Hoy vamos a darle la merecida bienvenida al personaje que completa el trÃo protagonista: la brillante Hermione Jean Granger. Como aclaré en el perfil anterior, no vamos a tratarla en tercer lugar porque sea menos importante, sino porque casualmente aparece unas páginas después que Ron en el primer libro.
LA CHICA QUE NO DEBÃA SER.
La talentosa Hermione no se introduce a la historia de una forma demasiado feliz; de hecho puedo asegurar que empezó con el pie izquierdo. El primer encuentro con Harry y Ron es fiel muestra de esto. La joven bruja se dirige a ellos de una forma muy soberbia, y en el caso especÃfico del pelirrojo, hasta con cierto desdén. La primera impresión que genera va a instalar temporalmente un tibio rechazo hacia el personaje. Nadie, en definitiva, se deja impresionar fácilmente por una simple sabelotodo. Con respecto a las causas de esta actitud, se me ocurren muchas posibles pero quizás lo mejor sea abordar lo más aparente: Hermione Granger es una persona sumamente inteligente, pero por sobre todas las cosas es hija de muggles. No es un hecho menor que sea hija de gente no-mágica; cuando se dispone a comenzar su primer año en Hogwarts, ella sabe que va a tener que demostrar que es parte de ese mundo. Me da toda la impresión de que ese intento se ve un poco exagerado, debido a que su propia inseguridad juega en contra todo el tiempo. La imagen que presenta Granger ante los demás es de una estudiante desesperada por mostrar sus conocimientos. Y asà es efectivamente como los demás van a interpretarla al principio; solo una chica que intenta demostrar lo que sabe. Esta “máscara†va a hacer de ella un personaje poco popular. De hecho, Ron expresa explÃcitamente en un momento que “por algo no tiene amigosâ€.
Posiblemente, esto sea lo más irónico de la situación, ya que la imagen externa que ella fabrica para mostrar que es digna de ese lugar y asà ser aceptada, va a actuar en constante detrimento con respecto a su vida social. Si bien hasta ese momento podemos especular con que Harry y Ron eran los únicos que ocasionalmente interactuaban con ella, la relación entre los tres va a cobrar forma sólo después del episodio del trol en el baño. Tal vez, ese hecho sea uno de los más importantes de la saga en cuanto al desarrollo posterior. De alguna forma ese episodio va a sellar la amistad. De ahà en más veremos aflorar a la verdadera Hermione. Esto no quiere decir que todos los rasgos negativos desaparezcan como por arte de magia, ya que veremos en el transcurso de la historia que algunas cosas no cambian, pero esencialmente podemos hablar de una nueva Hermione de ahora en adelante.
EL ESPÃRITU DE LA EMPRESA.
Después del episodio del trol, vamos a gratificarnos hasta el final de la historia con la evolución del personaje. Los conocimientos tanto teóricos como prácticos de Hermione van a ser medulares para la resolución del 90% de los problemas que va a tener que resolver el trÃo protagonista. O sea, la odiosa caracterÃstica de saberlo todo y expresarlo, se va a convertir en una de las armas más poderosas para ellos. De hecho, vamos a ser testigos y va a quedar más que claro que el personaje integral es mucho más que sólo conocimiento y hechizos. Si bien sabemos que el fuerte de Hermione se centra en lo intelectual, va a demostrarnos en el transcurso de los libros que es operativamente el miembro más completo del trÃo. Aparte de conocer teóricamente una cantidad absurda de hechizos y embrujos para su corta edad, Hermione Jean va a demostrar desde el principio una gran capacidad para su ejecución. Durante el transcurso de la historia va a simbolizar el espÃritu de la empresa; sacará a relucir sus mejores cualidades sin miedo alguno, entre ellas la lealtad, el valor, la inteligencia, la diligencia, etc.
Es lógico pensar que estas caracterÃsticas se vean potenciadas en la compañÃa de Ron y Harry. La seguridad que empieza a desarrollar el personaje va en aumento con cada nueva misión y cada nuevo peligro. Una vez que Hermione acepta su lugar en el equipo, sabe que necesitará superar sus miedos y sus inseguridades, lo cual lleva a un desarrollo sin escalas que se termina plasmando fehacientemente en “Las Reliquias de la Muerteâ€. En el último libro, y digo esto sin miedo a equivocarme, Hermione no sólo representa el espÃritu de la misión, sino que sin sus ideas e intervenciones, Harry no hubiera logrado completar su cometido. Granger en este libro se mantiene al lado de Harry en los momentos más difÃciles, poniendo en riesgo su vida sin dudar un instante. Demuestra una perseverancia inquebrantable ante la adversidad, lo cual queda explÃcito cuando Ron abandona el campamento. Emocionalmente quebrada decide mantenerse firme al lado de Harry, postergando asà su dolor.
LA CONCIENCIA DEL GRUPO.
Existe una dualidad en este personaje que me llama poderosamente la atención: el respeto por las reglas y su consecuente antÃtesis de quebrarlas. Hermione Granger es sin duda una persona que intenta respetar las normas sin excepción. Sin embargo, tenemos claro que se dedica a lo largo de siete libros a romperlas, o por lo menos a ayudar a otros a hacerlo. Lo que me llama la atención es que si miramos con cuidado podemos notar que gran parte de la valentÃa del personaje se centra no sólo en arriesgar la vida por un objetivo digno sino en tener que romper las reglas para lograr el mismo. Granger defiende las normas a ultranza, aún cuando con una pequeña desviación de las mismas podrÃa aleccionar a Malfoy, Crabbe y Goyle. Para ella, es bastante duro el hecho de quebrar un reglamento, pero también es obvio que por las caracterÃsticas de la historia se convierta en una obligación. Eso genera que muchas veces aunque actúe sin dudar, esté en conflicto con las decisiones que toma. Quizás sea por esta caracterÃstica que Hermione cumpla con un papel regulador, como si fuera la conciencia del grupo; un papel que en otro tiempo intentó cumplir con poco éxito Remus Lupin, cuando compartÃa sus dÃas con James Potter y Sirius Black.
UNA CHICA, UNA MUJER.
De más está decir que no tenemos conciencia de Hermione como mujer hasta “El Cáliz de Fuegoâ€. De hecho, es posible que ni ella misma tomara en cuenta anteriormente esta faceta en su vida. La evolución de la vida amorosa de Hermione, va a estar ligada de cierta forma a la evolución del personaje de Ron Weasley. Podemos inferir que un similar torrente de sensaciones comenzaron a experimentar uno y otro personaje casi al mismo tiempo; como ya dijimos en el caso de Ron, esto es algo absolutamente normal cuando una persona transita los primeros pasos de su adolescencia. En el caso de Hermione Jean existe un punto de quiebre que resulta bastante llamativo: la chica de los incisivos grandes decide que ya no sean grandes. Si bien esto también responde a que fue vÃctima de un hechizo que agrandó sus dientes frontales, notamos que con cierta picardÃa la disminución del tamaño original fue por motivos meramente estéticos. Que alguien quiera tener una percepción más amable de sà mismo no es nada malo, pero lo que si queda claro es que por primera vez el personaje va a preocuparse por su condición estética. En el baile de gala vemos a Hermione como nunca antes: un hermoso vestido, un peinado perfecto e incisivos de tamaño normal. Este conjunto definitivamente va a llamar la atención del pelirrojo, pero no va a generar resultados inmediatos, ya que la única reacción posible de éste va a ser un simpático ataque de celos por la aparición de Viktor Krum. De ahà en más la subtrama amorosa entre Hermione y Ron pasará por distintas etapas hasta el tan esperado beso. Entre medio seremos testigos de otro ataque de celos, en este caso por parte de Hermione, cuando hace su aparición Lavender Brown.
J. K. Rowling, como ya dijimos anteriormente, da una verdadera cátedra sobre este tema; la descripción que hace acerca de lo conflictivo y gratificante que puede llegar a ser el amor adolescente, me recuerda una etapa ya vivida en donde las emociones surgen de forma incontrolable y en un estado básicamente puro. Esta subtrama si bien se ve postergada constantemente por el resto de los acontecimientos, actúa como bálsamo sobre el lector en contrapartida a los hechos siniestros que se van desencadenando. La consumación de la relación entre estos dos personajes opera de cierta forma, como fuente de esperanzas cuando todo parece oscuro. O sea, si Ron y Hermione tienen posibilidades de estar juntos, de llegar a un final feliz, la historia todavÃa puede terminar bien.
¿Porqué esta relación es tan avalada por los fanáticos?
Bueno, supongo que es un punto sensible el tema del amor para toda la vida. Una vez que sabemos de esta conexión entre ambos, deseamos que tenga un final feliz. Este tipo de final, va a ser el premio a tantos esfuerzos y sacrificios. Esperamos el final perfecto, en donde dos personas que actúan casi como contraparte y complemento uno del otro, sean representativos de un nuevo mundo; un mundo mejor, un mundo sin Voldemort. Hermione y Ron aparecen como significante, la imagen perfecta de la amistad que se transforma en amor, se traduce en una vida juntos, y se expande a través de los hijos.
EMMA WATSON
Es extraño notar que un casting tenga tantos aciertos; al igual que Daniel y Rupert, el caso de Emma Watson no escapa a lo que parece ser una regla en la versión cinematográfica. La soltura que muestra la joven actriz desde la primera pelÃcula, hace que podamos ver a Hermione en toda su dimensión. Y esto es importante; muchas veces los actores no logran representar un personaje completo, sino que se ocupan de tal o cual caracterÃstica. En este caso, Emma tira por tierra este aspecto, nutriendo tanto al personaje como a la pelÃcula de una fidelidad a los libros que a veces asombra.
La estética del personaje es perfecta, y la actriz maneja con audacia tanto los diálogos como las expresiones. Debo suponer que este es el principio de una gran carrera, lo cual me alienta a esperar sus próximos trabajos.
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