‘Harry Potter y la Ruptura del Vínculo’: Capítulo 3!

¡Hola a todos y a todas!

Regresamos como habíamos prometido con una nueva entrega de este fanfic. Esta vez es el turno de Fenix Cromanti como escritora. Ya ha reservado su turno nuestro colega BatLumos99 que tantos capítulos de acción nos escribió durante la temporada anterior.

Queremos adelantarle que además del Fanfic, le hemos propuesto a este blog la publicación de una revista digital en formato pdf, cuyo primer número se ha pensado como un especial por los Oscar 2012, hablando de Harry Potter, por supuesto. Contáctenos por nuestra página de Facebook si están interesados en escribir para la revista.

No los demoro más…

Anteriormente en HARRY POTTER Y LA RUPTURA DEL VÍNCULO:

  • Harry y Ron continúan en año nuevo su trabajo dentro del Dpto. de Aurores del Ministerio de Magia
  • Una mujer que trabaja en las cocinas de Hogwarts se ha convertido en gran amiga de Lily Luna.
  • Carta de Lily a Harry, sobre su amiga:

“Le he contado del sextante y de Circe, y parece que sabe algo del tema. Sospecho que no me quiere decir hasta no asegurarse de estar en lo correcto”.

  • Teddy ha escrito a Harry una carta, en ,la que le cuenta de su viaje por Albania:

“Albania no es un lugar tan oscuro como pensamos, pero no te puedo negar que hay algo, que huelo magia tenebrosa en el aire (…)

Va a haber un conflicto, papá. Los viejos anunciaron que no quieren verse obligados a utilizar su arma secreta; pero en caso de ser necesario no dudarán.(…)

Te juro que tengo el presentimiento de que Circe está inmiscuida en el complot, no sé por qué.

  • Harry y Ron han ido a Hogwarts para comprobar cómo va la seguridad del castillo. Luna los encuentra, y les habla sobre la amistad entre Lily y la cocinera:

“— ¿Tina me has dicho que se llama?

—Así es, Tina. Aunque su apellido solo me lo ha revelado a mí (…)El apellido de Tina es Grindewald.

LUMOS…

Bienvenidos al

Capítulo 3

Primer encuentro con Tina

Por Fénix Cromanti y Tomas Marvolo

Una voz femenina muy conocida por Harry llegó a sus oídos. Se dio la vuelta y allí  estaba parada la directora de Hogwarts, Minerva Mc Gonagall.

—Buenas tardes Sr. Potter –giró ligeramente la cabeza y dijo—Weasley.

—Igualmente Minerva— respondió el Auror.

—Hola, prof..fesora—  dijo Ron con un tono temeroso, como si aun tuviera once años.

—Kingsley me avisó que vendrían a hacer una inspección –dijo McGonagall— ¿por  dónde desean empezar?

—Nos gustaría conocer al nuevo personal— exclamó Harry.

De esta manera la profesora los escoltó al Gran Comedor.

Caminaron hasta llegar al Gran Comedor, luego entraron y siguieron por una puertecilla detrás de las sillas de los profesores. Bajaron unos escalones hasta llegar frente a un cuadro de frutas, y McGonagall tocó una pera, tras decir “Cromos de Chocolate”. El cuadro se separó y dejó ver un hueco redondo en la pared. La directora se acomodó la túnica y subió al pasadizo, con su varita destellando.

Tras unos metros de oscuridad iluminada por el hechizo Lumos de Minerva, se fue vislumbrando un destello mayor proveniente del final del túnel. Hasta los oídos de los tres magos llegó un sonido extraño, y la temperatura se fue haciendo más cálida.

McGonagall descendió por otras escalerillas y, ante Ron y Harry, quedaron las cocinas de Hogwarts.

Pocas veces Harry había sentido que no podía describir lo que veía. Las cocinas de Hogwarts eran un continente, un mundo aparte del castillo, pero a la vez inseparable de éste. Varios elfos, menos de los que Harry imaginaba, se dedicaban a pelar frutas, picar ingredientes y revolver los contenidos de las grandes ollas de comida. Sin embargo, todo permanecía relativamente silencioso. Solo se podía escuchar el sonido de la comida y el chisporrotear de la magia élfica volando de aquí para allá, golpeando cajas y haciendo volar granos, legumbres y vegetales por todo el lugar.

Más alejado de la entrada, había un atrio vacío.

— ¿Qué es?— preguntó Harry, disimulando su desesperación.

— Desde ahí Tina, nuestra nueva empleada, se encarga de añadir y supervisar los ingredientes de nuestras cenas, almuerzos y desayunos. Es muy diestra en los hechizos domésticos.

Harry lo entendió. Los elfos se dedicaban con su magia a la parte de refinar los alimentos para cocinarlos, y Tina, agitando su varita de un lado a otro, era le verdadera cocinera. Impresionante. Debía ser un as de la magia casera.

—Vayamos mientras tanto a los Invernaderos— sugirió Ron, a quien el estómago había comenzado a sonarle solo de respirar el delicioso aroma de los panecillos de canela que estaban cocinándose en los hornos.

Camino a los Invernaderos, Harry se topó con su hija Lily de nuevo:

—¿Papi?, viste a Tina— preguntó.

—No, cariño—dijo Harry tiernamente. Los desencuentros se habían vuelto realmente molestos.

—Srta. Weasley— rezongó McGonagall— ¿Usted no tiene clase?

—No profesora estoy en mi periodo libre— dijo segura Lily

—De acuerdo— dijo la directora.

—¡Tina fue al campo de Quidditch! ¿Cómo es que no la viste?

— Es que bajé a las cocinas.

—¡Qué mal! No sabía que irías a las cocinas. Allí la podrías haber visto en acción. EN fin, papá…Te esperará en el Gran Comedor en media hora, no te demores.

Harry asintió y depositó un beso en la mejilla de su hija.

Camino a los Invernaderos se encontraron a Neville que salía de dar su clase de Herbología del Segundo Curso. Estaba hecho un asco

—¡¿ Harry, Ron?! Que sorpresa, me estaba acordando de ustedes, justamente acabo de dar la clase de herbologia a sus hijos— exclamó sorprendido el profesor Longbottom   —Ron, tu hija, Rose es brillante sí que se parece a Hermione. Por suerte si sabe del Lazo del Diablo, ¡casi nos comen vivos ahí dentro!

—Gracias— respondió – Ronald confundido.

Harry estuvo observando algunas plantas del Invernadero. Aunque la Herbología no era lo suyo, su formación como Auror le había dado conocimientos tan profundos como los de Neville, aunque éste fuera un experto sin comparación. Luego de hacer algunos apuntes, Harry convenció a McGonagall de que regresara a su despacho. Quería hablar a solas con Neville y Ron. McGonagall se fue, mostrando expresión ofendida y, cuando estuvo lo suficientemente lejos, Harry le preguntó a su ex compañero del ED

— ¿Sabes algo sobre Tina?

— ¿Tina? ¿La nueva empleada? Pues Luna me ha contado algunas cosas: es mestiza, aunque es bruja no le gusta usar mucho la magia , su madre la tuvo a los 17 , poco después de ello  murió junto con su esposo – relató— No sé más que eso.

—Gracias Neville, cuídate— respondió Harry.

Ron lo miró extrañado. Le parecía que el interés por Tina se había convertido en una obsesión implacable de su amigo:

—¿No exageras?

—Ron…la última amiga de nuestros hijos casi mata a Lily. Ella es muy dulce, demasiado ingenua. Se le da bien confiar en cualquiera.

—Confía tú en ella, Harry.

Los dos Auores hicieron un silencio sepulcral. Caminaron lentamente por los Terrenos de Hogwarts, como recordando su época de estudiantes. Así llegaron hasta el vestíbulo, donde estaba Lily, sonriente como nunca. La ansiedad se le notaba por encima de la ropa.

Hizo que Harry la siguiera hasta el Gran Comedor, donde estaba sentada en una mesa, sola, Tina Grindewald.

Era hermosa. Se daba un parecido extrañamente cercano a Circe, pero de una manera gentil. No era la imagen agresiva que daba la muchacha, la inteligencia engreída que se desbordaba de sus maneras. Tina era sencilla, poca cosa, menudita. Pero de voz profunda:

—Al fin, señor Potter— dijo y se acercó a besar la mano de Harry.

—¿Qué hace?— atinó a decir el Auror.

—Véalo como un gesto de agradecimiento por liberarnos de la oscuridad…momentáneamente.

Tina se puso en pie. Llevaba una túnica grisácea que se arrastraba por el suelo. Parecía una dama del medioevo.

—¿Qué quiere decir?

—Aquí no, señor Potter. Aquí no— dijo TYina señalando con la mirada a Lily.

—Muy bien— dijo Harry comprendiendo. Debían ir a un lugar más privado — ¿Cuándo podemos encontrarnos?

—El sábado, en Cabeza de Puerco, ¿le parece?

Harry asintió.

—Ha sido un placer. La esperaré en la mañana.

—Ahí estaré.

Antes que llegara el sábado, la situación se complicó.

Corría el  rumor de que estaban  ocurriendo extrañas desapariciones en Albania, en su gran mayoría de nacidos muggles. Lo peor no era eso, sino que la ola se estaba expandiendo por Europa, y en Bulgaria estaba comenzando el desastre. Los magos franceses habían convocado a una reunión urgente de todos los Ministros de Magia de los países de la zona. Kingsley se alistaba para lo peor.

—Escríbele a Teddy, Harry— suplicó Hermione— Antes de consultarte me tomé la libertad de hablar con Ginny por la Red Flu y ella está alterada, muy alterada. Teme por la vida de Teddy. Es muy arriesgado que esté solo en Albania, pídele que regrese.

Las razones sobraban. Harry no había terminado de escuchar a su mejor amiga y ya sostenía pluma, pergamino y tinta. La misiva decía de esta forma.

Teddy:

 

Me he enterado de están ocurriendo extraños sucesos en Albania. Algo no encaja aquí, necesito tu apoyo ahora más que en cualquier otro momento.

Sé que la carta es breve pero la escribo solo por un motivo: necesito que  investigues, hay un rumor en el Ministerio, se comenta mucho sobre muertes y desapariciones en Albania. Ojalá no comprobemos que lo peor está sucediendo.   

Ven y dame la respuesta en persona, lo antes posible. Regresa, Teddy. 

                                                                                                           Te quiero, Harry

 

Hecha la carta, el Auror se la dio a Widge,  y antes de que saliera volando, le aplicó un hechizo desilusionador.

Así pasaron tres días. Harry se alistaba para encontrarse con Tina en Cabeza de Puerco cuando sintió un golpetear seco en la ventana. Era Parrywidget, posiblemente con la respuesta de su ahijado. Abrió la ventana para dejarlo entrar y fue solo entonces, que se percató de la dimensión que alcanzaba el conflicto que se gestaba.

Parrywidget estaba cubierto de sangre, casi desplumado. Tenía marcas de hechizo de fuego en la cola y un ojo hinchado. No había lugar para la especulación: la carta de Harry a su sobrino, había sido interceptada por el camino. Teddy estaba en grave peligro.

Hasta aquí nuestro capítulo de hoy. No se olviden de enviarnos sus propuestas de capítulo a un nuevo correo electrónico que habilitamos para este fanfic,: tommarvolo@gawab.com. Además sígannos en Twitter, tanto al fanfic como a Tomas Marvolo.

Recomendamos además nuestra página de Facebook, que aunque conserve el nombre anterior será la oficial para La Ruptura del Vínculo. Allí daremos adelantos, haremos concursos, encuestas…La aventura acaba de empezar.

Hasta el lunes, Adiós!

NOX

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Estudio periodismo en la Universidad de La Habana, escribo novelas y trabajo como periodista en CMBF Radio Musical Nacional. Potterhead!

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