De la ficción a la realidad. Cientos de jugadores se dieron cita el pasado fin de semana para participar en el mayor torneo de quidditch en Reino Unido, un deporte que fue adaptado de los libros de Harry Potter hace ya una década.
A diferencia de los personajes de la novela y pelÃculas, los jugadores de quidditch no pueden volar en el terreno de juego, pero sà están obligados a correr con un palo entre las piernas.
«Lo que queremos es que la gente pueda descubrir que lo que nosotros hacemos es un deporte legÃtimo, más que una imitación de Harry Potter«, dijo la presidenta de quidditch en Reino Unido, Amy Maidment.
Maidment reconoció que se sintió atraÃda por el deporte a raÃz de su afición por el personaje de ficción, pero que ahora considera que son dos cosas separadas.
La esencia
Según quienes lo practican, el quidditch tiene elementos que lo acercan al balonmano, baloncesto y rugby, ya que se trata de un juego de contacto en el que los jugadores controlan la pelota con la mano y buscan anotar pasando una pelota a través de un aro.
Hay siete jugadores en el terreno y un equipo puede contar hasta con 21 personas en su plantilla, sin distinción de género, ya que el número de sustituciones es ilimitado.
Las jugadores están diferenciados por su responsabilidad dentro del campo, que se sabe claramente ya que se distinguen con el uso de bandas de colores: tres cazadores (blanco), dos golpeadores (negro), un portero (verde) y un buscador o perseguidor (amarillo), que tiene como función tratar de encontrar el snitch, un objeto mágico en la novela pero que en la vida real es una pelota de tenis metida en un calcetÃn atado en la parte de atrás de un corredor.
El juego comienza cuando la persona que hace de snitch, que es neutral y su función es evitar ser atrapado por alguno de los dos equipos, se coloca el calcetÃn a su espalda.
A partir de allà los dos equipos se disputan el balón para anotar, que tienen que hacerlo en alguno de los tres aros que están ubicados en la «porterÃa» contraria.
Los goles son anotados por los cazadores, que deben de evitar ser tocados por las tres pelotas (concidas como bludger) que tienen los golpeadores, quienes lanzan los balones para interrumpir la ofensiva del equipo rival.
Si un cazador es alcanzado por un bludger, debe soltar inmediatamente el balón de anotación (quaffle).
Son 10 puntos por cada pelota que pasa entre los aros, mientras que el equipo que logre atrapar el snitch recibe 30 puntos.
Cuando esto ocurre se acaba el partido y gana el juego el equipo que tenga más puntos.
Expansión
La Asociación Internacional de Quidditch (IQA, por sus siglas en inglés), con sede en Estados Unidos, paÃs en el que se creó el deporte en 2005, confÃa en que el crecimiento de este juego siga en constante ascenso como ha sido en su primera década de vida.
Actualmente, el quidditch cuenta con más de 300 equipos y se juega en más de 20 paÃses, entre ellos Argentina y México, que están afiliados a la IQA.
México incluso participó en 2014 el segundo torneo internacional por paÃses, llamado Juegos Globales, obteniendo un meritorio quinto puesto por detrás de Estados Unidos, Australia, Canadá y Reino Unido.
El juego no sólo aumenta en número de participantes sino también en competitividad.
«Ha habido algunas lesiones pero estamos trabajando en el reglamento para tratar de minimizar eso, porque si sigue subiendo el promedio de lesiones, la gente no va a querer jugar», advirtió Maidment.
«Yo no he sufrido ninguna lesión grave, sólo una conmoción cuando fui pateada en la cabeza sin querer por mi propio capitán».
Columna original publicada por BBC Mundo