Por: Luly Potter
– Ginny?
– He?
Tanto Ginny como Hermione, estaban sentadas en la cocina de Grimmauld Place, y Kreacher daba vueltas con las tareas de la casa. Hacia casi dos años que Ginny y Harry se habÃan mudado a la casa que por herencia de su padrino este ultimo poseÃa.
– ¿Te puedo confiar algo Ginny?
– Dime…
– Se trata de algo que me gustarÃa que supieras. Bueno talvez seria mejor que te lo muestre…- Hermione se llevo la varita hacia la sien y extrajo un liquido empezó y plateado, el que luego coloco en un tubito parecido a un tubo de ensayo.
– Asà que eso es lo que Harry llama recuerdos, siempre me lo describe pero nunca habÃa visto ese liquido en persona- comento Ginny sin darle mucha importancia a la cara de susto de su amiga y cuñada mientras tomaba el tubito y lo examinaba- Justamente Harry compro un pensadero para investigar no se que cosa…dice que le servirá para el trabajo…asà que podemos utilizarlo…Bueno, creo que eso ya lo sabes, de lo contrario no me lo darÃas… esta en su despacho…¿subimos?
– Si, claro- la cara de Hermione tenia algo extraño, era una mezcla entre susto y alivio a la vez. Ginny estaba muy intrigada…pero al ver el aspecto de su amiga no quiso preguntar nada que pudiera ponerla peor.
– Kreacher, enseguida volvemos. ¿puedes preparar te por favor?.
– Claro ama ¿de su preferido?.
– Asà es… de manzanilla si es posible.
– Claro ama, asà será!- y el elfo al acto continuo con sus tareas.
Luego Ginny y Hermione subieron juntas las escaleras que conducÃa hacia el vestÃbulo donde reposaba el retrato de la señora Black, la cual saludo a las muchachas con un gesto amistoso. Cuando ya la señora Black no las podÃa oÃr Ginny comento…
– Es un alivio que Harry se sentara a hablar con ella, de lo contrario no podrÃamos vivir en paz. La señora Black termino por comprender que por mas que gritara nosotros no nos Ãbamos a ir. Y ahora de vez en cuando me pongo a charlar con ella, la verdad es que cuando quiere es una mujer encantadora, tiene cada historia, simplemente evito el tema sangre, porque sino no se que podrÃa pasar.
Hermione solo asentÃa con la cabeza, parecÃa incapaz de pronunciar palabra.
Llegaron a la puerta del despacho que Harry habÃa ambientado como tal para hacer trabajo pendiente de la oficina, y entraron.
-Este despacho es un desorden, yo no se como será el de la oficina de aurors, pero esto es un caos, enviare a Kreacher mas tarde para que limpie, aunque mejor le diré a Harry que lo haga, después se pierde algo y se enoja con nosotros- decÃa Ginny mientras levantaba hojas del piso, y luego se dirigÃa hacia las ventanas para abrir las cortinas y entrase un poco de luz, mientras tanto Hermione encendÃa unas velas con su varita y miraba el estado del despacho.
HabÃa gran cantidad de papeles tirados, sobre el tapiz verde de la habitación habÃa varios afiches pegados, entre ellos uno con una gran fotografÃa en movimiento de un hombre muy conocido en el mundo de la magia, William Good, un mago tenebroso que asesinaba muggles a diestro y siniestro por lo que su apellido no le encajaba muy bien. Al pie del afiche decÃa “INDESEABLE Nª1â€
Hermione comenzó a reÃrse al leer esto, y Ginny se dio cuenta de lo que provocaba la risa de su amiga y se unió a ellas.
Paso un buen rato en que dejaron de reÃrse y entonces Ginny abrió un armario y saco el pensadero, el que luego deposito en el escritorio. La cara de Hermione cambio al instante y mostró preocupación y miedo.
– Bueno…¿Qué tengo que hacer? Jamás lo he usado…
– Yo tampoco, pero he leÃdo…, simplemente viértelos dentro y luego hunde el rostro en el…
– ¿Cómo? ¿Tu no vienes conmigo?
– Bueno…yo no tenia pensado…pero vale! TÃralos ya!
Ginny hizo caso, y luego las dos se hundieron en los recuerdos de Hermione.
Se encontraron en un lugar abierto, el sol estaba bajando, estaban en una torre del colegio, la vista era magnifica y habÃa tres personas allà aparte del ellas dos.
Se podÃa identificar a Harry y Hermione, y a un hombre montando un hipogrifo
– ¿Es Sirius?- pregunto Ginny
– Asà es; fue el dÃa que lo salvamos del beso del dementor
Vieron al animal tomar vuelo y a Sirius saludar con la mano mientras se alejaba. Harry y Hermione también levantaron la mano en respuesta.
En cuanto se perdieron de vista, Harry se dirigió a la Hermione del recuerdo y la abrazo.
– Muchas gracias! No podrÃa haber echo esto sin ti. Siempre supe que eras una buena amiga, pero hoy lo has demostrado con hechos.
– En las buenas y en las malas, recuádralo! Siempre que me necesites yo estaré.
– Lo se! Gracias igualmente…
Y los vieron alejarse hacia una puerta cercana.
La vista desapareció y todo a su alrededor se transformo en un dormitorio no muy grande, o tal vez si era grande, pero la cantidad de estanterÃas con libros lo hacia pequeño. Ginny lo identifico como el dormitorio de Hermione en casa de sus padres, y aparte ella estaba sentada frente al monitor de una computadora. SostenÃa en sus manos una nota que decÃa
Esperamos que la disfrutes
Te aman
Tus padres
La cara de Hermione expresaba decepción, y miraba la maquina con cara de no entender nada. Dado el estado del cuarto parecÃa que ella recién llegaba del colegio para pasar las vacaciones, o talvez se iba al colegio, ya que el baúl estaba a medio armar o a medio desarmar.
Ginny estaba distraÃda viendo los detalles del dormitorio cuando un golpe proveniente de la ventana la sobresalto. Era una lechuza blanca y hermosa que golpeaba la ventana.
– Hedwig!- exclamó la Hermione del recuerdo, y se dirigió a la ventana para luego abrirla y dejar pasar a la lechuza. Luego le saco una nota de la pata del animal que Ginny se acerco para leerla.
Querida Hermione:
Muchas gracias por tu carta, me hace sentir muy bien que pienses en mi, yo también pienso en vos…y en Ron claro esta. No veo la hora de verte. Ron me hablo de que su padre consiguió entradas para la final del Campeonato Mundial de Quidditch, y que tiene pensado venir a hablar con mis tÃos, solo espero que me dejen ir! ¿Tú vas?
Contéstame pronto!
Te extraña
Harry
Ginny y la Hermione del recuerdo terminaron de leer la carta. La cara de Ginny mostraba confusión, y la de Hermione felicidad. Esta ultima inmediatamente tomo un pergamino y una pluma de su escritorio y comenzó a escribir…
Querido Harry:
Ya estoy empacando para ir a casa de Ron.
Nos veremos allÃ…
Hermione
Cuando iba a poner la carta en la pata de Hedwig, y vio que esta no se la ofrecÃa, dejo la carta sobre el escritorio, se dirigió hasta la puerta y llamo a la lechuza para que lo acompañara…
– Vamos…será mejor que comas algo antes de irte… Crookshanks estará contento de verte!- la lechuza obedeció contenta y desaparecieron tras la puerta.
La habitación se convirtió en el patio de la Madriguera, allà estaban Harry y Hermione conversando mientras ella le daba de comer a las gallinas.
– Pobre elfina- comentaba Hermione- prometo que voy a hacer algo para ayudarla a ella y todos los de su raza- Harry parecÃa no escucharla- ¿Me escuchas? HARRY!!!
– Si, si, claro…estoy de acuerdo.
– Claro que no me escuchabas… ¿Qué pensabas?
– Estaba pensando… que pasamos bien a pesar de todo ¿no? Es decir aparte de lo de la marca y todo eso…pasamos unos buenos momentos juntos… y con los Weasley.
– Asà es Harry…¿Te encuentras bien?- ella lo miraba como preocupada
– Si, ¿Como no estarlo?, estamos aquà juntos, dándole de comer a las gallinas- Harry pareció acordarse de las gallinas y se dio cuenta que lo miraban como esperando algo. Harry tenÃa la comida en la mano pero habÃa olvidado dárselas, entonces comenzó a alimentarlas.
Hermione lo seguÃa mirando con el seño fruncido y le refuto:
– Harry te conozco! Algo te sucede…dime!
– Nada…no me sucede nada! Solo que pienso…- el se habÃa puesto nervioso, y parecÃa dudar en hablar o no hablar- ¿Cómo te das cuenta si estas enamorado?
– Bueno- Hermione lo miraba espantada, como no pudiendo creer lo que su amigo le habÃa preguntado- No lo se Harry, nunca lo he estado, o eso creo- Ahora le toco a ella ruborizarse, porque su amigo ya lo estaba desde hace rato- Pero en libros, bueno…mas bien en Corazón de Bruja dicen…
– ¿Lees Corazón de Bruja?- Harry parecÃa estar aguantando las ganas de reÃrse, hasta que no pudo mas y comenzó a reÃrse a carcajadas. Hermione al contrario de enojarse empezó a reÃrse también, y asà estuvieron un buen rato sin parar hasta que…
– Me gustas! Eso creo…- Harry lo dijo asà nomás, sin pensarlo, o al menos eso pareció.
Hermione quedo paralizada. En ese mismo momento aparecieron Ron y Ginny
– ¿Subimos a la colina para jugar Quidditch?- Ninguno de los dos contesto nada, estaban inmóviles – ¿Me escucharon?
– Si claro, subamos- Contesto Harry
– Si, vamos- agrego Hermione
Ron parecÃa desconcertado, miraba a uno y a otro sin entender nada. Pero igualmente no dijo nada y Ginny y Hermione se vieron a ellas mismas y a sus maridos alejarse hacia la colina con escobas en manos. Ambas evitaron mirarse y ahora se encontraban en un aula vacÃa del colegio. Ginny estaba confundida, se sentia rara, como nerviosa tambien, no sabia que mas podia pasar a continuación.
– Desde aquella tarde en la Madriguera no me has dicho nada- le reprocho Harry a la Hermione del recuerdo.
– Es que no hemos estado solos nunca, y aparte no sabia que decir- se justifico la chica.
– Y ahora…¿sabes que contestar?
– Bueno Harry, eres mi amigo, y hasta hace un tiempo te veÃa solo como tal, pero últimamente he estado sintiendo otras cosas, sentimientos adicionales que no corresponden a aquellos que una amiga siente por un amigo…
Sin dejarla terminar de hablar Harry se abalanzo sobre ella y la beso. Luego de un momento se separaron, se miraron y volvieron a besarse.
Ginny por el contrario se tapaba la cara, se sentÃa traicionada, ese que estaba allà no podÃa ser su marido y su mejor amiga. Nunca se lo habrÃa imaginado si no lo estuviera viendo. Mientras tanto sentÃa a la Hermione verdadera dar vueltas por la habitación sollozando. Estaba muy dolida, sentÃa ganas de gritarle, pero en el aula se desvaneció y para cuando se destapo la cara se dio cuenta de que estaban en el mismo lugar, pero que no era el mismo recuerdo ya que Harry no estaba allÃ, solo estaba Hermione, ella, y la Hermione del recuerdo. Ginny estaba a punto de decirle algo a su amiga, pero la puerta se abrió y entro Harry, su marido.
Tanto el, como la Hermione del recuerdo estaban serios
– ¿Tenias que hablar conmigo?- pregunto el chico y se sento el la butaca mas próxima a su amiga.
– Asà es, y tu conmigo sino me equivoco…- dijo Hermione con una sonrisa tensa
– Si, adelante, dime tu primero
– Esta bien…es sobre tú y yo, es decir, sobre nosotros…
– Dime…
– Bueno, en realidad es sobre mi, pero nos afecta a los dos- Hermione parecÃa no saber que decir, o no saber por donde empezar- Mira, estos dos meses juntos fueron muy buenos, pero me he confundido, yo no siento nada por ti mas que un gran amor de amigos, de hermanos. Me he dado cuenta ahora, no se! Talvez sea…- Harry reÃa- ¿Qué es lo que te causa risa?
– Es eso… de que en realidad eres una buena amiga…es decir…yo venia a decirte lo mismo! Veras…me has ahorrado decÃrtelo! – Harry parecÃa contento y aliviado, en cambio Hermione parecÃa confundida- A mi me pasa lo mismo que a ti, siento que me he confundido, que solo fue un sentimiento cambiado, que interprete el aumento de cariño hacia ti que crecÃa dÃa a dÃa por haberme ayudado y apoyado tanto todos estos años con amor de pareja, y no como en realidad era y tu describiste muy bien, amor de amigos, nada mas y nada menos, yo te quiero mucho pero como amiga, y mas ahora que Ron no me habla me di cuenta de lo que significas para mi.
Hermione lloraba a mares y Harry la abrazo. Luego juntos comenzaron a reÃr a carcajadas, al igual que lo habÃan echo junto a las gallinas, y al igual que Ginny y Hermione en el despacho de Harry.
La Hermione verdadera se atrevió a mirar a Ginny a los ojos, y esta última le devolvió la mirada, también lloraba. Se sonrieron y se agarraron de la mano y siguieron el recuerdo de Hermione protagonizado por ella misma y Harry que caminaban por los pasillos del colegio riendo y hablando.
– ¿Tienes pareja para el baile de navidad? Pregunto Hermione a su amigo
– No todavÃa, pero tengo pensado pedÃrselo a alguien, a Cho Chang.
– ¿Enserio?, es muy bonita en verdad!
– ¿Y tu?
– Bueno- Hermione se ruborizo- A mi ya me lo han pedido, pero no querÃa aceptar sin hablar contigo antes!
– ¿Quién es?
– No importa!
– Vamos…dime!
– Es…es VÃktor Krum
– ¿Krum? ¿No te parecÃa osco?
– Asà es, pero hemos estado hablando, bueno no importa! Prométeme que no se lo dirás a nadie!
– A Ron no le gustara nada!
– Y menos a Ron!
– ¿Por qué? ¿Que sucede? Bueno… en realidad se que sucede…siempre…bah… ¿A ti te gusta Ron?
– ¿A mi? Estas loco! Debo irme…voy a la biblioteca a terminar el trabajo de pociones, ¿vienes?
– Lo terminare luego, quédate tranquila que no le diré a nadie, y menos a Ron… si no me habla!- dijo Harry a su amiga con tono triste
– DeberÃas hablar con el! – Harry le iba a contestar pero ella no lo dejo- ya se lo que me dirás! Que el deberÃa hablar contigo…pero en fin…hagan lo que quieran…me voy! Hasta la cena!
– Chau.
Los pasillos desaparecieron y ahora se encontraban en la sala común de Gryffindor.
Allà estaban Harry y Hermione que miraban como atónitos hacia la escalera que conducÃa a los dormitorios. Luego escucharon un portazo que provenÃa de uno de ellos.
– ¿Qué le sucede? Me hablo muy mal- Hermione parecÃa muy enojada
– Acaba de ver a Ginny besándose con Dean- Harry dijo este ultimo nombre con cara de asco
– ¿Y por que esa cara?- Le pregunto ella invitándolo a sentarse en sus butacas favoritas. La sala común estaba vacÃa
– ¿Qué cara? ¿La mÃa? No tengo nada- Harry parecÃa nervioso, como si lo hubiesen descubierto robando algo
– Vamos, dime, ¿Qué te sucede?
– Nada, ya te lo he dicho!
– ¿Es Ginny?
– ¿Ginny? ¿y tu como…? ¿Qué tiene que ver ella?
– Harry…- Hermione le hablaba como si lo hiciera con un niño- veo como la miras…
– ¿yo mirarla?- Harry estaba pálido- ¿se nota?
– Yo lo noto
– Ron me matara!- El se agarraba la cabeza como queriendo morir.
– No te matara por querer a su hermana!
– No lo se! He tenido sueños, me imagino cosas!! No lo se, voy a quedar loco…
– Nunca le digas que te mostré esto, me matara!- le susurro al oÃdo la Hermione verdadera a Ginny, pero esta parecÃa no escucharla, miraba a Harry con ternura, como queriendo comérselo.
– Estar enamorado no te vuelve loco, Harry- le dijo la Hermione del recuerdo a Harry.
– Tu lo dices por Ron, tu estas enamorada de el, yo también lo noto- Harry parecÃa disfrutar de la cara de Hermione, ahora ella era la que estaba pálida.
– Estamos hablando de Ginny y de vos. Debes hablar con ella sin importar lo que Ron diga- Hermione volvÃa en si, y le hablaba nuevamente como si lo hiciera con un niño.
– Noooooo, se me cae la cara de vergüenza, me rechazara.
– No seas tonto, ella no te rechazara…o al menos eso creo.
– Tu eres su amiga…ella te debe de contar…dime!- Harry no paraba quieto en su butaca, se movÃa para todos lados y de vez en cuando giraba la cabeza hacia la escalera de los dormitorios para ver si alguien los estaba escuchando
– Harry! Pareces tonto! ¿Como puedes pensar que te puedo contar algo que ella me dijo a mi en confianza?
– Entonces si te cuenta!
– Basta Harry! Debes hablar con Ginny, es mejor que le digas lo que te pasa, y que ella te rechace, a que no se lo digas nunca y que te quedes con la duda de si a ella le pasa lo mismo o no!- Hermione se habÃa parado y guardaba sus libros en su mochila.
– Hermione! Tu eres la menos indicada! Estas enamorada de Ron y no se lo dices!- Harry también se habÃa parado y se cruzo de brazos esperando a que su amiga le contestara.
– Yo mañana se lo diré!
– Entonces si estas enamorada de el, lo sabia!- Harry parecÃa divertido al haber puesto en apuros a Hermione
– Cállate! Ron no tiene nada que ver en el tema. Tienes que hablar con Ginny!- la chica ya se habÃa colgado la mochila a los hombros.
– Y tu con Ron!
– Ya te lo dije! Basta de Ron! No estamos hablando de el
– Como que no! Es el Hermano de Ginny- Harry reÃa con la situación, y su amiga se contenÃa las ganas de reÃr
– Basta! Has lo que quieras! Me voy a la cama. Se dio media vuelta y se dirigió hacia las escaleras
– No te vallas! Ayúdame!
– Habla con ella! Yo no soy tu psicóloga, tu solo eres mi amigo…