DÃa nuevo, capitulo nuevo (y cronista nueva xD) de esta cronologÃa donde leemos juntos los capÃtulos que se encuentran en los libros anexos de Harry Potter. Seguimos con el libro Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, ésta vez con el capitulo numero tres.
Newt Scamander nos presenta el contenido del libro con un pequeño recuento desde el inicio de sus viajes, desde que era un pequeño mozuelo que destrozaba Horklumps en su dormitorio, hasta el dÃe en que el señor Augustus Worme de Obscurus Book le pregunto que le parecÃa la idea de escribir un libro donde se hablara de criaturas mágicas.
Pero el objetivo principal de ésta introducción no es enterarnos que el joven Scamander perseguÃa bestias mientras estaba cubierto de restos de Horklump, sino que en ella nos responde preguntas que muchas veces hemos tenido, preguntas que a el le llegaron desde que el libro se imprimió por primera vez en 1927.
¿Qué es una bestia?
La definición va más allá de ser «algo grande y peludo con muchas patas». Aunque también es algo complicado de definir, por lo que ha creado controversia a lo largo de los años. Esto debido a que no habÃa ningún rango para determinar cuál era «ser» y cual era «bestia». Burdock Muldoon cometió el error de definir a los seres como todos aquellos que caminan en dos patas y al resto como bestias, lo que hizo que termino con una sala llena de criaturas en dos patas que graznaban, se lamentaban y cantaban, por no mencionar a los trolls que destrozaron las paredes del recinto.
Más tarde, Elfrida Clagg fue la del error al definir como seres a aquellos que pudieran hablar el lenguaje humano y pudieran hacerse entender. Ésta vez la sala se llenó de jarveys que corrÃan entre las patas de las sillas mordiendo tobillos, los Trolls volvieron a hacer destrozos, los fantasmas se hicieron presentes y los centauros se rehusaron a ir debido a la exclusión de la gente del agua que sólo hablaba sirenio.
No fue hasta 1811 cuando se encontró una definición «adecuada»:
«cualquier criatura que tenga suficiente inteligencia para comprender las leyes de la comunidad mágica y compartir parte de la responsabilidad que implica su formulación»
Aun asÃ, los problemas no cesaron, ya que habÃa personas que querÃa definirnos, a los muggles, como bestias; los centauros rechazaron ser «seres» porque no les gustaban ciertos grupos que habÃa dentro de la misma definición; los hombres lobo pasan de «seres» a «bestias» constantemente; las esfinges hablan con acertijos y se vuelven agresivas si fallas en estos, y no me hagan hablar de las acromantulas y manticoras, que pueden tener conversaciones racionales, pero también un gran apetito.
Hombre-Lobo ¿«Ser» o «bestia»?
Una breve historia del conocimiento muggle de las criaturas fantásticas
Aquà nos explican que los muggles solÃan tener conocimiento de las criaturas mágicas, como se puede ver en los textos sobre la edad media en donde se habla de dragones, grifos, unicornios, fénix y otras muchas especies. Pero estas criaturas casi siempre se burlaban de los muggles o los confundÃan con otras cosas. En esas épocas existÃa la persecución de magos, por lo que ver criaturas como hipogrifos y dragones incrementaba la histeria muggle.
En 1692 la Confederación Internacional de Magos, junto con centauros y gente del agua, acordaron esconder 27 especies para crearle la ilusión a los muggles de que estas nunca habÃan existido. Esta cantidad se incremento con el paso del tiempo.
En 1750, se insertó la cláusula número 73 en el Estatuto Internacional del Secreto de los Brujos, donde dice que los organismos gubernamentales mágicos tienen la responsabilidad de ocultar, cuidar y controlar a las bestias, seres y espÃritus que se encuentren dentro de los lÃmites de su territorio.
El ocultamiento de criaturas mágicas
Ésta parte nos hace ver que los muggles no pasamos desapercibidas a las criaturas mágicas, pero que algunos tratan de pensar que son otra cosa, para evitar el miedo que sufrÃan nuestros antepasados al ver estas extrañas criaturas. Pero también están aquellos que dicen haber visto a las criaturas fantásticas, pero regularmente se nos toma como borrachos y/o locos.
También nos explican la manera en que esconden a estas criaturas. Algunas de ellas no necesitan ayuda, por su camuflaje innato; otras son inteligentes y/o tÃmidas que evitan el contacto con muggles a toda costa; otras habitan lugares inaccesibles para los muggles; por ultimo están aquellas que son tan pequeñas, rápidas y/o agiles que pueden hacerse pasar por animales corrientes y no llamar la atención de los muggles. Aun asà hay muchas criaturas que siguen siendo llamativas, y son las que le generan mucho trabajo al Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.
Hábitats seguros
La medida más importante para ocultar criaturas mágicas, es la creación de hábitats seguros, ya que tienen encantamientos repelentes de muggles. Algunas de estas zonas se mantienen bajo constante supervisión mágica, como lo son las reservas de dragones, que aprovechan cualquier oportunidad para buscar presas más allá. Aunque hay veces que los encantamientos son deshabilitados por los poderes de las criaturas
Control de crÃa y venta
Otro método es el control de crÃa y venta de huevos y criaturas jóvenes. La Prohibición de la Reproducción Experimental de 1965 convirtió en ilegal la creación de nuevas especies.
Embrujos desilusionadores
Aquellos magos que posean bestias mágicas están obligados por ley a encantarlos con embrujos desilusionadores, para distorsionar la visión de cualquiera que pudiera verlo. Estos embrujos deben renovarse diariamente, ya que se disipan.
Encantamiento desmemorizante
Cuando un muggle ve lo que no debe haber visto, el encantamiento desmemorizante es el encargado de resolver el problema. El dueño del animal puede utilizar el encantamiento. En casos muy graves el ministerio de magia envÃa un equipo de dememorizadores entrenados.
La Oficina de Desinformación
Está oficina se involucrará únicamente en situaciones de gran impacto entre el mundo mágico y muggle, ya que algunas catástrofes son demasiado notorias. Es éste caso, la Oficina de Desinformación se pondrá en contacto con el primer ministro muggle para buscar una explicación del suceso que sea plausible y que no tenga nada que ver con la magia.
Hasta aquà terminamos con este capÃtulo, en el que definitivamente nos enteramos de muchas cosas interesantes. Piénsenlo, probablemente hemos visto varias veces criaturas mágicas, pero hemos sido blanco de encantamientos desmemorizantes que nos hacen olvidar lo que vimos. ¿Alguien ha olvidado que hizo el dÃa de ayer a las 4 pm? Interesante.
