Serie de Harry Potter 155/199: ‘Horrocruxes’

Y llegamos al capitulo número 155 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 días estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capítulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El día de hoy es el turno para el capitulo número 155 de la Serie de Harry Potter.

Harry Potter y el Príncipe Mestizo
Capítulo 23: Horrocruxes

A Harry se le pasaba el efecto del Felix Felicis cuando caminaba hacia el castillo. La puerta permanecía abierta, pero en el tercer piso se encontró con Peeves y tubo que tomar un atajo para evitarlo.

Al llegar a la sala común la señora gorda no lo quería dejar pasar por ser muy noche y según la contraseña había cambiado, que si no le gustaba podía ir a contárselo al director. Harry le dijo que lo haría pero que Dumbledore no estaba. Nick casi decapitado le indico que Dumbledore si estaba en su despacho, por lo que Harry se fue corriendo hacia allá para mostrarle el recuerdo, dejando a la señora gorda preocupada.

Harry toco la puerta del despacho de Dumbledore y este le dijo que pasara. Harry le dijo que había conseguido el recuerdo, Dumbledore muy alegre saco el pensadero, olvidando la hora que era, y vertió el recuerdo. Se sumergieron en el pensadero y aparecieron en el despacho de Slughorn. El despacho estaba exactamente igual que como lo habían visto antes, Slughorn joven y con pelo rodeado de media docena de estudiantes, entre ellos Tom Riddle.

Conversaban sobre la profesora Merrythought que al parecer se retiraba; Slughorn dijo no poder revelar esa información, pero que le sorprendía su habilidad de contar cosas que no debería y sus meticulosos halagos agregando que no le extrañaría que en veinte años llegara a ministro de magia o quince si seguía halagándolo tan bien, Slughorn tenia muy buenos contactos. Tom dijo no ser bueno para la política y no tener los orígenes adecuados, pero Slughorn le contradijo, pensando que un chico como el tenia que venir de una estirpe de magos decentes.

Slughorn vio el reloj y mando a los alumnos a dormir, recordándole a algunos de ellos que entregaran su redacción. Todos se retiraron menos Tom que se entretuvo para quedar a solas con el profesor. Slughorn lo apresuro para que se fuera. Pero Tom dijo tener una duda, Slughorn accedió a responderla. Tom pregunto si sabia qué eran los Horrocruxes.

Slughorn preguntó si era para la clase de defensa contra las artes oscuras, aunque Harry detectó que él sabía que no era un trabajo escolar. Tom dijo que no, que encontró el término mientras leía. Slughorn le dijo que era difícil encontrar algo sobre Horrocruxes en Hogwarts, Tom muy hábil le dijo que él pensaba que podría saberlo, siendo un mago tan bueno como lo era él.

Slughorn accedió a darle una idea general pensando que no haría ningún mal. Horrocrux es el nombre que recibe un objeto en el que una persona ha escondido una parte de su alma. Tom siguió preguntando, diciendo no entender bien el proceso y aunque controlaba bien su tono de voz, Harry pudo notar que estaba emocionado. Slughorn explicó que el alma se dividía y una parte se escondía en un objeto externo. De eso modo si su cuerpo era atacado o destruido no podía morir.

Harry recordó algo que había oído 2 años atrás: “Fui arrancado del cuerpo, quedé convertido en algo que era menos que espíritu, menos que el mas sútil de los fantasmas… y, sin embargo, seguía vivo.”

Una existencia así muy pocos la desearían, seria preferible la muerte. Para dividir el alma se tenía que hacer el acto maligno por excelencia: matar. Cuando uno mata el alama se desgarra, es ahí cuando el mago aprovecha la rotura y encierra la parte desgarrada. Tom pregunto que como se encerraba, Slughorn dijo que con un hechizo, un hechizo que el no conocía ya que no era un asesino. Tom se disculpo por ofenderlo, no era su intención. Tom dijo no entender porque utilizar solo un Horrocrux, ¿Podía dividirse el alma más de una vez? ¿No sería mejor dividirla en mas partes? Siete partes, tal vez, siendo el número mágico más poderoso. El solo hecho de mencionarlo hizo que Slughorn se estremeciera. Significaría matar a 7 personas y dividir el alma en tantas partes…

Slughorn dio por terminada la conversación diciéndole a Tom que no dijera nada sobre su charla, ya que Dumbledore era muy estricto en ese tema. Dumbledore le dijo a Harry que era hora de irse.

Al salir del pensadero Harry se dio cuenta que todos los retratos estaban pendientes de la conversación. Dumbledore le dijo a Harry que Voldemort, cuando tenia aproximadamente su edad, había tratado de alcanzar la inmortalidad. Harry pregunto si había conseguido crear el Horrocrux y que por eso no había muerto cuando lo ataco.

Dumbledore dijo que en una parte o mas. Como habían visto en el recuerdo lo que Tom quería era saber la opinión de Slughorn sobre crear más de un Horrocrux. Hace cuatro años Dumbledore había recibido la prueba definitiva de que Voldemort había dividido su alma: El diario.

Cuando Harry le explicó la forma en que había actuado el diario, él se dio cuenta de que era un fenómeno extraño que jamás había presenciado. Por esa forma de actuar dedujo había un fragmento de alma guardado, el diario era un Horrocrux. El descuido con que había tratado a ese Horrocrux le hacia pensar que podía haber mas de uno. Cuando Harry le contó lo que Voldemort había dicho el día que había recuperado su cuerpo, Dumbledore entendió a lo que se refería, a sus Horrocruxes, Horrocruxes en plural. Harry pregunto porque no había creado una piedra filosofal o había robado una. Voldemort no quería depender de nada, con la piedra tendría que tomar el elixir cada cierto tiempo y si algo pasaba con la piedra, Voldemort moriría como cualquier otro mortal.

Dumbledore señaló la parte del recuerdo donde Tom menciona dividir el alma en más partes, tal vez en siete, el número mágico más poderoso. Harry horrorizado preguntó si había creado siete Horrocruxes. Esos Horrocruxes podrían estar en cualquier lado. Dumbledore le corrigió diciendo que no había creado 7 Horrocruxes sino seis. La séptima parte del alma residía en el cuerpo de Voldemort. Dos Horrocruxes ya habían sido destruidos: El diario había sido destruido por Harry y Dumbledore había destruido otro, el anillo de Sorvolo. La herida de la mano se la había hecho cuando consiguió el anillo. Tom escondió el anillo en la casa de los Gaunt y como nunca pensó que Dumbledore iría ahí buscando cualquier indicio de magia, no le había puesto mucha protección.

Los Horrocruxes debían ser objetos de gran importancia, dignos de llevar una parte de su alma en ellos. El guardapelo de Slytherin y la copa de Hufflepuff debían ser el Horrocrux tres y cuatro. Los otros dos podían ser algo de Gryffindor o de Ravenclaw, aunque la única reliquia conocida de Gryffindor era la espada que estaba en ese mismo despacho. Aunque hubiera conseguido algo de Gryffindor o Ravenclaw aún quedaba un Horrocrux, a menos que hubiera conseguido ambas cosas. Según Dumbledore el sexto Horrocrux era la serpiente de Voldemort, Nagini. El comportamiento de esta hacia sospechar que era controlada por algo mas que la lengua parsel.

Harry preguntó a Dumbledore que si seguía buscándolos, este dijo que sí y que era posible que estuviera a punto de encontrar otro. Harry preguntó si podía acompañarlo cuando lo encontrara. Y Dumbledore dijo que si, que se había ganado ese derecho.

Si todos los Horrocruxes se destruían Voldemort volvería a ser mortal aunque sus habilidades mágicas no disminuirían. Hacia falta un gran poder para derrotarlo. Harry creyó no tener ese poder, pero Dumbledore le corrigió diciendo que él podía amar. Harry lo había interrumpido antes de terminar, impaciente, ya que él pensaba que eso no era de gran ayuda.

El poder al que se refería la profecía era ese, amar. Aunque la profecía solo tenia valor porque Voldemort se lo había dado. Harry no comprendía. Dumbledore le explicó que si Voldemort no hubiera matado a su padre no habría hecho nacer en el un deseo de venganza, si no hubiera obligado a su madre a morir por el no le hubiera dado esa protección mágica tan poderosa. Voldemort había creado a su propio enemigo. Al intentar matarlo lo había dotado de las herramientas para derrotarlo y que a pesar de comprender el mundo de Voldemort, nunca había tratado de unirse a él, porque lo protegía su capacidad de amar.

Harry tenía que matar a Voldemort, pero no por la profecía, sino porque no descansaría hasta haberlo intentado. Dumbledore le pidió a Harry que imaginara nunca haber oído la profecía ¿Cómo juzgaría a Voldemort?

Harry pensó en sus padres, Sirius, en Cedric y todos los horrores cometidos por Voldemort.

-Querría verlo muerto- murmuró – Y querría matarlo yo.

La profecía no significaba nada. Harry tenía la libertad para elegir su camino, Voldemort en cambio le daba mucha importancia a la profecía, por lo que lo perseguiría, lo que significa que…

-Que uno de nosotros acabará matando al otro – dijo Harry, y por fin comprendió lo que Dumbledore intentaba explicarle: La diferencia entre dejarse arrastrar al ruedo para librar una lucha a muerte o salir al ruedo con la cabeza alta. Algunos dirán, quizá, que los dos caminos no eran tan distintos, pero Dumbledore sabía (Y yo también –pensó Harry con un arrebato de fiero orgullo- y mis padres también) que la diferencia era enorme.

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