Señor Presidente, damas y caballeros, por favor perdonen mi acento y todos los errores gramaticales que estoy a punto de cometer. Mi Francés es muy básico, aunque lo enseñé en Escocia hace muchos años. Sin embargo, lo recuerdo lo suficiente para apenarme por mis errores. Primero deseo agradecerles desde el fondo de mi corazón por otorgarme ésta distinción. Es tanto extraordinario como inesperado. No puedo decir que creo merecerlo verdaderamente, pero la Legión del Honor tiene un significado especial y personal para mi, como explicaré a continuación. Dicho esto, la perspectiva de visitar el [palacio presidencial] Elysee y conocer al Presidente [Nicolas Sarkozy] fue suficiente para convencerme de aceptar su invitación. Estoy particularmente feliz de recibir ésta medalla en frente de los jóvenes fanáticos Franceses, pues su profundo apego a la serie y sus muchas cartas me han hecho feliz durante años. Como dije, la Legión del Honor tiene connotaciones especiales y personales en mi vida. Mi abuelo fue Francés: su nombre fue Louis Volant, y él obtuvo la Legión del Honor en 1924 por su coraje en Verdum. Evidentemente, mi propio mérito no es de ninguna manera comparable a la valentÃa de alguien que sacrificó su vida o padeció severos castigos en el nombre de la libertad y la justicia. Sin embargo, Louis es un ancestro del que siempre me he enorgullecido. Me gustarÃa creer que a él le alegrarÃa saber que hay una segunda Legión del Honor de la familia, y que los libros escritos por su descendiente han sido disfrutados por su paÃs nativo.
Quisiera aprovechar ésta oportunidad para expresar mi gratitud por Gallimard [editorial Francesa de la serie de Harry Potter]; gracias por apoyar a Harry y a su creadora. Gallimard fue la primera editorial extranjera de los libros de Harry Potter, asà que tiene un lugar muy especial en mi corazón. También quiero agradecer a mis lectores Franceses por no tener resentimiento conmigo, al dar un nombre Francés al villano de mis libros. Puedo asegurarles que no hubo ningún sentimiento anti-Francés en esa elección. Soy fanática de Francia y siempre me ha enorgullecido serlo, pero necesitaba un nombre que evocara tanto poder como exoticismo. Tristemente, debo decirles que el mismo Voldemort es 100% Inglés. Dudo que alguno de mis siguientes libros tenga el éxito de Harry Potter, que ha ido más allá de lo que jamñas hubiese soñado. Estoy muy contenta con éste éxito y mi mayor orgullo es pensar que gracias a Harry, los niños han descubierto el placer de leer. Nunca olvidaré los años en los que se publicaron los libros. Fueron los años más extraordinarios de mi vida y una tarde como ésta confirma, una vez más, la mágica transformación que Harry Potter ha realizado en la vida de su autora. Señor Presidente, gracias de nuevo por éste inmenso honor. Será un precioso recuerdo para mi, asà como una hermosa tarde. Gracias.
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