Y continuamos con nuestro análisis de la herencia literaria de los personajes de Harry Potter. Por supuesto, nunca me cansaré de repetir que, aunque podamos encontrar en toda la Historia de la Literatura antecedentes de los personajes y de los temas que aparecen en nuestra saga favorita, tanto los personajes como la trama de los libros de Rowling son absolutamente originales. Son fruto del trabajo y el esfuerzo de una persona de inmenso talento y con un amplio conocimiento de la literatura juvenil anterior. Por eso, yo considero que la saga en su conjunto es una gran obra literaria en siete volúmenes. Puede que tenga algún fallo, pero el error es inherente a la condición humana. Lo que cuenta es que los aciertos son muchÃsimos más que los errores…
No sé si os dais cuenta de las consecuencias que puede acarrearme lo que acabo de escribir. He dicho que Harry Potter es una “GRAN OBRA LITERARIAâ€. Y eso, a mÃ, una escritora española, puede acarrearme el ostracismo y la expulsión definitiva con deshonor del Club de los Intelectuales Sesudos de Pensamientos Profundos. Si un escritor quiere tener algo de prestigio en mi paÃs, tiene que escribir un libro de trama lenta y pesadÃsima con un protagonista atormentado y amargado (si es drogadicto, mejor) y con un final catastrófico. Otra vÃa para tener prestigio intelectual en España es escribir sobre lo problemáticos que son los niños y los jóvenes y lo faltos que están de disciplina, para que luego te inviten a los debates televisivos.
Por supuesto, en mi paÃs también hay escritores que defienden a Harry Potter, como Fernando Savater o Ana MarÃa Matute, miembro de la Real Academia Española de la Lengua, pero sus comentarios se toman como desvarÃos o extravagancias de escritor. Se les perdona como se les perdonarÃa que se emborracharan y bailaran desnudos en un avión. Ya se sabe, los escritores son gente rara y excéntrica. Y los que defienden el trabajo de Rowling raras veces (yo ahora mismo no recuerdo a ninguno que lo haya hecho) se atreven a pronunciar las palabras tabú: gran obra literaria. Verás la que me cae… En fin, pensándolo mejor, me da igual. Después de todo, nunca he sido admitida en ese club, ni siquiera he solicitado mi ingreso.
Vamos a lo nuestro. Ahora le toca el turno al personaje que suscita más sentimientos contradictorios: Severus Snape. Después de leer Harry Potter y el misterio del prÃncipe, estaba que me subÃa por las paredes. ¿Dumbledore muerto? ¿Snape mortÃfago?
Necesitaba pistas, respuestas. Pensé que Rowling tenÃa que haber dejado alguna de esas pistas, intencionada o inconscientemente, a lo largo de los seis libros. Pero ¿cómo encontrarlas?, ¿cómo interpretarlas? Entonces decidà investigar en las lecturas infantiles de Rowling. Ahà tenÃa que encontrar algún indicio de cómo empezó a formarse el personaje de Snape en su cabeza. En una ocasión, ella comentó que uno de sus libros favoritos de la infancia era El pequeño caballo blanco, de Elizabeth Goudge. En este libro aparece un villano de pelo oscuro, piel cetrina, nariz ganchuda y que siempre viste de negro. Al final resulta que el hombre de negro no es ningún villano y que todo ha sido fruto de un malentendido. Aquà empecé a plantearme que Snape estaba en el bando correcto.
Luego releà Orgullo y Prejuicio, libro que Rowling leyó a los once años. Encontré un pasaje en el que la voz del narrador (la propia Jane Austen) dice que Elizabeth “habÃa decidido odiar†al señor Darcy. En Harry Potter y la piedra filosofal también encontramos la misma frase a propósito de los sentimientos de Harry hacia Snape. Si la opinión de Elizabeth Bennet sobre Darcy cambia radicalmente cuando ella descubre la verdad sobre ciertos acontecimientos, ¿por qué no va a ocurrir lo mismo con Harry y Snape?, me dije. Y asà fue. El séptimo libro nos deparó una sorpresa caracterÃstica de los libros de Jane Austen. Esta autora hace que la protagonista (y el lector con ella) adore a Wickham y odie a Darcy, igual que nos hizo Rowling con Snape y Dumbledore. A lo largo de seis libros nos muestra lo peor de Snape y lo mejor de Dumbledore, pero luego descubrimos de sopetón la parte buena de Snape y el lado más sombrÃo y oscuro del pasado de Dumbledore. Aunque, al igual que Harry, nosotros terminamos perdonándolos a los dos y quedándonos con lo mejor de cada uno de ellos. A Dumbledore lo redime la grandeza de rectificar y a Snape, la fidelidad a su amor platónico hasta el último segundo de su vida.
Snape también tiene rasgos psicológicos de dos personajes de obras clásicas de la literatura juvenil, en concreto, del padre de Clara, de Heidi y del padre de Collin, de El jardÃn secreto. Ambos personajes tienen enormes conflictos. Son incapaces de amar a sus hijos porque los consideran culpables de las muertes de sus respectivas esposas, pues ambas mujeres murieron al dar a luz. Lily se sacrificó para salvar a Harry, y Snape la amaba. Asà que odia a Harry porque su amada murió por él. No importa lo buen chico, lo valiente o lo talentoso que sea Harry. Para Snape nunca será lo suficientemente bueno como para merecerse vivir en lugar de su madre. Los personajes de Heidi y El jardÃn secreto que he mencionado antes consiguen superar su resentimiento y amar a sus hijos. Snape, sin embargo, nunca deja de detestar a Harry (tal vez porque no es su hijo), aunque le ayuda y lo protege hasta el final de su vida porque es el hijo de la mujer que amaba.
Espero que os haya resultado interesante. A los que les gustó el paralelismo entre la Jo de Mujercitas y Tonks, os comento algo que se me habÃa pasado. Las dos se enamoran y se casan con hombres mucho más mayores que ellas (el profesor alemán y Remús Lupin) y que están mal considerados socialmente en sus ambientes (un inmigrante y un hombre lobo). Por desgracia, el destino de Tonks no es tan feliz como el de Jo (¡¡¡Maldito Voldemort!!! Prepárate, que ya queda poco para tu artÃculo).
Un saludo para todos, y seguimos disfrutando del universo pottérico.