El famoso buscador del equipo de Quidditch de Bulgaria, Viktor Krum, ha asegurado el paso de su equipo a la final del Mundial de Quidditch 2014, tras derrotar a Japón en un juego lleno de emoción y astucia por parte de sus jugadores. La reportera del Diario El Profeta Ginny Potter ya ha publicado su más reciente reporte al respecto, vÃa Pottermore. La autora JK Rowling aún no ha confirmado el dÃa en que se jugará la final entre Brasil y Bulgaria, pero se espera que pronto se anuncie vÃa Pottermore Insider.
Informa Ginny Potter, corresponsal de El Profeta en el desierto de la Patagonia.
Bulgaria 610 – Japón 460
Un minuto antes de salir al campo para disputar el segundo partido de estas semifinales, el golpeador búlgaro Boris Vulchanov declaró: «En ningún momento hemos estado entre los favoritos de este mundial. No tenemos nada que perder y tenemos todo por ganar. Nos vamos a dejar la piel en el campo».
Y vaya si lo han hecho. Si de algo se tienen que sentir orgullosos los japoneses –un equipo que ha jugado de manera excepcional a lo largo de todo el mundial y que ha aportado al mundo mágico dos nuevos Ãdolos, los golpeadores Shingo y Hongo– es de haber participado en una semifinal que no se olvidará fácilmente: hemos visto el mayor número de goles de los últimos años y un juego de lo más apasionante.
Como cabÃa esperar, Shingo y Hongo dominaron la primera parte. El partido se tuvo que interrumpir en dos ocasiones para que los sanadores pudieran atender al equipo búlgaro; apenas habÃa pasado una hora y ya habÃa seis jugadores sangrando por la cabeza.
A continuación se pudo presenciar un alarde de deportividad que ninguno de los presentes olvidará en mucho tiempo. Las bludgers atravesaban el campo como balas de cañón y Vulchanov decidió proteger a su compañero y buscador Krum, que habÃa iniciado una feroz persecución de la snitch. Una bludger golpeó a Vulchanov y cayó de su escoba inconsciente, pero la buscadora japonesa Noriko Sato lo recogió para salvarlo. Como Sato no podÃa ir tras la snitch, Krum se detuvo para no aprovecharse de esta ventaja momentánea. Krum, Sato y Vulchanov (ya recuperado) recibieron una gran ovación del público en cuanto se reanudó el partido.
Aunque la defensa japonesa ha recibido elogios más que merecidos desde todos los rincones del mundo quidditch, tampoco hay que ignorar el juego de los cazadores Ryuichi Yamaguchi, Kimiko Kurosawa y Yoshi Wakahisa. CorrÃa la octava hora del partido y la selección de Japón superaba en doscientos cincuenta puntos a su contrincante. A pesar de ir perdiendo, los búlgaros supieron defenderse de todos los lanzamientos de Shingo y Hongo. El juego de los búlgaros no fue vistoso, pero nadie puede poner en duda su valentÃa.
La snitch apareció por segunda vez y Krum se lanzó tras ella para distraer a Sato, pero se negó a cazarla y la ahuyentó. Fue su manera de demostrar su confianza en su equipo, una situación muy diferente a la vivida durante aquella infame final del 94 en la que puso fin al partido para evitar que la selección irlandesa humillase más aún a Bulgaria.
Ese fue el punto de inflexión del enfrentamiento. Poco a poco los búlgaros consiguieron igualar el marcador simplemente a base de insistir y mejorar su táctica defensiva. Después, ya en la décima hora del partido, llegó la gran sorpresa: Krum ejecutó una excelente maniobra de distracción que hizo pensar a Sato que estaba evitando el campo visual de Hongo; antes de que el público y sus compañeros pudieran darse cuenta, Krum cazó la snitch. Los espectadores quedaron tan sorprendidos que todo el estadio quedó en silencio y pasaron diez segundos antes de que los seguidores del equipo búlgaro se atrevieran a vitorear a su equipo. La fiesta de celebración continúa todavÃa al cierre de este artÃculo. Tan solo los corazones más impasibles sienten indiferencia por la selección de Japón, que se enfrentará a EE. UU. en la final de consolación por el tercer puesto.
Al igual que las anteriores entradas de Ginny Potter, este último reporte puede accederse en el Diario El Profeta directamente en Pottermore, aquÃ.