Pottermore ha publicado un nuevo texto escrito por J.K. Rowling, esta vez acerca del colegio de magia y hechicerÃa Ilvermorny, el cual queda en los Estados Unidos de América y que será mencionado en las pelÃculas de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos. También han creado un quiz para que descubras en cuál de las 4 casas de Ilvermorny quedarÃas.
Sin más preámbulos, te invitamos a leerlo a continuación:
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La gran escuela de magia de Norteamérica se fundó en el siglo XVII. Se encuentra en el pico más alto del monte Greylock, donde se oculta de ojos no mágicos gracias a una combinación de poderosos encantamientos que a veces se manifiestan en forma de nube en espiral.
Isolt Sayre nació en torno al 1603 en el valle de Coomloughra, en el condado irlandés de Kerry, donde pasó sus primeros años de vida. DescendÃa de dos familias de magos de sangre pura.
Su padre, William Sayre, era descendiente directo de la famosa bruja irlandesa Morrigan, una animaga cuya forma de criatura era un cuervo, y apodó Morrigan a su hija por la afinidad con el mundo natural que mostró de pequeña. Su más tierna infancia fue idÃlica. Sus padres la querÃan mucho y elaboraban curas mágicas para humanos y ganado ayudando asà discretamente a sus vecinos muggle.
Sin embargo, cuando tenÃa cinco años Isolt se quedó huérfana. Su hogar sufrió un ataque en el que murieron sus padres. Su tÃa Gormlaith Gaunt, distanciada de su madre, la rescató del fuego y se la llevó al valle vecino de Coomcallee, o ‘El Valle de la Bruja’, donde la crió.
Cuando Isolt se hizo mayor se dio cuenta de que, en realidad, su salvadora la habÃa secuestrado y habÃa matado a sus padres. Gormlaith era una persona inestable y cruel, una sangre pura fanática que pensaba que la amabilidad que su hermana mostraba a sus vecinos muggle llevarÃa a Isolt por un peligroso camino hacia el matrimonio mixto con un hombre no mágico. Gormlaith estaba convencida de que robar a la niña era la única manera de que su hija regresara al » buen camino»: aprenderÃa que era descendiente tanto de Morrigan como del mismÃsimo Salazar Slytherin y que debÃa relacionarse solo con otros sangre pura.
Gormlaith consideraba que ella era el modelo que Isolt necesitaba y obligó a la niña a observar mientras maldecÃa y embrujaba a todo muggle o animal que se acercara demasiado a su cabaña. La gente aprendió enseguida que debÃa evitar la morada de Gormlaith y, desde entonces, el único contacto que Isolt tuvo con los vecinos, alguna vez amigos de ella, eran los niños de la localidad que le arrojaban piedras cuando jugaba en el jardÃn.
Cuando Isolt recibió la carta de Hogwarts, Gormlaith le prohibió asistir, alegando que aprenderÃa más en casa que en un peligroso colegio igualitario lleno de sangre sucia. Sin embargo, como Gormlaith habÃa sido alumna de Hogwarts, le platicó mucho del colegio a Isolt. Aunque principalmente lo hacÃa para desprestigiarlo, pues lamentaba que los planes de Salazar Slytherin para preservar la pureza del mundo mágico no se hubiesen llevado a cabo, para su sobrina, aislada y maltratada por una tÃa a la que creÃa medio loca, Hogwarts parecÃa un paraÃso y durante su adolescencia fantaseó con él a menudo.
Durante doce años Gormlaith se aseguró la cooperación y el aislamiento de Isolt con magia oscura muy poderosa, pero, cuando por fin la joven tuvo suficiente valentÃa y talento, le robó la varita a su tÃa (pues no le permitÃa tener una propia) y se escapó. Isolt solo se llevó una cosa más con ella: un broche de oro con forma de nudo goridiano que perteneció a su madre. Después, Isolt huyó del paÃs.
Como tenÃa miedo de la represalia de Gormlaith y de sus prodigiosas habilidades de rastreo, se marchó primero a Inglaterra, pero Gormlaith pronto averiguó su paradero. Isolt, resuelta a esconderse de manera que su madre adoptiva nunca la encontrara, se cortó el pelo, se hizo pasar por un chico muggle llamado Elias Story y zarpó rumbo al Nuevo Mundo a bordo del Mayflower en 1620.
Isolt llegó a América junto a los primeros colonos muggles (la comunidad mágica norteamericana llama ‘nomagos’ a los muggles, por ‘No-Mágicos’). Pronto, desapareció sin dejar rastro y se escondió en las montañas; sus compañeros de viaje asumieron que Elias Story habÃa muerto de frÃo, como muchos otros aquel crudo invierno. Isolt dejó la nueva colonia en parte porque aún temÃa que Gormlaith la encontrara, incluso en un nuevo continente, pero también porque el viaje a bordo del Mayflower le habÃa mostrado que una bruja no encontrarÃa muchos amigos entre los puritanos.
Isolt estaba sola en un paÃs hostil que no conocÃa y, hasta donde sabÃa, estaba a cientos, si no miles, de kilómetros de cualquier otra bruja o mago; en sus lecciones parciales, Gormlaith nunca mencionó a los magos nativos americanos. Sin embargo, después de pasar varias semanas sola en las montañas, conoció a dos criaturas mágicas cuya existencia desconocÃa.
El Siempredetrás es un espectro nocturno que vive en el bosque y que caza criaturas humanoides. Tal como sugiere su nombre, puede contorsionarse para esconderse detrás de casi cualquier objeto y ocultarse asà de la mirada de cazadores y vÃctimas. Los nomagos han sospechado de su existencia, pero no pueden hacer frente a su poder. Solo una bruja o un mago tiene posibilidad de sobrevivir a los ataques de un Siempredetrás.
El Pukwudgie es una criatura nativa de América, un pariente lejano del duende europeo, de poca estatura, con la cara gris y las orejas largas. Es fieramente independiente y astuto, no le tiene mucho cariño a los humanos (ya sean mágicos o no) y posee su propia magia poderosa. Los pukwudgies cazan con flechas que contienen un veneno mortal y disfrutan jugando bromas a los humanos.
Ambas criaturas se encontraron en el bosque y el Siempredetrás, que tenÃa un tamaño y fuerza poco habitual, no solo logró capturar a este pukwudgie joven e inexperto, sino que estaba a punto de destriparlo cuando Isolt le lanzó una maldición que le hizo huir. Isolt no sabÃa que el pukwudgie pudiera ser extraordinariamente peligroso para los humanos, asà que lo recogió y se lo llevó a su refugio improvisado para cuidarlo hasta que recuperara la salud.
El pukwudgie declaró que estaba obligado a servir a Isolt hasta que tuviera una oportunidad de devolverle el favor. Para él era una gran humillación estar en deuda con una bruja joven que era tan ingenua como para vagar por un paÃs que desconocÃa, en el que un pukwudgie o un Siempredetrás podÃa atacar en cualquier momento, asà que Isolt tuvo que escuchar las diarias quejas del pukwudgie mientras éste la seguÃa a paso lento.
A pesar de la ingratitud del pukwudgie, Isolt lo encontraba entretenido y le agradaba su compañÃa. Con el tiempo se fue forjando una amistad casi única en la historia de sus respectivas especies. Fiel a los tabúes de su gente, el pukwudgie se negó a decirle su nombre, asà que Isolt decidió apodarlo William, igual que su padre.
William empezó a enseñarle a Isolt las criaturas mágicas que él conocÃa. Viajaron juntos para ver cazar a los hodags cabeza de rana, se enfrentaron a un snallygaster dragoniano y observaron cómo jugaban los cachorros recién nacidos de wampus al amanecer.
Lo que más fascinó a Isolt fue la gran serpiente cornuda de rÃo que tenÃa una joya en la frente y que vivÃa en un arroyo cercano. Hasta su guÃa pukwudgie se sentÃa aterrado ante esta bestia pero, para su asombro, Isolt parecÃa gustarle a la serpiente cornuda. Lo más alarmante para William era que Isolt asegurara entender lo que la serpiente cornuda le decÃa.
Ella aprendió que no debÃa hablarle a William de su extraña afinidad con la serpiente ni informarle de que la serpiente parecÃa contarle cosas. Empezó a visitar sola el arroyo y jamás le contaba al pukwudgie dónde habÃa estado. El mensaje de la serpiente era siempre el mismo: «Hasta que no pertenezca a tu familia, tu familia está maldita».
Isolt no tenÃa familia, excepto Gormlaith, allá en Irlanda, y no lograba entender el crÃptico mensaje de la serpiente cornuda, pero tampoco sabÃa si la voz que parecÃa hablarle era imaginación suya o no.
Isolt pudo reunirse finalmente con gente como ella, aunque fue en circunstancias trágicas. William y ella estaban buscando comida en el bosque un dÃa cuando oyeron un ruido espeluznante no muy lejano. William gritó a Isolt que no se moviera y salió corriendo a través de los árboles, con la flecha venenosa presta.
Por supuesto, Isolt no siguió sus indicaciones y se encontró con una escena horrible al llegar a un pequeño claro poco después. El mismo Siempredetrás que habÃa intentado matar a William habÃa tenido más éxito con un par de ingenuos humanos que ahora yacÃan muertos en el suelo. Peor aún, muy cerca habÃa dos niños gravemente heridos que esperaban su turno mientras el Siempredetrás se preparaba para destripar a sus padres.
Isolt y el pukwudgie vencieron sin dificultad al Siempredetrás y esta vez lograron destruirlo. El pukwudgie estaba encantado con su labor de aquella tarde y siguió recogiendo moras ignorando los leves quejidos de agonÃa de los niños que yacÃan en el suelo. Isolt le indicó muy enfadada que ayudase a llevar a los niños al refugio y William hizo una buena rabieta. Los niños, según dijo, ya estaban muertos. Ayudar a la humanidad iba en contra de las creencias de su especie: Isolt solo era una infortunada excepción porque le habÃa salvado la vida.
La insensibilidad del pukwudgie enervó a Isolt y le propuso salvar la vida de uno de los niños para compensarla por ese episodio. Los dos niños estaban tan enfermos que temÃa aparecerse con ellos, pero insistió en llevarlos al refugio. A regañadientes, el pukwudgie aceptó cargar al niño mayor, quien se llamaba Chadwick, mientras que Isolt cargó con el pequeño Webster de vuelta a su refugio.
Una vez allÃ, Isolt le dijo furiosa a William que ya no lo necesitaba. El pukwudgie le echó una mirada furibunda y se desvaneció.
Isolt habÃa sacrificado a su único amigo por dos niños pequeños que quizá no sobrevivirÃan. Afortunadamente lo lograron, y se llevó una grata sorpresa al descubrir que eran mágicos.
Los padres de Chadwick y Webster eran magos y los habÃan llevado a América en busca de aventuras fascinantes. El viaje terminó en tragedia cuando la familia se adentró en los bosques y se encontró con el Siempredetrás. Al no estar familiarizado con este tipo de criaturas, el señor Boot pensó que se trataba de un boggart común o de jardÃn e intentó ridiculizarlo. El desenlace, como Isolt y William presenciaron, fue horrible.
Los niños estuvieron tan graves las dos primeras semanas que Isolt no se atrevió a dejarlos. La preocupaba que, con las prisas de salvar a los niños, no habÃa podido enterrar dignamente a sus padres. Cuando Chadwick y Webster por fin se recuperaron lo suficiente como para poder dejarlos solos unas horas, Isolt volvió al bosque con la intención de cavar unas tumbas que los chicos pudieran visitar algún dÃa.
Para su sorpresa, al llegar al claro se encontró con un joven llamado James Steward. Él también pertenecÃa al asentamiento de Plymouth. Tras perder a la familia que habÃa conocido en su viaje a América, entró en el bosque para buscarlos.
Isolt observó cómo James terminaba de marcar las tumbas que habÃa cavado a mano. Después, recogió las varitas rotas que habÃa encontrado junto a los señores Boot. Con el entrecejo fruncido, examinó el centro brillante de fibra de corazón de dragón que sobresalÃa de la varita del señor Boot y la agitó a la ligera. Como siempre sucede cuando un nomago agita una varita, ésta se rebeló. James salió despedido de espaldas a través del claro y quedó noqueado al golpearse con un árbol.
Se despertó en un pequeño refugio de ramas y pieles de animal y se encontró con que Isolt lo estaba cuidando. Ella no podÃa ocultarle su magia en un lugar tan pequeño, sobre todo cuando preparaba pociones para ayudar a recuperarse a los niños Boot o cuando usaba su varita para cazar. La idea de Isolt era desmemorizar a James cuando se recuperase del golpe y enviarlo de nuevo a la colonia en Plymouth.
Pero mientras tanto, disfrutaba de tener un adulto con el que hablar, sobre todo alguien que se llevaba bien con los Boot y los entretenÃa mientras se recuperaban de sus heridas mágicas. Como James habÃa sido cantero en Inglaterra, ayudó a Isolt a construir una casa de piedra en lo alto del monte Greylock elaborando un diseño factible que ella puso en pie en apenas una tarde. Isolt decidió llamar a su nuevo hogar Ilvermorny, en recuerdo de la cabaña en la que habÃa nacido y que Gormlaith habÃa destruido.
DÃa tras dÃa, Isolt se prometÃa desmemorizarlo, pero el miedo de James a la magia se iba desvaneciendo poco a poco hasta que finalmente pareció más fácil admitir que estaban enamorados. Se casaron y no hubo más que hablar.
Isolt y James consideraban a los Boot sus hijos adoptivos. Isolt les contó de segunda mano las historias de Hogwarts que Gormlaith le habÃa enseñado. Los niños deseaban ir a ese colegio y preguntaban constantemente por qué no podÃan volver todos a Irlanda para esperar allà sus cartas. Pero Isolt no querÃa asustarles hablándoles de Gormlaith. A cambio, les prometió que cuando cumplieran once años, encontrarÃa una varita para cada uno (las de sus padres eran irreparables) y empezarÃan una escuela de magia allà mismo en la cabaña.
Esta promesa despertó la imaginación de Chadwick y Webster. Prácticamente todas las ideas que los chicos tenÃan sobre cómo debÃa de ser un colegio de magia se basaban en Hogwarts, asà que se empeñaron en que Ilvermorny tuviera cuatro casas. Enseguida abandonaron la idea de ponerles sus nombres, como fundadores, pues Webster creÃa que una casa que se llamase Webster Boot nunca podrÃa ganar nada, y optaron por elegir cada uno su criatura mágica favorita. Chadwick, un chico inteligente aunque algo temperamental, eligió el ave del trueno, un pájaro que puede generar una tormenta con solo volar. El obstinado pero leal Webster optó por el wampus, un felino mágico de aspecto similar a una pantera, rápido, fuerte y prácticamente imposible de matar. Para Isolt se trataba, por supuesto, de la serpiente cornuda que seguÃa visitando y por la que sentÃa una afinidad especial.
Cuando le preguntó cuál era su criatura favorita, James no supo qué decir. El único nomago de la familia no era capaz de identificarse con las criaturas mágicas que el resto conocÃa tan bien. Finalmente, eligió al pukwudgie porque las anécdotas que su mujer le habÃa contado del cascarrabias de William siempre le hacÃan reÃr.
Y asà es como se crearon las cuatro casas de Ilvermorny. Aunque los cuatro fundadores aún no lo sabÃan, las personalidades de cada uno se filtraron en las casas que habÃan bautizado con tanta ligereza.
El undécimo cumpleaños de Chadwick se acercaba. Isolt no sabÃa cómo conseguir la varita que le habÃa prometido. Que ella supiera, la única varita que habÃa en América era la que le habÃa robado a Gormlaith. No se atrevÃa a diseccionarla para averiguar cómo estaba fabricada y, tras investigar las varitas de los padres de los chicos, solo pudo averiguar que la fibra de corazón de dragón y el pelo de unicornio que contenÃan, hacÃa mucho que se habÃan marchitado hasta morir.
La vÃspera del cumpleaños de Chadwick, Isolt soñó que bajaba al arroyo en busca de la serpiente cornuda; esta salÃa del agua y acercaba su cabeza para que pudiera cortar una gran esquirla de su cuerno. Asà que se despertó en plena oscuridad y se dirigió al arroyo.
La serpiente cornuda la estaba esperando. Levantó su cabeza igual que en el sueño, cortó el trozo de su cuerno y le dio las gracias antes de regresar a casa para despertar a James, que habÃa decorado la casa haciendo alarde de su habilidad con la piedra y la madera.
Cuando Chadwick se despertó al dÃa siguiente, encontró una varita finamente tallada en fresno espinoso que contenÃa el cuerno de la serpiente. Isolt y James lograron crear una varita de poder excepcional.
Cuando Webster cumplió once años, la reputación de su pequeña escuela familiar ya habÃa crecido. Dos niños mágicos más de la tribu wampanoag se habÃan sumado a una madre narragansett y sus dos hijas, y todos ellos estaban interesados en aprender variterÃa a cambio de compartir sus propios conocimientos mágicos. Cada uno recibió varitas hechas por Isolt y James. Algún tipo de instinto protector le dijo a Isolt que reservase los centros de serpiente cornuda para sus hijos, asà que James y ella aprendieron a usar otro tipo de centros, como pelos de wampus, fibras de corazón de snallygaster o cuernos de lebrÃlope.
CorrÃa el año 1634 y la escuela habÃa crecido mucho más de lo que podÃa haber soñado la familia. La cabaña crecÃa un poco más cada año. Como el número de alumnos habÃa crecido, aunque el colegio era aún pequeño, habÃa suficientes niños para hacer realidad el sueño de Webster y realizar competencias entre las casas. Sin embargo, la fama de la escuela aún no habÃa trascendido más allá de las tribus de nativos y los colonos europeos de la región, y el colegio no tenÃa alumnos internos. Los únicos que se quedaban en Ilvermorny una vez caÃa la noche eran Isolt, James, Chadwick, Webster y las gemelas recién nacidas: Martha, como la difunta madre de James, y Rionach, como la de Isolt.
Esta gran familia, feliz y atareada, ignoraba que un gran peligro les acechaba desde muy lejos. La noticia de la fundación de un nuevo colegio de magia en Massachusetts habÃa llegado al viejo continente. Se decÃa que la directora recibÃa el sobrenombre de Morrigan en honor de la famosa bruja irlandesa. Sin embargo, hasta que no se enteró de que el nombre de la escuela era Ilvermorny, Gormlaith no se creyó que Isolt habÃa viajado hasta América sin que nadie se diera cuenta para casarse, no con alguien de familia muggle, sino con un auténtico muggle. Además, habÃa abierto una escuela para formar a cualquiera que tuviera una pizca de magia.
HacÃa ya tiempo que Gormlaith habÃa comprado una nueva varita en la tienda que tanto despreciaba, la de Ollivanders, para sustituir a la preciada reliquia familiar que habÃa pasado de generación en generación hasta que Isolt la habÃa robado. No querÃa que su sobrina supiera que estaba en camino hasta que fuera demasiado tarde, asà que, sin saberlo, imitó a Isolt: se hizo pasar por hombre y zarpó a bordo del Bonaventure para cruzar hacia América. Con la maldad que le caracterizaba decidió utilizar el nombre William Sayre, el del padre asesinado de Isolt. Gormlaith llegó a Virginia y, con mucho sigilo, se dirigió hacia Massachusetts y el monte Greylock. Llegó a la montaña una noche de invierno. Se proponÃa devastar la segunda Ilvermorny, matar a los padres que habÃan frustrado su ambición de formar una gran familia de sangre pura, secuestrar a sus sobrinas-nietas, las últimas de tan sagrado linaje, y regresar con ellas al Valle de la Bruja.
En cuanto divisó el gran edificio de granito que se alzaba en la oscuridad sobre la cima del monte Greylock, Gormlaith echó una poderosa maldición sobre la casa que contenÃa los nombres de Isolt y James y que hizo que éstos cayeran en un profundo sueño encantado.
Después, pronunció una sola palabra sibilante en lengua pársel, la lengua de las serpientes. La varita que durante tantos años habÃa servido fielmente a Isolt tembló una vez en la mesita de noche mientras ella dormÃa, y se desactivó. En todos los años que se valió de ella, Isolt nunca supo que en su mano tenÃa la varita de Salazar Slytherin, uno de los fundadores de Hogwarts, y que contenÃa un fragmento del cuerno de una serpiente mágica: en este caso, de un basilisco. El creador habÃa instruido a la varita para que se durmiera cuando se le ordenara, este secreto habÃa pasado de generación en generación a través de los siglos a cada miembro de la familia de Slytherin que la poseyera.
Lo que Gormlaith no sabÃa era que en la casa vivÃan otras dos personas a las que no habÃa encantado, pues no habÃa oÃdo hablar ni de Chadwick, de dieciséis años, ni de Webster, de catorce. El otro dato que no sabÃa era lo que contenÃa el centro de sus varitas: el cuerno de la serpiente de rÃo. Esas varitas no se desactivaron cuando Gormlaith habló en pársel, sino que, al oÃr aquella lengua antigua, el centro mágico comenzó a vibrar y, presintiendo que sus dueños estaban en peligro, empezaron a emitir una nota musical grave, la misma que emite la serpiente cornuda cuando siente una amenaza.
Los niños Boot se despertaron y brincaron de la cama. Chadwick miró instintivamente por la ventana. Entre los árboles pudo ver la silueta de Gormlaith Gaunt acercándose sigilosamente hacia la casa.
Como todos los niños, Chadwick habÃa oÃdo y entendido más de lo que sus padres adoptivos se imaginaban. CreÃan que habÃan conseguido protegerle de las historias de la asesina Gormlaith, pero se equivocaban. Cuando era pequeño, Chadwick oyó a Isolt hablar del motivo por el que se habÃa escapado de Irlanda y, poco se podÃan imaginar ella y James, a menudo la imagen de una vieja bruja atormentaba a Chadwick en sueños, acercándose poco a poco a Ilvermorny a través de los árboles. Esta vez, la pesadilla se habÃa materializado.
Le dijo a Webster que avisara a sus padres, Chadwick bajó corriendo la escalera e hizo lo único que en aquel momento tenÃa sentido para él: salió corriendo de la casa para enfrentarse a Gormlaith e impedir que entrara a donde su familia dormÃa.
Gormlaith no esperaba encontrarse con un mago adolescente y lo subestimó en un principio. Chadwick esquivó su maldición con destreza y comenzaron el duelo. Gormlaith, a pesar de ser mucho más poderosa que Chadwick, tuvo que admitir que el chico tenÃa talento y habÃa sido bien instruido. Mientras le echaba maldiciones con el objetivo de someterlo y lo hacÃa retroceder hacia la casa, le preguntó por el origen de su familia pues, según dijo, detestarÃa matar a un sangre pura.
Mientras, Webster intentaba despertar a sus padres, pero el encantamiento los habÃa afectado con tal profundidad que ni los gritos de Gormlaith ni las maldiciones que golpeaban la casa pudieron despertarlos. Webster se lanzó escaleras abajo y se sumó al duelo que proseguÃa al pie de la casa.
Este dos contra una le pusieron las cosas difÃciles y, por si fuera poco, los centros gemelos de las varitas de los Boot multiplicaban su fuerza por diez al utilizarse juntas contra un mismo enemigo. A pesar de todo, la magia de Gormlaith era suficientemente oscura y fuerte como para hacerles frente. Ahora el duelo habÃa alcanzado proporciones extraordinarias, por un lado, Gormlaith aún reÃa y prometÃa a los chicos indulgencia si podÃan probar que eran sangre pura; por otro, Chadwick y Webster ponÃan todo su empeño en evitar que la bruja llegara hasta su familia. Los hermanos se vieron forzados a entrar en la casa. Isolt y James seguÃan durmiendo mientras las paredes se resquebrajaban y las ventanas se hacÃan añicos en el piso de abajo, pero las gemelas se despertaron y empezaron a llorar de miedo.
Eso fue lo que deshizo el encantamiento de Isolt y James. La rabia y la magia no podÃan despertarlos, pero los alaridos de sus hijas rompieron la maldición que Gormlaith les habÃa echado, la cual, al igual que Gormlaith, no tenÃa en cuenta el poder del amor. Isolt le gritó a James que fuese hacia las niñas y ella corrió para ayudar a sus hijos adoptivos con la varita de Slytherin en la mano.
Cuando la levantó para atacar a su odiada tÃa, se dio cuenta de que, para lo que iba a servirle, la varita durmiente bien podrÃa haber sido cualquier palito que recogiera del piso. Regodeándose, Gormlaith hizo que Isolt, Chadwick y Webster retrocediesen escaleras arriba y los dirigió hacia el lugar del que procedÃa el llanto de sus sobrinas-nietas. Finalmente logró abrir las puertas de su dormitorio y allà encontró a James listo para morir delante de las cunas de sus hijas. Isolt estaba convencida de que todo estaba perdido y llamó a gritos a su padre asesinado sin saber lo que decÃa.
Se oyó un gran estruendo y la luz de la luna desapareció unos instantes cuando William el pukwudgie apareció en el alféizar. Antes de que Gormlaith supiera qué estaba pasando, una flecha envenenada le habÃa atravesado el corazón. Se le escapó un grito sobrenatural que se pudo oÃr a cientos de kilómetros. La vieja bruja se habÃa aprovechado de todo tipo de magia oscura para volverse invencible y todas esas maldiciones reaccionaron en contacto con el veneno del pukwudgie, petrificándola hasta volverla tan quebradiza como el carbón y romperse en un millón de pedazos. La varita de Ollivanders cayó al suelo y explotó. Todo lo que quedaba de Gormlaith Gaunt era un montón de polvo humeante, un palo roto y una fibra de corazón de dragón carbonizada.
William les habÃa salvado la vida. A cambio de su gratitud, el pukwudgie bramó que se habÃa dado cuenta de que Isolt no se habÃa dignado a decir su nombre en una década y que se sentÃa ofendido porque solo le llamaba cuando estaba a punto de morir. Ella tuvo el tacto de no decir que habÃa llamado a otro William. James estaba encantado de conocer al pukwudgie del que habÃa escuchado tantas historias y, sin recordar que esta especie odiaba a casi todos los humanos, apretó la mano del perplejo William y le dijo lo agradecido que estaba por haberle puesto su nombre a una de las casas de Ilvermorny.
Se cree que este halago ablandó el corazón de William porque al dÃa siguiente trasladó a su familia de pukwudgies a la casa y, a regañadientes como siempre, los ayudó a reparar todos los destrozos que habÃa causado Gormlaith. Fue entonces cuando afirmó que los magos eran demasiado tontos como para protegerse bien y negoció un anticipo considerable en oro para convertirse en el servicio privado de seguridad y mantenimiento del colegio.
La varita de Slytherin seguÃa inactiva tras la orden en pársel de Gormlaith. Isolt entendÃa la lengua, pero no la hablaba y además, no querÃa volver a utilizar una varita que era lo único que quedaba ya de su triste infancia. Ella y James la enterraron lejos de los terrenos del colegio.
Al cabo de un año, una especie desconocida de colubrina habÃa crecido allà donde estaba enterrada la varita. Intentaron podarlo y arrancarlo de la tierra, pero el árbol resistÃa. Después de algunos años descubrieron que las hojas tenÃan poderosas propiedades medicinales. El árbol parecÃa atestiguar el hecho de que la varita de Slytherin, al igual que sus descendientes repartidos por el mundo, contenÃa bondad y maldad. Lo mejor de él parecÃa haber migrado a América.
La reputación de Ilvermorny mantuvo un crecimiento estable a través de los siguientes años. La casa de granito se convirtió en un castillo y contrataron a nuevos profesores para cubrir una demanda cada vez mayor. Ahora niños magos y brujas de toda Norteamérica eran enviados a asistir al colegio, y éste se tuvo que convertir en un internado. Ya en el siglo diecinueve, Ilvermorny habÃa adquirido la fama internacional que aún conserva hoy en dÃa.
Isolt y James compartieron la dirección del colegio durante muchos años y fueron muy queridos por muchas generaciones de estudiantes como si fueran miembros de sus propias familias.
Chadwick se convirtió en un gran mago que viajó por medio mundo y escribió Los encantamientos de Chadwick, Volúmenes I-VII, libros que a dÃa de hoy aún se utilizan en las aulas de Ilvermorny. Se casó con una sanadora mexicana llamada Josefina Calderon, y la familia Boot-Calderon sigue siendo una de las familias de magos más prominentes de América.
Antes de que se creara el MACUSA (el Magicongreso Único de la Sociedad Americana), el Nuevo Mundo carecÃa de sistema legal mágico. Webster Boot se convirtió en lo que ahora llamarÃamos auror autónomo. Durante un viaje a Londres para repatriar a un mago tenebroso especialmente cruel, Webster conoció y se enamoró de una joven bruja escocesa que trabajaba en el Ministerio de Magia. Asà que parte de la familia Boot regresó a su paÃs de origen y los descendientes de Webster se formaron en Hogwarts.
Martha, la mayor de las gemelas de Isolt y James, era una squib. Aunque sus padres y hermanos adoptivos la querÃan mucho, era doloroso para ella crecer en Ilvermorny sin poder desarrollar su magia. Finalmente se casó con el hermano no mágico de un amigo de la tribu Pocomtuc y desde entonces vivió como una nomaga.
Rionach, la pequeña de las gemelas de Isolt y James, fue profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras en Ilvermorny durante muchos años. Nunca se casó. Se habÃa extendido el rumor, aunque la familia nunca lo confirmó, de que Rionach, al contrario que su hermana Martha, habÃa nacido con la habilidad de hablar en lengua pársel y estaba decidida a no perpetuar el linaje de Slytherin a la siguiente generación (la rama norteamericana de la familia no sabÃa que Gormlaith no era la última Gaunt, y que en Inglaterra el árbol genealógico seguÃa creciendo).
Isolt y James vivieron más de 100 años. HabÃan visto a la cabaña de Ilvermorny convertirse en castillo de granito y murieron sabiendo que su colegio era tan famoso que familias mágicas de toda Norteamérica suplicaban poder educar a sus hijos allÃ. HabÃan contratado personal, construido dormitorios y ocultado el colegio de los chismes de los nomagos con ingeniosos encantamientos. En resumen, la niña que habÃa soñado con ser alumna de Hogwarts habÃa ayudado a fundar el equivalente norteamericano.
Como serÃa de esperarse de una escuela cofundada por un nomago, Ilvermorny tiene fama de ser una de las instituciones más democráticas y menos elitistas de todas las grandes escuelas de magia.
Unas estatuas de mármol de Isolt y James flanquean la entrada al castillo de Ilvermorny. Las puertas dan a una sala redonda rematada por una cúpula de cristal. A media altura, un balcón de madera recorre la sala. La estancia no tiene más decoración que cuatro enormes esculturas de madera que representan a las casas: la Serpiente Cornuda, la pantera Wampus, el Ave del trueno y el Pukwudgie.
Mientras el resto del colegio observa desde el balcón, los nuevos estudiantes entran en fila en el redondo vestÃbulo. Se distribuyen alrededor de la sala y, uno a uno, deben ir hasta el centro y colocarse sobre el sÃmbolo del nudo goridiano grabado en el suelo de piedra. En silencio, el colegio espera a que las esculturas encantadas actúen. Si la Serpiente Cornuda quiere al alumno, el cristal engarzado en su frente se ilumina. Si el Wampus lo escoge, se oye un rugido. El Ave del trueno indica su aprobación batiendo las alas y el Pukwudgie alza una flecha al aire.
Si más de una escultura indica que desea incluir al alumno en su casa, el alumno es quien decide. Rara vez, quizás una por década, recibe un alumno una invitación a las cuatro casas. Seraphina Picquery, quien presidió el MACUSA de 1920 a 1928, fue la única bruja de su generación que recibió tal honor, y eligió la Serpiente Cornuda.
Hay quien dice que las casas de Ilvermorny simbolizan al mago o bruja completo: Serpiente Cornuda representa la mente; Wampus, el cuerpo; Pukwudgie, el corazón; y Ave del trueno, el alma. Otros aseguran que Serpiente Cornuda elige a los sabios; Wampus, a los guerreros; Pukwudgie, a los sanadores; Ave del trueno, a los aventureros.
La Ceremonia de Selección no es la única gran diferencia entre Hogwarts e Ilvermorny (aunque sà que tienen muchas similitudes). Tras haber sido asignados a una casa, los estudiantes deben pasar a una gran sala en la que eligen (o son elegidos por) una varita. Hasta que se revocó la Ley de Rappaport en 1965, la cual imponÃa un acatamiento muy estricto del Estatuto del Secreto, a los niños no se les permitÃa tener una varita hasta que llegaban a Ilvermorny. Y lo que es más, tenÃan que dejar las varitas en Ilvermorny durante las vacaciones y solo cuando cumplÃan diecisiete años la bruja o mago tenÃa permiso legal de llevar una varita fuera del colegio.
Las túnicas de Ilvermorny son de color azul y rojo arándano. Los colores rinden homenaje a Isolt y James: azul porque era el color favorito de Isolt y porque de pequeña le hubiese gustado pertenecer a Ravenclaw; rojo por el dulce preferido de James, tarta de arándanos. Las túnicas de los alumnos de Ilvermorny se atan con un nudo goridiano de oro, por aquel broche que Isolt encontró en las ruinas de la primera cabaña Ilvermorny.
Varios pukwudgies aún trabajan en el colegio actualmente, todos quejándose, todos insistiendo que no desean quedarse allÃ, y aun asÃ, misteriosamente, todos siguen presentándose año tras año. Uno de ellos es muy anciano y responde al nombre de William. Se rÃe ante la idea de que él sea el William original que salvó la vida de Isolt y James y apunta, acertadamente, que si el primer William siguiera vivo tendrÃa más de 300 años. Sin embargo, nadie ha descubierto exactamente cuántos años pueden llegar a vivir los pukwudgies. William se niega a dejar que nadie más lustre la estatua de Isolt a la entrada del colegio y, cada año, en el aniversario de su muerte, se le puede ver dejando un ramo de flores de mayo sobre su tumba, algo que suele ponerle de muy mal humor si alguien es tan insensible como para mencionarlo.
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