a la que no quiero ver sufrir!
-¿Por qué iba a sufrir?. ¿Por estar al lado de la persona a la que quiero?.
-No voy a discutir más. Te has quedado sin lechuza y no podrás venir a casa de tus tíos. Así me aseguraré de que tampoco utilizas sus lechuzas para ponerte en contacto con Scor.
-¡Mamá dile algo!.
-Ronald déjala que haga lo que quiera. Tiene derecho a equivocarse en la vida y aprender de sus errores.
-¡Qué!. Esto lo ago por ti. No quiero tener ningún vínculo con los Malfoy por ti.
-No pongas esa excusa.
-Jovencita estás castigada hasta que vuelvas a Hogwarts y este curso le escribiré a McGonagall para que no te deje ir a Hogsmeade.
-Te Odio.- Le dijo Rose a su padre antes de salir corriendo de casa de sus tíos
-Mamá, Papá, prometedme que no me aréis esto nunca. Voy con ella. Tío Ron te has pasado.- Le dijo Lily.
-James Hugo, se acabó al fiesta. Subid a dormir.- Les ordenó Ginny.
-¿Porqué no le as contado toda la verdad sobre los Malfoy?- Le preguntó Harry enfadado.
-Demasiado bien lo sabes.
-Ronald, que yo no me hable tampoco con los Malfoy no te sirve para ponerme de excusa.- le dijo Hermione a su marido.

El uno de Septiembre, a las nueve de la mañana, Rose estaba preparada en el jardín de la casa con su baúl. Lily y James aparecieron poco después en su cuarto.
Rose se fue a King Cross en el coche con sus tíos y sus primos. No le había dirigido la palabra a su padre y a su hermano desde aquella noche.
Llegaron a King Cross una hora y media después y allí se reunieron con Hill, Fleur y sus hijos; George y Angelina también habían llegado con su hijo, Fred.
Todos se saludaron y los chicos subieron al tren para buscar compartimento. Volvieron a bajar para despedirse y en ese momento Rose vio que Scor estaba en el andén 9 y ¾ con su padre y su madre. Sin pensarlo fue hacia él antes de que su padre le pudiera agarrar del brazo. Scor y Rose se abrazaron y besaron ante la mirada de todos sus familiares.
Rose volvió con su familia para despedirse.
-Cariño estudia mucho para los TIMOS. Nos vemos en navidad.-Le dijo su madre con un beso.
-Lo haré.
-Papá.- Le dijo Rose a Ron al ver que éste no se decidía a despedirse.-Nos vemos en navidad.
Todos los primos subieron al tren y se despidieron con la mano por la ventanilla.
Rose se volvió hacia su hermano que estaba reunido con sus amigos de segundo curso.
-Te lo advierto enano. Ahora puedo hacer magia y no me lo pensaré dos veces en lanzarte una maldición. El tío Harry me ha enseñado unos hechizos muy eficaces. Así que procura no meterte en mi vida. Largo de mi vista.
Rose, James y Lily se buscaron un compartimento, el resto de sus primos se fueron a otro.
-¿No vas a ver a Scor?.-Le preguntó James
-No. Vendrá él después. Hemos quedado.
-Eh… Rose hay algo que debes saber- Le dijo Lily mirando a su hermano que asintió con la cabeza.
РRose, Lily y yo escuchamos a nuestros padres y sabemos porqu̩ tu padre odia tanto a los Malfoy.
-Pero si él ya me lo ha dicho.
-Creo que no te ha contado la verdad.
-En el pasado, Bellatrix Lestrange, la tía de Draco Malfoy, torturó con la maldición Crucciatus a tu madre.
-No estás hablando enserio.
-Si lo hago.- Le contestó James.- Cuando ocurrió, Voldemort todavía tenía poder y lo hizo para sacarle información. Fue cuando cuando estuvieron cerca de un año escondidos y cuando los encontraron estaban irreconocibles. Voldemort quería a nuestro padre con vida, pero antes de avisarle, los mortífagos se tenían que asegurar de que era él.
*Los Malfoy escondieron a nuestro padre y al tuyo en el sótano de la casa y a tu madre la torturó esa Bellatrix.- Prosiguió James.-
-No me lo puedo creer.- Dijo Rose con lágrimas en los ojos.- Probablemente Scor no sepa nada.
-Si lo sabe Rose. Cogimos esta carta que Scor le envió a nuestro padre después de que él le escribiera.-Le dijo Lily entregándole la carta.
“Todo pasó y yo no tengo al culpa. No había nacido cuando ocurrió pero si Bella torturó a Hermione Greanger tendría sus motivos ¿no?, pero ella ahora está muerta, pagó por eso.
Potter no quiero que me vuelvas a escribir. Me crearás problemas si mi padre se entera. Si los Weasley odian a los Malfoy, los Malfoy odian a los Potter y a los Weasley.
De no ser por ti, por el “famoso Harry Potter”, “por el elegido”, el señor Tenebroso seguiría vivo y tú, tu estarías muerto.
Scorpius”
Rose arrugó la carta en un puño y miró con rabia hacia la puerta del camerino.
-Rose tranquila.-Le dijo su prima agarrándole la mano.
En ese instante la puerta se abrió y Scor entró. Rose se puso de pie y sacó su varita apuntando con ello al que era su novio, o al menos eso creía ella.
-James cierra la puerta y corre las cortinas.
-Rose baja la varita. ¿Qué te ocurre?. Soy yo Scor.
-No se quien eres realmente. Bueno ahora sí gracias a esto.-Le dijo tirándole la carta a la cara.
Scorpius se agachó APRA coger la carta sin aparatar la vista de Rose, y la leyó.
-¿Qué es esto?. Con que robándole a papá ¿eh?. Dijo dirigiéndose a James y a Lily.
-Déjalos empaz, de no ser por ellos nunca sabría la verdad. Odias a los Potter y a los Weasley, pues entonces me odias a mi también. Largo de aquí.
-Deja que te explique.
-No hace falta. Fuera. No quiero volver a verte aléjate d e mi y de mis primos en Hogwarts.
Scor salió dando un portazo y Rose respiró profundamente. Se sentó y empezó a escribirle una carta de disculpa a su padre.

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