El deporte de Harry Potter llega a los Campos de la Torre en España

Los campos de la Ciudad Deportiva de la Torre acogieron hace unos días un deporte diferente, en el que los practicantes, mientras hacen jugadas que combinan aspectos del rugby, el balonmano y el brilé, deben llevar siempre un palo de escoba entre las piernas. Se trata del “quidditch”, el deporte rey de las novelas fantásticas de Harry Potter y que, en la ficción, se juega sobre escobas voladoras.

La realidad es siempre más prosaica, y los siete miembros de cada equipo de quidditch juegan sobre el césped, aunque, eso sí, deben aguantar siempre un palo de escoba entre las piernas. Según explica Ignacio Méndez, el entrenador del único equipo coruñés, el Dementores, esto ayuda a que el juego mantenga su carácter mixto (cada equipo puede tener un máximo de cuatro mujeres o cuatro hombres en juego), pues está permitido hacer placajes como los de rubgy pero, con el hándicap de sostener el palo entre las piernas, los varones no pueden emplear toda su fuerza.

Quidditch /

El quidditch empezó a jugarse hace una década en las universidades norteamericanas. A Galicia llegó el año pasado, y, aunque “hay otros que saldrán para el año que viene”, por el momento solo hay dos equipos además del Dementores que participen en competiciones: el Pontevedra y el compostelano Lumos, que nació a raíz de una demostración del Dementores en la Cificon del año pasado. Ayer se reunieron para jugar la final de la liguilla gallega, tras otras dos jornadas. El vencedor, el Pontevedra, irá a la liga nacional.

Pese a su origen y a que el nombre de los diferentes miembros de un equipo y el de los tres tipos de pelotas que hay en juego proviene de las novelas de Harry Potter, parte de los jugadores solo están interesados en la práctica deportiva. El Pontevedra, por ejemplo, intenta desvincularse de Harry Potter. El Lumos, en cambio, extrae su nombre de las novelas, y algunas de sus jugadores están en el quidditch tanto porque se trata de un deporte “muy dinámico” como porque son fans de la saga.

Al propio Méndez, practicante de baloncesto y rugby, no le gusta Harry Potter, pero cuando acompañó a su novia a una convención sobre quidditch descubrió “un deporte muy intenso”, en el que se combinan varios juegos muy diferentes. “Es muy completo, la gente puede verlo como algo friki pero es muy intenso y muy activo”.


Vía EIG

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