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Ensayo: «Alfonso CuarÃ³n o El Innovador»

No es un secreto: Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, para el momento antes de publicarse Las Reliquias de la Muerte, era la novela preferida, no sÃ³lo por la mayorÃa de los fans, sino por las mismÃsimas J.K. Rowling y Emma Watson.Â Es un libro de los mÃ¡s cortos (despuÃ©s de Ã©l vinieron lo que me gusta llamar â€œLas Bibliasâ€, por su extensiÃ³n); sin embargo realmente comienza en este volumen el desarrollo psicolÃ³gico de los personajes.Â A pesar de la ausencia de Voldemort, es recordada por todos como la cinta iniciadora de la revoluciÃ³n en la estÃ©tica de las pelÃculas.Â ReseÃ±an algunos sitios que Alfonso CuarÃ³n, al momento de asumir el reto de dirigir el filme, no tenÃa ni la menor idea de cuÃ¡l era el argumento de la saga.Â Tuvo que esperar a que Emma, Dan y Rupert â€”junto a Klovesâ€” le dieran los detalles de todo cuanto habÃa sucedido y estaba por suceder.

AsÃ, CuarÃ³n, ni corto ni perezoso, no desestimÃ³ la oportunidad de innovar. Primeramente, la pelÃcula adquiriÃ³ un matiz oscuro que anunciaba al pÃºblico â€œEpa, si creen que esto serÃ¡ como La CÃ¡mara o La Piedra, estÃ¡n muy equivocadosâ€. AdemÃ¡s, se centrÃ³ en recrear los paisajes hermosos de Hogwarts y el mundo mÃ¡gico, desarrollo una estÃ©tica naturalista.Â Pero CuarÃ³n no sÃ³lo se centrÃ³ en lo grandilocuente: tambiÃ©n es el director que mÃ¡s pequeÃ±os detalles ha aÃ±adido a una de las pelÃculas. Se puede ver Harry Potter y el Prisionero de Azkaban mil veces, y se hallarÃ¡ en cada momento una cosa nueva. Por ejemplo, cuando se muestra El Caldero Chorreante coexisten las imÃ¡genes de Harry Potter y la de los empleados limpiando con magia: uno por acÃ¡ que desaparece una copa, otro que sostiene un montÃ³n de platos con una manoâ€¦

Â¿Y quÃ© decir del refinado humor insinuado caracterÃstico de los ingleses? Nadie podrÃa imaginar que CuarÃ³n es Mexicano.Â AdemÃ¡s del fuerte argumento, Alfonso aportÃ³ mucho de sÃ mismo al filme. Algunos dicen que fue el guionista; sin embargo Kloves habÃa escrito ya los guiones de las cintas anteriores y ninguna era remotamente parecida a esta. Por ejemplo, fue idea de CuarÃ³n las cabezas reducidas y el Sauce Boxeador carnÃvoro, que casi se convierte en protagonista del filme.Â Incluso la mÃºsica, compuesta una vez mÃ¡s por John Williams, no es muy parecida a otras de sus composiciones. Eso sÃ, Hedwig Theme se mantuvo, como siempre, de tema principal con pocas variaciones. Sin embargo, el resto de la mÃºsica es un tanto medieval y con el uso de instrumentos aerÃ³fonos de timbre grave.Â Y, por supuesto, fue en este filme que vimos al Dumbledore que nos acompaÃ±Ã³ hasta El Misterio del PrÃncipe, que, a mi criterio, es mÃ¡s apegado en carÃ¡cter al de los libros.Â Hagamos un alto para analizar a Michael Gambon en su papel de Dumbledore.

La concepciÃ³n estÃ©tica del primer Dumbledore, opino, era muy infantil y mÃ¡s apegada a un clichÃ©. Por su parte, el de Gambon se viste de otra manera (azul), hasta se anuda la barba, impone respeto con su pelo recogido y su actitud es mucho mÃ¡s apropiada para la relaciÃ³n de complicidad entre Dumbledore y Harry.Â Ahora hablemos sobre la direcciÃ³n de arte.Â Una vez mÃ¡s Craig nos enamora con sus locaciones, que esta vez se prestaron mÃ¡s al propÃ³sito naturalista de CuarÃ³n. Ya vemos a Harry, Ron, Hermione y los otros chicos del colegio vestidos como muggles (con jeans, camisetasâ€¦). AdemÃ¡s, por fin Emma nos mostrÃ³ su cabello (precioso debo decir) que tan cruelmente habÃa sido â€œdesarregladoâ€ en los primeros filmes. Nos comienzan a mostrar una Hermiones sensible, mÃ¡s hermosa, mÃ¡s mujer, como antecedente de que, finalmente, Ron descubra que mÃ¡s que amiga, Hermione es una chica (en El CÃ¡liz de Fuego).Â SÃ, CuarÃ³n es el Innovador. Ã‰l puso la parada alta a los directores predecesores, que tuvieron que asumir el reto de, quizÃ¡, hacer un filme tan logrado como el suyo.