El Entierro Parte I

Por: Cristina Palla León

Harry, Ron y Hermione salieron del despacho del director para regresar a la Sala Común de Griffyndor, pero antes, Harry, tenía que hacer algo que solo unos meses atrás le hubiera dado igual. Se dirigió al Gran Comedor y les pidió a sus dos amigos que llamaran a la profesora Macgonagall. La profesora corría delante de Ron y Hermione, pero esta vez de alegría, hacia la puerta.

– ¡Potter! Lo has hecho, has derrotado a Riddle.

-Gracias profesora. Pero le quiero pedir una cosa. Me oyó todo lo que le dije a Voldemort , antes de matarle sobre el profesor Snape ¿verdad?.

-Si lo oí perfectamente y sinceramente me cuesta creerlo.

-Pues créaselo porque es cierto, el me concedió sus recuerdos antes de morir y lo vi todo en el pensadero de Dumbledore.

-Bien ¿y qué es eso que quieres pedirme?.

-El profesor Snape se encuentra muerto en la casa de los Gritos. Le pido que, por favor, lo traiga. He decidió que será enterrado en Godric´s Hollow-Le dijo Harry casi sin mirarla porque no estaba seguro de que la profesora le fuera a hacer caso.

-De acuerdo Potter, ahora podéis subir a la Sala Común de Griffyndor.

Harry, Ron y Hermione subieron en silencio a la Sala Común. La señora Gorda les dejó pasar sin contraseña.

-Estoy hambriento.-dijo Ron.

-Yo también. Le diré a Kreatcher que nos suba comida. ¡Kreatcher!.

-El amo ¿me ha llamado?.

-Si . Kreatcher quiero que nos subas comida al dormitorio por favor, creo que ahí estaremos más tranquilos- Le dijo Harry echando una vista a la Sala Común que empezaba a llenarse.

Los tres subieron al cuarto de los chicos, Ron se sentó en su cama y Hermione lo hizo a su lado. Harry se percató de que tenía los ojos rojos pero no quiso perturbar aquel momento de tranquilidad. Hermione le abrazó y se besaron y luego se dirigió a Harry.

-¿Qué vas a hacer con Ginny, Harry?.

-Hablaré con ella mañana, no he dejado de quererla y…

¡crac! En ese momento Kreatcher apareció con un enorme pastel de carne y platos para los tres. Durante la comida casi no hablaron, estaban tan cansados que casi les costaba comer.

A la mañana siguiente, Harry despertó con las gafas puestas y retorcidas. Ron y Hermione dormían abrazados así que Harry cogió el bolso de Hermione, lo abrió y cogió su mochila donde tenía su ropa y se fue a dar un baño. Mientras bajaba las escaleras que daban a la Sala Común pensó que estaría vacía pero en el sofá que estaba delante de la chimenea vislumbró una cabeza pelirroja.

-¿Ginny?. Preguntó Harry dudosamente.

La silueta se levantó y en efecto, era Ginny. Tenía los ojos llorosos iba vestida con un precioso vestido negro y llevaba el pelo recogido en una coleta. Ambos corrieron a la vez para abrazarse y cuando lo hicieron casi se ahogan.

-Lo siento-Le dijo Harry llorando mientras la abrazaba-Siento lo de Fred, siento haberte dejado sin noticias durante casi un año y sobretodo, siento haberte dejado.

Ginny se separó de él y le cogió las dos manos.

-Harry no me importa lo que hayáis estado haciendo tú, Hermione y mi hermano desde que desaparecisteis el día de la boda de Bill y Fleur. Lo único que me importa es que estás aquí y que no quiero separarme de ti nunca más.

Se besaron apasionadamente hasta que fueron interrumpidos por los padres de Ginny, que entraron por el retrato de la Sala Común.

-Señor Weasley, señora Weasley lo siento muchísimo de verdad.

-Oh¡ Harry…

La señora Weasley se echó a llorar y le dio un fuerte abrazo, seguido del de el señor Weasley.

-El entierro es dentro de hora y media en el lago. La profesora Macgonagall ha decidido hacer un cementerio en la parte del lago donde está enterrado Dumbledore. Fred, Lupin y Tonks serán enterrados allí.-Le explicaba Arthur mirando de reojo a su mujer- Por cierto el entierro de Snape es hoy a las cuatro de la tarde en Godric´s Hollow.

-De acuerdo. ¿Señor Weasley puedo hablar con usted un momento por favor?.

Arthur asintió y, aprovechando que Ginny estaba consolando a su madre los dos se fueron a la otra punta de la Sala Común para hablar.

-Señor Weasley les quiero proponer una cosa a usted y a toda su familia. Quiero que se vengan todos a vivir a la casa de Sirius. Al fin y al cabo ahora es mía y es al único sitio dónde puedo ir.-Le dijo Harry.

-Lo tendría que consultar con Molly pero creo que no habrá problema.

-Perfecto. También quería hacer una cosa. Verá hace unos meses, mientras escapábamos, fuimos a Godric´s Hollow y visitamos las tumbas de mis padres.

-¿Estabais locos? Voldemort podría….

-Si, Voldemort nos atacó pero logramos escapar vivos. Lo mejor de todo es que vimos la casa de mis padres.- Le dijo Harry con una tímida sonrisa.

-Tenía entendido de que esa casa fue demolida.

-Pues no es así, sigue levantada aunque una parte ahí que reformarla, está totalmente destruida. Quiero reformar esa casa para irme a vivir allí, pero…- Harry dudó en decirle lo que quería y miró a Ginny.

-¿Pero qué Harry?.

-Pero no lo quiero hacer solo- Le dijo al señor Weasley sin quitarle el ojo de encima a Ginny.

El señor Weasley creyó adivinar lo que le intentaba decir Harry.

-¿Ginny y tú estáis saliendo?

-A si es, ella no sabe que quiero vivir con ella. Nos e lo quiero decir todavía porque es menor de edad y…

-¡Ron!.

La señora Weasley fue a abrazar a su hijo que bajaba las escaleras cogido de la mano de Hermione, a quien también le dio un fuerte abrazo.

-¿Dónde están todos?- Preguntó Ron.

-En el Gran Comedor, desayunando.

-Querida tenemos que hablar un momento. Le dijo cariñosamente el señor Weasley a su mujer.

-Mamá Harry y yo estamos saliendo- L e dijo de repente Ginny.

-Hermione y yo también-Le dijo Ron con voz temblorosa.

-Mi hija, mi única hija es ya una mujer. Mi pequeña.-Le dijo a Ginny dándole un beso en la mejilla.

-Mamá no soy pequeña y me quedan unos meses para ser mayor de edad. Mamá que me ahogas.-

-Lo siento- Molly se separaba de su hija después de un abrazo.- Ronald Weasley, has demostrado ser un auténtico mago y una muy buena persona. Estoy muy orgullosa de todos vosotros.

Hermione y Ginny estaban abrazadas y lloraban. El señor Weasley tosió para hacerse notar.

-Hijos míos estoy muy orgulloso de vosotros al igual que lo estará Fred. Harry, nos mudaremos todos al cuartel, te ayudaremos a reconstruir la casa de tus padres y Ginny se podrá ir a vivir contigo cuando quiera.

Ginny, Hermione y Ron se quedaron paralizados al igual que la señora Weasley y cuando aún no habían reaccionado, Ginny se tiró a los brazos de Harry y le dio un apasionado beso. Aprovechando ese momento, Ron y Hermione también se besaron apasionadamente.

-Señor Weasley-lo llamó Hermione cuando se separó de Ron- Mis padres, tengo que recuperarlos, están en Australia y…

-No te preocupes Hermione, te ayudaré a recuperarlos pero tendrá que ser mañana. Ahora, después del entierro tenemos que volver a la madriguera para hacer las maletas y trasladarnos al nº 12 de Grimuld Place.

-De acuerdo, gracias señor Weasley.

-Por cierto Hermione, tu también te vienes con nosotros hasta que tus padres vuelvan. Más que nada porque no creo que Ron y tu podáis estar más de media hora separados.

Todos se rieron y bajaron al Gran Comedor para desayunar. El Gran Comedor estaba abarrotado más de lo normal porque aparte de los alumnos de Hogwarts estaban algunos padres. Por suerte nadie se percató de la presencia de Harry cuando éste entró de la mano de Ginny seguido por los señores Weasley, Ron Y Hermione. Harry buscó la mesa donde tendrían que estar el resto de los Weasley, Fleur y los miembros de la Orden y se dirigió a la mesa.

-Hola a todos- Los saludó Harry sin soltar la mano de Ginny.

-¡Vaya!- exclamó George mientras pasaba la mirada de Harry y Ginny a Ron y Hermione- Enhorabuena chicos. Hermione, ¿ serías tan amable de prestarle una pequeña parte de tu cerebro a Ron?- Bromeó George.

Hermione lo miró furiosa, Ron se puso rojo y la señora Weasley lo riñó.

-George no es momento de bromas.

-Mamá necesitamos un poco de buen humor, tú no sé, pero yo no me pienso quedar toda la vida vestido de negro y llorando, la vida sigue, por mucho que nos duela por no tener a las personas que queremos a nuestro lado.-

-Si creo que tienes razón. Bueno chicos coged asiento y desayunad un poco.

Se pusieron a desayunar y el señor Weasley les contaba a sus hijos los planes de Harry.

La profesora Macgonagall , que estaba sentada en el asiento del director, se levantó y todos callaron.

-Ahora, los jefes de cada casa guiarán a todos sus miembros hasta el algo.. Primero Griffyndor por favor, seguidme.

Los que estaban sentados en la mesa de Griffyndor se levantaron se levantaron y siguieron a la profesora que los guió hasta la parte del lago donde se encontraba la tumba de Dumbledore. A su alrededor había un montón de tumbas repartidas. Buscaron las tumbas de Fred, Tonks y Lupin, que estaban un poco apartadas de la del antiguo director. Los Weasley, Harry, Ron y Hermione se dirigieron hacia ellas y vieron a una persona con un bebé en brazos llorando sobre una de las tumbas.

-Es la madre de Tonks. Esperad un momento por favor- Les dijo Harry a todos.

-Señora Tonks ¿me recuerda?, soy Harry Potter.

La mujer se dio la vuelta y Harry vio por primera vez a su ahijado. Era un bebé precioso y muy pequeñito, el pelo le cambiaba de un negro carbón a un azul cielo. La mujer tenía los ojos anegados en lágrimas y unas ojeras de no haber dormido en varios días.

-Claro que me acuerdo de ti querido. Harry te presento a tu ahijado, Teddy Lupin. Todavía no controla muy bien su cambio de color del pelo. ¿Quieres cogerlo?-

Harry asintió y cogió al bebé con tanta ternura que a Ginny se le derramaron algunas lágrimas. Harry se dirigió con su ahijado hacia la tumba de su padre.

-Ted, te presento a tu padre, Remus Lupin. Fue muy valiente y murió luchando por ti y por todos los presentes al igual que tu madre, Nimphadora, aunque ella no quería que la llamaran así, era una estupenda aurora, una de la mejores diría yo-

A Harry se le cayeron algunas lágrimas y abrazó a su ahijado. Ginny los abrazó a los dos. Por un momento se le había olvidado que no estaba solo con el bebé en aquel lugar y al girarse vio que la señora Weasley estaba consolando a la señora Tonks, Ron, que tenía los ojos rojos, abrazaba a Hermione y George y el señor Weasley miraban la tumba de Fred.

Casi sin darse cuenta el lugar se fue llenando de gente. El panorama era desolador.

Había un montón de gente llorando y los profesores consolaban a algunos parientes de los fallecidos. Los Malfoy estaban allí y Harry tenía la impresión de que no querían estar en aquel lugar por sus caras. Varios magos y brujas asistían a los funerales sobre sus escobas que volaban sobre las cabezas de los que estaban sentados en las sillas. Alrededor de las tumbas de Fred, Tonks, y Lupin había varias sillas y allí se sentaron todos. Mientras esperaban a que enterraran a Fred, Tonks y Lupin, Harry, Hermione, Ron y Ginny jugaban con Ted.

-Que suerte tiene de ser un bebé ¿verdad?.Quiero decir que no tiene que preocuparse de nada, solo de comer llorar y dormir.- Añadió Ron tras la mirada furiosa de Hermione.

-Aunque sea un bebé siente la necesidad del calor de una madre- Le respondió Hermione.

Cuando el cura se acercó a ellos todos se levantaron menos George. Estaba pálido, con la cabeza agachada y los ojos fijos en el suelo mientras murmuraba el nombre de su hermano muerto. Ginny fue hacia él y se agachó para que George la viera y la oyera.

-George por favor ¿quién era el que decía que no iba a llorar?. Tienes que ser fuerte por Fred, por nuestro hermano.

La señora Weasley fue hacia George y lo agarró de un brazo a la vez que Ginny lo hacía del otro.

El curo decía cosas pero Harry no las oía en su cabeza. Todos hicieron aparecer flores de sus varitas para ponerlas en las tumbas de Fred, Tonks y Lupin.

Cuando el entierro acabó se dirigieron a Hogsmeade , pero a mitad del camino una voz los detuvo. La profesora Macgonagall los seguía con los Malfoy.

-Potter tengo que comentarte algo.

Harry le pasó a Teddy a Ginny que lo abrazó como si lo estuviera protegiendo de algo o de alguien.

-Dígame profesora.

-Es un tema delicado….. el cuerpo de Voldemort…

-No me importa lo que hagan con él- La cortó Harry.

-El señor Malfoy ha sugerido que sea enterrado en el cementerio de Gran Hangleton junto al resto de los mortífagos muertos.-Le explicó la profesora.

-No pienso ir. La veré en el entierro de Snape profesora.

Macgonagall y los Malfoy volvieron al castillo y los demás se dirigieron a cabeza de Puerco a comer.

El local, por suerte estaba vacío, y Aberfoth los recibió amablemente.

-Siéntanse por favor. Ahora les traigo algo de comer.

Harry se sentó al lado del señor Weasley para hablar con él.

-Señor Weasley ¿cómo vamos a ir a Godric´s Hollow?.

-Molly irá con Teddy y la señora Tonks en el autobús noctámbulo y nosotros en un traslador que sale dentro de dos horas.

Harry miraba con dulzura a Ginny que tenía a Teddy cogido en brazos y Ron y Hermione jugaban con él. Al percatarse de la mirada de Harry, Ginny se la devolvió con una tierna sonrisa.

El camarero regresó con platos de estofado para todos y se pusieron a comer.

-Molly daos prisa o perderéis el bus- Le dijo su marido cuando todos acabaron de comer.

Molly Teddy y la señora Tonks se marcharon se marcharon y los demás se pusieron alrededor de un cenicero con un dedo puesto en él.

-Uno, dos y tres ¡nos vamos!

Dos minutos después aparecieron en una plaza de un pueblo. En medio de la plaza había una estatua que cambió de forma cuando pasaron por su lado la estatua cambió de forma y aparecieron un hombre y una mujer con un bebé en las rodillas.

Cruzaron la plaza pero no se oía ningún ruido ni había ningún muggle por ahí

-¿Qué ha pasado aquí?-Preguntó Harry a nadie en particular.

-Tengo entendido de que todos los muggles abandonaron el pueblo tras la muerte de Bathilda y por lo que veo es verdad, parece un pueblo fantasma.-Le respondió Arthur.

Vislumbraron el cementerio a lo lejos y oyeron los primero murmullos desde que llegaron. Molly y la madre de Tonks ya habían llegado con Ted. La profesora Macgonagall también estaba allí, al lado de la tumba de Snape, marcando con su varita una letras en el ataúd..

-Chicos cubridnos un momento. Volvemos ahora.-Les dijo Harry a Ron y a Hermione.

Cogió a Ginny de la mano y echaron a correr hasta perder de vista el cementerio. Llegaron a un camino casi al final del pueblo en el que había una valla. Harry se puso enfrente de la valla y la tocó con las manos. Un instante después la casa aparecía, con una de sus partes derrumbada.

-Esta es la casa de mis padres, quería que fueras la primera en verla.

-Harry es perfecta.

-Es aquí donde quiero vivir contigo. Creo que podré convencer a Ron y a Hermione que se vengan a vivir aquí con nosotros.

Ginny re rió y se abalanzó contra Harry. S e dieron un apasionado beso y volvieron corriendo al cementerio y se detuvo frente a la tumba de sus padres.

-Papá, Mamá os presento a mi futura mujer y a la futura madre de vuestros nietos. Vamos a vivir en vuestra casa, la voy a reformar no es increíble…..

-¡Chicos! Venid por favor.

Harry y Ginny se reencontraron con Hermione y con todos los Weasley. Había un montón de gente a la que no conocía y otra…..¡”Un momento, no puede ser!” se dijo Harry a sí mismo quedándose parado. “¿

Cómo puede ser que estén ellos aquí?”…

-Harry ¿te pasa algo cielo?.-Le preguntó Ginny

-Hermanita me parece que ahí tienes la respuesta.- Le dijo Ron señalando a un matrimonio a lo lejos.

Por increíble que fuera allí estaban, vestidos, naturalmente, con ropa muggle. Él gordo, con bigote y con menos pelo desde la última vez que Harry lo vio; ella, más delgada, pálida y con el pelo un poco más largo de color de negro abrazada a su hijo que seguía igual de gordo.

Los Durshley estaban allí, acompañados por miembros de la Orden.

Harry, Ginny, Ron y Hermione se acercaron. Los cuatro tenían la misma cara de perplejidad. ¿Qué hacían tres muggles en el entierro de un mago y rodeados de magos y brujas?.

-Harry, no hace falta que os presente.-Le dijo el señor Weasley.- Van a volver a su casa y a seguir con su mida de antes, pero tu tía se enteró del entierro de Snape y quiso venir.

-¿Vas a volver a casa?.-Le preguntó Duddly sin rodeos.

-N-no. T-tengo planes para mi futuro y además yo heredé una caa y ahora tengo otra.-

-¿Es tu novia?.- Le preguntó Duddly mirando a Ginny que estaba cogida de la mano de Harry

-¡Duddly1.-Le gritó su madre.

-Si, lo es se llama Ginny. Ginny te presento a mis tíos y a mi primo. Los Durshley.

-Encantada de conocerles.

-Yo t- tengo que dar las gracias Harry. A ti y a toda tu gente. Ya nos hemos enterado de que mataste a ese mago horrible.- L e dijo tío Vernon.

-Gr-gra-gracias-dijo por fin Harry que no podía creer las palabras de su tío…

-El entierro va a comenzar.- Les dijo la profesora Macgonagall.

La fosa en la que iba a ser enterrado Snape ya estaba cavada y por la perfección de su forma rectangular, Harry intuyó que fue hecha mediante magia. Haciendo un hechizo levitatorio el cura levantó la tumba de Severus Snape y la introdujo en el nicho cavado. La tierra que había salido del foso para hacer el agujero volvió a él y Snape quedó enterrado para siempre.

-Harry me gustaría visitar la tumba de mi hermana, ¿me acompañas?- le pidió tía Petunia un tanto confusa.

-Si claro.

Los dos se dirigieron hacia las tumbas de Lily y James y Harry pudo observar cómo tío Vernon no les quitaba el ojo de encima.

-Sé que conocías a Severus- Le dijo Harry a su tía.

-¿C- Co- Como sabes tú eso?-

-Snape me concedió alguno de sus deseos instantes antes de morir. Os vi. A ti y a mi madre y a Snape cuando erais pequeños.

-Si es cierto. No te lo puedo negra. Cuando mi hermana y tu padre murieron, Snape vino a verme con Dumbledore. Me pidieron que te protegiéramos, por eso intentamos ocultarte tu verdadera identidad. Sabíamos que todas esas cosas raras que te pasaban de pequeño y tú no entendías era porque tenías ciertos poderes que no podías controlar.-Le explicó su tía con lágrimas en los ojos.

.Todos estos años has estado en contacto con Snape. Y el verano pasado, cuando Dumbledore fue a buscarme a vuestra casa…. Loa expresión de sorpresa era solo un cuento ¿no?.-

-Si pero solo por parte mía. Tu tío y tu primo no lo saben y quiero que siga siendo así..

-De acuerdo.

Tía Petunia se arrodilló frente a la lápida de su hermana Lily llorando.

-Ni siquiera tengo flores.

-No te preocupes.-Con un movimiento de varita, Harry hizo aparecer un ramo de rosas blancas.

-Gracias Harry.

-Voy a volver con los demás, te dejo sola.

-Harry tenemos que volver a la Madriguera, pero antes la profesora MacGonagall quiere hablar con vosotros tres.- Le dijo el señor Weasley señalándolo a él, a Ron y a Ginny.

-Estoy en lo cierto cuando pienso que os presentaréis al examen de aparición ¿verdad?.

-Profesora Ron y yo llevamos un año apareciéndonos- Le dijo Harry.

– Ya pero de todas formas necesitáis el carnet. Os espero el año que viene en el examen. Adiós.

Todos los Weasleys, Hermione, Harry y Fleur se pusieron alrededor de un periódico muggle con un dedo puesto en él. Molly ya se había ido con la señora Tonks y Teddy y los Durshley estaban hablando con Kingsley.

Dos minutos después estaban en el patio de la Madriguera.

-Bien chicos, vuestras cosas las envió tía Muriel esta mañana, las de Harry y Hermione también.

A los dos casi se les había olvidado que en el bolso de Hermione solo llevaban un par de mudas cada uno y que sus baúles se habían quedado en la Madriguera.

-Pero señor Weasley…

-Logramos esconder vuestros baúles y a Crockshanks antes de que los mortífagos registraran la casa después del ataque de la boda-

Todos entraron en la Madriguera y cogieron sus baúles. Crockshanks saltó a las piernas de Hermione en cuanto la vio. Incluso Ron, que odiaba un poco al gato, le acarició por detrás de las orejas.

Ya eran casi las siete cuando subieron a los coches que los llevarían a Grimuld Place. Bill, Charlie, Percy y George fueron en uno conducido por Charlie; y Harry, Ron ,Hermione, Fleur y Ginny fueron en otro conducido por Arthur.

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