10 cosas que se piensan la primera vez que se visita King’s Cross Station

Estás en Londres por primera vez, o por primera vez desde que leíste Harry Potter y, por supuesto, quieres visitar King’s Cross Station. No importa si lo gritaste a los cuatro vientos o si te dio vergüenza y no le dijiste a nadie que te morías por ir. Vas a ir porque sí, porque ¡te mueres por ir! (en mi caso, todo el mundo se enteró que yo quería ir para allá). ¡Entonces! Como no conoces la ciudad, decides caminar a ver a dónde te lleva el viento… o montarte en el metro. Llegas a la estación de metro más cercana, o así hice yo y, al ver las distintas líneas y las estaciones donde cada una paraba, leo «King’s Cross St. Pancras», comencemos:

1. ¿Será King’s Cross? ¿La estación King’s Cross? Porque existe la remota posibilidad de que una se llame solo King’s Cross y esta King’s Cross St. Pancras no tenga nada que ver… ¿o será que son dos estaciones en una? ¡Vamos a darle! Total, no conozco nada de la ciudad esta y todo para mí es nuevo y bonito.

Llegas a King’s Cross y te das cuenta de que, efectivamente, es King’s Cross pues…

2. ¡Voy a ver el andén nueve y tres cuartos en la vida real!

Subes las escaleras y, debido a la emoción, por un segundo olvidas todas las preocupaciones que implican el que estés solo en una ciudad que no conoces o cualquier tristeza que guardes… por un segundo, ¡pero bueno! Es algo.

3. ¡Quiero ser Londinense!

Qué excelente que estos sitios, que para mucha gente son parte de su cotidianidad, aparezcan en un libro tan famoso. Debe ser muy divertido leer Harry Potter si eres londinense. Yo no tenía ni idea de lo que era King’s Cross la primera vez que lo leí, hubiera sido más emocionante aún. Hubiera venido a tratar de atravesar la pared.

4. La estación es igualita a la de la película… Es la misma… obvio.

Ves la señalización que indica hacia dónde se encuentran los andenes 9, 10 y 11. Y caminas en la dirección indicada con una sonrisa tonta en tus labios.

5. Aquí filmaron la película. J.K. Rowling se imaginaba este sitio mientras escribía el libro. Y por aquí caminaron Harry, Hagrid, los Weasley.

Ves el andén 9 y el 10, pero no está el 9 3/4 en el centro. Te desconcertas por un momento. Decepción total… sabes que está en algún sitio porque has visto las fotos, porque te lo han dicho, ¡en fin! ¡Todo el mundo sabe que está! Volteas y ves una pared de ladrillo con un 9 3/4 en la parte de arriba.

6. No entiendo por qué no está donde debería estar sino en una pared a parte. ¡Qué fraude! ¡No, no! Esto es un fraude real.

Te resignas…

Ves la fila de gente que se quiere tomar la foto.

7. Y yo de inocente que creía que iba a ser la única. ¡El evento pues!

Te acercas y ves a alguien posando con el carrito que lleva unos supuestos útiles escolares, aunque solo se ve medio carrito, dando a entender está atravesando la pared de concreto. Ves cómo le colocan una bufanda de Gryffindor.

8. Qué asco esa bufanda, seguro no la han lavado y decenas de personas se la prueban todos los días.

Sabes que si estuvieras con alguien harías la fila, pero no la haces porque, dos personas esperando para tomarse una foto con medio carrito, una lechuza blanca y una bufanda de Gryffindor es gracioso. El que lo haga una persona… es triste y ya.

9. Voy a tomarme un selfie y que se vea detrás el «9 3/4» y capaz y la monto en Instagram. ¿Se ve? No. Quedó mal. Otra.

Te vas porque te das cuenta que no hay mucho más que hacer.

10. ¿Y ahora qué?

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