Por: Geannys Recio
La veÃa todos los dÃas, la humillaba frente a mis amigos pero en el fondo solo yo sabia lo que sentÃa por ella, el hecho de que fuera hija de muggles cerraba todo las posibilidades no podÃa permitirme sentir esto, era en lo único en lo que pensaba.
Esa tarde la vi de nuevo, estaba como siempre en la biblioteca acompañada
del idiota de weasly, como una persona tan inteligente podrÃa juntarse con una tonto como ese y precisamente ese dÃa en el que estaba decidido a hablarle.
-Hermione me voy tengo practica de Quidditch podrÃas terminar mi trabajo.
-Siempre lo hago, dijo esta.
-Eres genial, adiós.
Espere a que el saliera de la biblioteca y me acerque sigilosamente hacia donde ella estaba sentada, se veÃa tan radiante eso solo ocurrÃa cuando estaba rodeada de libros;
-Granger, que haces?, otra ves ayudando al idiota de weasly.
-Lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia.
-Tienes razón. Pero lo que en realidad pensaba en ese momento era en como acercarme a ella y de que manera hablarle después de tantos desprecios e insultos.
-¿PodrÃa hablar contigo?,(me esforcé por decir esto) Hermione.
-Hablare contigo solo por que tuviste la decencia de llamarme por mi nombre.
-Vamos a la torre de astronomÃa no quiero que nadie escuche.
Ãbamos caminando hacia la torre de tanto en tanto la miraba, como deseaba saber legeremancia y poder ver que era lo que estaba pensando en ese instante.
Al entrar en la torre y cerrar la puerta paso algo que jamás imagine, Hermione se abalanzo sobre mi y me beso, de inmediato le correspondà era el beso perfecto el beso con el que estuve soñando desde el primer momento que entendà que lo que sentÃa por ella no era desprecio sino amor, fue como si hubiera bebido un caldero lleno de poción Felix Felicis, ya no importaban Voldemort, ni el cuento de los Sangre Limpia, solo importaba lo que sentÃamos y que nunca fuimos capaces de decirnos, solo importaba ella, su inteligencia, su larga y espesa mata de cabello castaño y el hecho de que fuera Sangre Sucia salio de mi mente como si nunca hubiese estado allÃ.
Nos separamos después de lo pudo haber sido una eternidad.
-Te Amo, fue lo primero que pude decir.
-Yo también Te Amo Draco.
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