Serie de Harry Potter 53/199: ‘Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta’

Y llegamos al capitulo número 53 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 días estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capítulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo, el día del estreno mundial del film Harry Potter y el Misterio del Príncipe. El día de hoy es el turno para el capitulo número 53 de la Serie Harry Potter.

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Capítulo 18: Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

Sirius está desesperado por matar a Scabbers, pero Lupin insiste en que les cuente todo lo sucedido a los chicos, en especial a Harry. Lupin y Sirius afirman que Peter Pettigrew no murió sino que simuló su muerte. Lupin les dice que él mismo había creído que Peter estaba muerto hasta que vio en el Mapa del Merodeador su nombre, señal de que estaba vivo y en Hogwarts. Hermione dice que Peter no podía ser un Animago porque el Ministerio tiene registrados a todos los Animagos y que cuando ella miró en el listado oficial el nombre de Peter no aparecía. Lupin le dice que el Ministerio ignoraba que Peter fuese un Animago, así como otras dos personas.

Lupin inicia su relato diciéndoles a los chicos que la Casa de los Gritos no está embrujada, y que los sonidos que se escuchaban en Hogsmeade los producía él mismo. Cuando Lupin fue mordido y convertido en hombre lobo, la poción matalobos (que le permitía conservar su personalidad durante sus transformaciones) todavía no había sido inventada. Parecía imposible que Lupin viniera a Hogwarts, pero Dumbledore ideó una solución. Todos los meses Lupin era sacaso del castillo y encerrado en la Casa de los Gritos, cuya entrada estaba custodiada por el Sauce Boxeador, y allí el chico se transformaba en hombre lobo sin que ello representara ninguna amenaza… salvo para él mismo, pues Lupin se mordía y arañaba a sí mismo al no tener acceso a ningún humano. Esa era la explicación para los gritos y aullidos que se oían en el pueblo, y Dumbledore alentó la creencia de que la casa de donde provenían los ruidos estaba embrujada.

Los tres mejores amigos de Lupin, Sirius, Peter y James Potter, el padre de Harry, terminaron por descubrir su condición de licántropo, pero en vez de abandonarlo decidieron convertirse en Animagos para poder acompañarlo en sus metamorfosis. Tras varios esfuerzos lo consiguieron, y bajo sus formas animales podían liberar a Lupin de su encierro y correr con él por el Bosque Prohibido, asegurándose de que no se lastimase a sí mismo ni se acercase a los humanos. Y gracias a sus excursiones nocturnas y sus otras aventuras en los terrenos de Hogwarts, lograron conocer el colegio más detalladamente que cualquier otro alumno y crear el Mapa del Merodeador.

Hermione comenta que, aún custodiado por Sirius y James, cuyas formas animales eran muy grandes y podían mantenerlo a raya, el riesgo de que Remus acabase por atacar a algún inocente era muy grande, y Remus le da la razón. Confiesa sentirse muy culpable por su imprudencia y que ha sido ese sentimiento el que le ha impedido decirle a Dumbledore que Sirius es un Animago. La conversación se desvía hacia el tema de Snape cuando Lupin comenta que el profesor de Pociones no estaba del todo equivocado al desconfiar de él. Lupin les cuenta que Sirius le jugó a Snape una broma que podría haberle costado la vida: Snape había visto a Remus irse del castillo en dirección al Sauce Boxeador y mostraba gran curiosidad por saber los motivos de sus salidas nocturnas. Sirius le contó entonces que si quería saber cuál era el secreto de Lupin tenía que tocar con un palo largo el nudo que permitía desactivar el Sauce Boxeador. James, al enterarse de lo sucedido, impidió que Snape entrase al túnel, salvándole la vida. Sin embargo Snape alcanzó a ver a Lupin transformado y enterarse de su secreto, aunque Dumbledore le hizo jurar silencio. Harry pregunta si es por ese incidente y la creencia de que Lupin también estaba involucrado en la broma que Snape lo odia, y el propio Snape, que había estado escondido bajo la capa invisible de Harry, responde que así es, al tiempo que apunta a Lupin con su varita.

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