Las Alfombras Voladoras son el medio de transporte más usados en Asia y en Medio Oriente. En Gran Bretaña están prohibidos, aunque antes era legal. Se presume que las alfombras voladoras utilizan el mismo encantamiento que las escobas voladoras para que puedan volar. En el cuarto libro de la saga, Harry Potter y el Cáliz de Fuego, se menciona que el Ministro de la Magia ha declarado ilegales las alfombras mágicas.
Las alfombras mágicas han aparecido en la literatura desde casi la época bÃblica hasta la actualidad. Aunque eran un tema principalmente árabe o indio, la popularidad de Las mil y una noches atrajo sobre ellas la atención del público occidental. Las tradiciones literarias de otras varias culturas también incluyen alfombras mágicas. La alfombra mágica de Tangu, también llamada alfombra del prÃncipe Hussein, era una alfombra sin ningún valor aparente procedente de Tangu (Persia) que funcionaba como alfombra mágica y aparece en cuentos de Las mil y una noches.
La alfombra de Salomón se describe como hecha de seda verde, y sobre ella se colocaba el trono de Salomón cuando viajaba. Regalo de la Reina de Saba, era los suficientemente grande como para que cupiese su séquito: las personas a su derecha y los espÃritus a su izquierda. El viento cumplÃa las órdenes de Salomón y aseguraba que la alfombra y su contenido avanzara en la dirección correcta. La alfombra era protegida del sol por un dosel de pájaros.
En los cuentos populares rusos, Baba Yaga obsequia a Iván el Tonto con una alfombra voladora o algún otro regalo mágico (por ejemplo, una bola que rueda frente al héroe indicándole el camino o una toalla que puede convertirse en puente). Estos regalos ayudan al héroe a hallar su camino durante sus aventuras. El pintor ruso Viktor Vasnetsov ilustró estas historias representando una alfombra voladora en dos ocasiones.
En La visita al Cielo del capitán Stormfield de Mark Twain se usan alfombras que cumplen los deseos para viajar instantáneamente por el Cielo.
Fuente: WP.
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