Cuando el viento sopla

Por: Nath’s

Lily Potter estaba tan emocionada ante el hecho que estaba esperando desde hace ya mas de 2 años, ella ya estaba a punto de entrar a Hogwarts como sus dos hermanos mayores, (Albus y James). Muchas cosas le habían contado sobre el colegio de Magia y Hechicería, pero nunca a ciencia cierta.

James y Albus le contaban demasiadas historias que aterraban a Lily, en una de ellas le habían contado que en la ceremonia de selección se tenían que hacer un examen verbal en frente de todo el colegio. Eso la tenia muy nerviosa.
Harry llevaba a su familia en el auto negro que usaban desde hace mas de 2 años hacia El Caldero Chorreante para comprar todo lo necesario para que sus tres hijos cursaran en Hogwarts.
Harry estaba feliz de al fin poder salir un rato libre del trabajo, toda la semana había estado repleta de persecuciones e investigaciones de denuncias de supuestos magos oscuros, aunque todas ellas habían sido falsas.
Freno el auto de golpe que hizo que su esposa Ginny se sobresaltara de su asiento. Sus tres hijos que iban en la parte de atrás rieron discretamente. También a ellos los tomaron desprevenidos.
-Lo siento amor, pero con los problemas que a ocasionado la red Flu tenemos que usar autos, lastima que tu padre no viniera, le habría encantado- dijo Harry disculpándose por el freno que hizo dar al auto.
Ginny sonrió y dijo
-James, Albus los dejare hacer las compras a ustedes solos ¡Pero sin ir al Callejón Knockturn!, visiten a sus tíos George y Ron, pero no compren cosas que los metan en problemas otra vez en Hogwarts,¡McGonagall nos manda lechuzas cada semana contando sus atrocidades!-
Lily rió entre dientes ,James y Albus le dirigieron una mirada severa.
-Yo iré con Hagrid a platicar un rato, me contó que estaría con Neville aquí en el Caldero Chorreante- dijo Harry y a continuación entro en la taberna.
-Los quiero ver aquí a las cuatro en punto, y sin excusas- dijo Ginny dirigiéndose a James y a Albus.
James y Albus salieron a toda velocidad hacia la taberna para encontrarse a la pared de ladrillos.
-Bien Lily, en marcha, nos queda todo un día de compras- dijo Ginny y Lily entro junto a ella en la taberna.
El Caldero Chorreante seguía como siempre, en la mesa más cercana a la barra estaban Harry, Hagrid y Neville Lombottom el esposo de la tabernera.
Ginny y Lily se acercaron, Hagrid se levanto primero y saludo con un fuerte abrazo a las dos mujeres, Hagrid termino con su abrazo y les dirigió una gran sonrisa con su cara llena de barbas sin rasurar.
-Tenia mucho tiempo que no las veía, ya las extrañaba- dijo Hagrid con su peculiar sonrisa.
-Nosotras también te extrañábamos Hagrid- dijo Lily
Neville solo sonrió y saludo con la mano, apenas el día anterior Neville había ido a visitar a Harry y le resulto algo innecesario hacerlo.
Lily y Ginny siguieron su camino. Llegaron hacia la pared de ladrillos, Ginny hizo la rutina y los ladrillos se apartaron para dejarlas pasar. El callejón Diagon estaba repleto por lo que al parecer había mas magos y brujas haciendo las compras para ir a Hogwarts.
-Mamá, creo que primero es la varita ¿no?- pregunto Lily entusiasmada
-Por supuesto, vamos allá- contesto Ginny
Caminaron por el Callejón Diagon hasta llegar a Ollivander’s, las dos entraron y saludaron a un joven apuesto que estaba en el mostrador. Se apresuro y saludo mientras esculcaba en sus cajitas que contenian varitas.
-Disculpa que me entrometa… pero que ¿paso con el señor Ollivander?- pregunto Ginny al muchacho.
-Ah, mi padre murió- dijo cortantemente para no seguir hablando del tema.
Ginny no volvió a preguntar nada, se había sonrojado por lo entrometida que había sido, Lily parecía divertida.
El hombre tomo la iniciativa de ir y tomar las medidas necesarias a Lily, después de haber terminado, saco una cajita de su mostrador.

El hombre llevo una cajita, la abrio y tendió la varita a Lily, esta la tomo emocionada.
-Vamos Lily, has algo- dijo Ginny
Lily agito la varita y de ella salieron tres serpientes rojas que fueron a dar a una pecera, que termino en el piso estrellada. El hombre tomo su varita y dijo ¡Reparo! dejándola como nueva.
Busco de nuevo y le dio a Lily otra varita. Esta la volvió a tomar y automáticamente Lily sintió como un calor recorría su brazo derecho.Emocionada agito y salieron miles de chispas rosas que revolotearon por el local, rápidamente Lily había encontrado su varita.
-Como diría mi padre, la varita escoge al mago- comento el muchacho.
Lily entusiasmada seguía agitando su varita una y otra vez sacando luces rosas por doquier.
-¿Cuanto es?- pregunto Ginny
El muchacho saco una libreta, busco por la hojas y le dijo.
-Veintisiete centímetros, flexible y de sauce, núcleo de garra de hipogrifo… mmm veamos, son catorce galeones-
Ginny saco su bolsito y pago la cuenta. Lily tuvo que guardar su varita por que empezaba a molestar a la gente que pasaba a comprar.
Lily paso el día entero con su madre haciendo las compras, ella ya tenia de todo, caldero, túnicas, su varita, una lechuza a la cual todavía no ponía nombre y todos sus libros, solo quedaba hacer una pequeña visita a sus tíos.
Siguieron y vieron al enorme edificio blanco de Gringotts donde Griphook era el actual gerente.
Caminaron y por fin vieron a Sortilegios Weasley, pero antes de entrar afuera había gente alrededor de algo, se acercaron para ver y estaban James y Albus tendidos en el suelo con la nariz sangrando a chorros, en eso llego George y les dio una pastilla morada,inmediatamente dejaron de sangrar.
Ginny llego corriendo a verlos.
-¿Que paso aquí, quien les hizo esto?-
Los dos no dijeron nada, pero al ver la cara de su madre enojada cantaron como loros
-Fue Scorpius Malfoy- dijo James
***
Scorpius Malfoy, hijo de Draco Malfoy miraba la escena desde el balcón de la heladería del callejón. Una ventisca llego al callejón y este alcanzo a ver como el cabello de Lily se movía con el.
-Que linda es Potter- susurro y fue a comprar un helado.

***

-¿Scorpius?- pregunto alarmada Lily

-Por supuesto, quien mas que el y los Malfoy odia a los Potter’s- aclaro Ginny

James y Albus tenían las capuchas repletas de sangre, Ginny al ver esto saco su varita y pronuncio ¡Fregotego! Y varias pompas de jabón salieron de la nada limpiando a James y Albus.

En ese momento George salio de Sortilegios Weasley y empezó con un discurso.

-¡Yo no quería vendérselas, Scorpius Malfoy las a robado!-

-No es culpa tuya- dijo James.

La gente que estaba empezó a retirarse al ver que solo eran problemas de adolescentes, Ginny tomo a Lily de la mano y juntas se fueron hacia el Caldero Chorreante.

-Ya casi es hora, no quiero que lleguen tarde- dijo Ginny al ver que James y Albus volvían a entrar a Sortilegios Weasley.

-Como odio a Scorpius- dijo Lily

-Tus hermanos no venden piñas, Lily- contesto Ginny felizmente.

Lily Potter ya solo esperaba el 1 de Septiembre para que el expreso de Hogwarts partiera. La emoción la llenaba de felicidad.

El viento seguía soplando, haciendo que el cabello de Lily revoloteara alegremente al igual que el de su madre.

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