Perfil: Harry James Potter

A partir de hoy, damos la bienvenida a nuestro nuevo amigo y colaborador de BlogHogwarts Angus Magic, quien estará creando una serie de perfiles para describir en profundidad las características de los personajes más llamativos de la saga, para luego contraponerlos con los actores. El objetivo de ésta nueva serie de posts es dejar en evidencia los elementos ambiguos de varios personajes, creando un análisis de sus elementos psicológicos más notorios con el fin de entender los condicionantes de sus acciones. Y para comenzar, tenemos al personaje más importante: Harry Potter.

HARRY POTTER

Si nos referimos a Harry Potter, hablamos de un adolescente fuera de lo común. Hijo de padres asesinados, criado durante 10 años en un ambiente de rechazo, puede hablar con las serpientes, y como si fuera poco posee un gran talento para la magia. En cuanto a su aspecto, sabemos es muy bajo para su edad, su pelo tiene tendencias a rebelarse contra el peine y los lentes que lleva delante de sus ojos verdes, siempre están pegados con cinta adhesiva. Pero definitivamente, el distintivo del joven mago es la extraña cicatriz en forma de rayo que adorna su frente.

Esta breve descripción contiene, sin miedo a equivocarme, los rasgos más notorios de Harry Potter. Sin embargo, ¿podemos llegar a entender la profundidad de este particular personaje contando solamente con estos datos?

Desde un punto de vista personal, quisiera marcar la siguiente pauta: creo que un éxito literario y cinematográfico de esta magnitud, se debe antes que nada a la identificación con el personaje, con el héroe de la trama. Este va a servir como espejo para lo que somos, o para lo que queremos ser. Entonces, si las características que aparecen al principio son tan atípicas, ¿de dónde surge esta identificación? Esta pregunta me lleva a la siguiente hipótesis: quizás el personaje de Harry Potter no sea tan distinto a cualquier otro adolescente promedio. Quizás sus cualidades más humanas queden opacadas por las situaciones a las que se expone el protagonista.

A través de los capítulos, las necesidades personales de Harry se ven sistemáticamente postergadas por intereses más elevados. ¿Vivir una vida normal de estudios, novias y paseos a Hogsmeade… o salvar al mundo? Lo importante radica en que así participe en una empresa tan altruista como puede ser “salvar al mundo”, no se anulan en ningún momento sus miedos, sus deseos o sus inseguridades. En todos los libros están presentes estos elementos, a veces de una forma más subliminal que otras, pero siempre están allí. Emociones simples como el amor, el odio, la vergüenza, la alegría, etc, construyen la esencia de un Harry Potter más complejo de lo que podemos apreciar a simple vista.

EL AMOR

Se ve plasmado claramente en sus afectos. Nadie dudaría que Harry haría cualquier cosa por las personas a las que quiere. Vuelca todo el amor que no pudo dar en su hogar adoptivo, hacia sus amigos. Ron, Hermione y Hagrid fueron su primer contacto con el mundo mágico, por lo cual es lógico que asocie a estos personajes con la felicidad. No podemos olvidar que después de muchos años de una vida literalmente miserable, se le presenta otra opción; un mundo en donde la mayoría de la gente lo respeta y admira. Y aunque existan algunas excepciones, sigue siendo el mundo de sus iguales.

Sus amigos pasan a representar la antítesis de la familia Dursley. Posteriormente, Sirius Black (padrino de Harry) llega a su vida para llenar el vacío dejado por sus padres fallecidos. Esto lo nutre de nuevas sensaciones y sentimientos; es la primera vez en su vida que experimenta el amor de y hacia un miembro de su familia. Esto va a quedar truncado con la muerte de su padrino, pero hacia el final de la saga, su relación con Ginny Weasley y la consumación de la misma como matrimonio, le van a dar la oportunidad de formar una familia propia. Su esposa y sus hijos van a ser los depositarios de esa máxima expresión de amor que se espera desde el principio.

EL ODIO

A pesar de sentir un visceral desprecio por Draco Malfoy, la única persona a la que odia verdaderamente Harry Potter, es Lord Voldemort. Y es muy importante que nos detengamos un instante en este punto. El Señor Tenebroso asesinó a sus padres. Es cierto que esto podría ser motivo más que suficiente para odiarlo. Sin embargo, hay un aspecto que queda tristemente relegado. “El que no debe ser nombrado” es el último obstáculo a sortear, en la incansable lucha por entrar definitivamente a ese lugar de dicha que representa el mundo mágico.

Harry sabe que nunca tendrá una vida de esperanza, una vida de paz, hasta que no desaparezca su enemigo. La presencia de Voldemort en esta historia, condiciona constantemente los actos y decisiones de Potter, planteándole una confrontación a la que no puede escapar. Esa misma presión, ejercida durante años, levantándose como una enorme roca delante de sus sueños, aspiraciones y deseos, fabrica en el corazón de Harry el odio suficiente como para querer matar a quien la genera.

LA VERGÃœENZA

Es tal vez la sensación más ingenua que demuestra el personaje. Aparece en sus primeros días en Hogwarts, cuando entiende que sabe mucho menos de magia que la mayoría de sus compañeros. También se hace presente cuando se dirige a una chica que le gusta. El contacto con Cho es un claro ejemplo; la cara de Harry se volvió de color rojo en cuanto intentó invitarla al baile. En general, siente esta sensación cuando lo halagan o  cuando muestra poca habilidad para alguna tarea.

LA ALEGRÍA

Es bueno recalcar lo siguiente: Harry Potter no tiene muchas explosiones de alegría. Si tomamos en cuenta que durante 7 libros lo han intentado asesinar por todos los medios, podemos concluir razonablemente que no tiene demasiados motivos para estar frecuentemente alegre. De todas formas, en su primer año descubre el disparador (y posiblemente el único) para esa sensación de éxtasis que aparece en contadas ocasiones: el vuelo en escoba. Su primer vuelo se describe en el libro como algo realmente maravilloso, algo que no necesita que le enseñen; se presupone que es algo innato.

Esta habilidad lo introduce inmediatamente en lo que se convierte en su pasión: el Quidditch. Si bien es un juego de equipo, habría que resaltar que Harry es fanático del Quidditch por el simple hecho de que le permite volar a gran altura, a gran velocidad; en otras palabras, le permite hacer lo que más le gusta: volar. Nos pasaría por alto este simple dato, sino fuera porque volar es algo que en general se hace individualmente, lo que deja en evidencia el carácter solitario del personaje.

LA IRA

Los pocos momentos de ira que presenta el personaje aparecen pasada la mitad de la saga; pero de ninguna forma podemos minimizarlos, ya que suelen presentarse con una intensidad poco previsible en un personaje de este tipo.
En “La Orden del Fénix”, Harry mantiene una particular discusión con Albus Dumbledore casi al final del libro. En esta, queda explícito que si nadie terminó lastimado fue por muy poco. Con el negativo incentivo de la muerte de su padrino, Harry estuvo a punto de agredir físicamente a alguien a quien admira. La impotencia por no poder liberarse de los escollos de una vez por todas, la presión que significó durante todo el año la presencia de Dolores Umbridge en Hogwarts, sumado a la muerte de su único pariente vivo, van a generar situaciones en las que el personaje va a sacar toda la ira acumulada durante tanto tiempo de frustración.

Quizás el enfrentamiento con Draco Malfoy en “El Príncipe Mestizo” sea el mejor ejemplo de esto: utiliza el hechizo “Sectumsempra” contra su enemigo, y de no ser por Severus Snape, este hubiera muerto. Este episodio marca el cambio de óptica en cuanto a la inocencia del personaje: pasa de usar encantamientos de desarme, a utilizar hechizos y maldiciones en momentos de ira.

LA SOBERBIA

Este quizás sea el punto más escabroso y ambiguo de esta lista. Harry definitivamente no se caracteriza por su soberbia. Sin embargo, no parece estar exento de ella. La única vez que queda realmente en evidencia es cuando nombran a Ron y Hermione prefectos de su casa. No solo se siente apartado, sino que siente que él ha hecho cosas más meritorias que sus amigos, que él debería ser elegido prefecto antes que ellos. Sin duda, lo podemos anotar como un simple ataque de celos. Pero dejémoslo igual como un acto de mezquina soberbia, ya que el personaje adquiere mucho más volumen en esa relación de soberbia y posterior culpa por la misma. De todas formas, el punto de inflexión con respecto a este tema está en otro lugar; radica en el episodio de la muerte de Sirius Black.

Harry Potter se siente directamente responsable de la muerte de su padrino, aunque Dumbledore intente convencerlo de lo contrario. La pregunta importante es si tiene razones justificadas para sentirse de esa manera. Si hubiera hecho caso a los consejos de los demás, nunca se hubiera presentado la posibilidad de que Voldemort lo engañara; la Oclumancia lo habría preparado para menguar la conexión mental entre ambos. Sin embargo, ante toda advertencia de sus amigos, Harry decide ir al ministerio en busca de alguien que en realidad no estaba allí.

Si bien el arrojo, la valentía y la imprudencia son características obvias en el personaje, tal vez debamos por única vez hacer eco en sus propios cuestionamientos. Ser un héroe es una consecuencia de determinados actos; buscar ser héroe es un asunto mucho más complicado. El Sombrero Seleccionador en definitiva, le dijo a Harry en su primer año que es un chico deseando demostrar su valor.

Dejo este punto abierto por una razón que creo válida: si bien no es mi intención cuestionar las actitudes del personaje, necesitamos entender lo que siempre estuvo presente, pero decidimos dejar de lado: lo maravilloso de Harry Potter no está en la magia que hace con su varita, sino en el equilibrio de todas sus características humanas en conjunto. La identificación con este personaje surge del hecho de que representa muchas de las cosas que sentimos, deseamos o soñamos. Todos en algún momento deseamos la fama, el respeto o la aventura; pero J.K. Rowling se encargó de recordarnos que toda la travesía de Harry en esta historia, es producto de acciones humanas, y no mágicas.

El mensaje es claro: la magia está en buscar nuestro destino, a pesar del miedo, a pesar de los obstáculos, a pesar de las pérdidas y el dolor. Solo al final de ese camino encontraremos nuestro final feliz.

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Bienvenido Angus Magic! :)

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