Y llegamos al capitulo número 166 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 166 de la Saga de Harry Potter.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
CapÃtulo 4: Los siete Potters
Harry subió corriendo a su habitación, y pudo ver como el carro de los Dursley se alejaba. Tomó la jaula de Hedwig, su Saeta de Fuego, la mochila y bajó nuevamente. Dejo las cosas junto a la escalera y comenzó a explorar la casa, que en otras ocasiones las horas de soledad suponÃan un lujo, ya que podÃa hacer lo que quisiera. Le preguntó a Hedwig, que estaba enojada porque últimamente no salÃa de su jaula, si querÃa revisar por última vez la casa. Recordó esos pocos momentos felices que tubo ahà dentro. Y finalmente revisó su antigua alacena, que le provoco nostalgia.
Fuera se oyó un rugido ensordecedor. Harry se incorporó rápidamente y se golpeó en la alacena. Fue tambaleándose hasta la cocina mientras se frotaba la cabeza y miró por la ventana que daba al jardÃn trasero. Unas ondulaciones recorrÃan la oscuridad. Entonces comenzaron a aparecer unas figuras a medida que se desactivaban sus encantamientos desilusionadores. Hagrid destacaba en medio de la escena, estaba sentado en una enorme motocicleta con sidecar negro. Alrededor otros desmontaban de escobas.
Harry abrió la puerta para salir a saludarlo, Hermione lo abrazó y Ron le dio unas palmadas en al espalda. Ojoloco indicó que se pusieran a cubierto para explicarle el nuevo plan a Harry. Harry los guió hacia la cocina. Estaban: Ron, Hermione, Fred y George, Bill, el señor Weasley, Ojoloco, Tonks, Lupin, Fleur, Kingsley, Hagrid y Mundungus Fletcher. Harry estaba feliz de verlo a todos, incluso a Mundungus. Antes de que Ojoloco explicara el plan se enteró de que Tonks y Lupin se habÃan casado.
El plan habÃa cambiado debido a que Pius Thicknesse se habÃa cambiado al otro bando y habÃa prohibido usar la Red Flu, ubicar un translador y salir o entrar mediante aparición en esa casa. Como Harry no habÃa cumplido 17 años tenia activado el detector. El detector era el encantamiento que percibÃa las actividades mágicas realizadas entorno a lo menores de edad, por lo que no podÃan hacer ningún hechizo para sacarlo de ahÃ.
El nuevo plan consistÃa en usar medios de transporte que no necesitaran usar algún hechizo para utilizarlos: escobas, thestrals y la motocicleta de Hagrid. Harry veÃa fallas en el plan, pero dejo a Ojoloco continuar. El encantamiento de su madre solo se podrÃa romper si Harry cumplÃa la mayorÃa de edad o dejaba de llamar a esa casa Hogar. HabÃan decidido romper el encantamiento antes de que Harry cumpliera la mayorÃa de edad. HabÃan dado una pista falsa en el ministerio que decÃa que Harry seria transladado hasta el dÃa 30, pero no podÃan confiarse, ya que Voldemort debió de haber puesto vigilancia en caso de que intentaran sacar a Harry antes. HabÃan puesto protección a varias casas diferentes, donde todas podÃan ser la casa donde esconder a Harry, ya que tenÃan relación con la Orden. Harry se dirigirÃa a la casa de los padres Tonks y ahà usarÃa un translador para llegar a la madriguera. Harry por fin explico la falla que le veÃa al plan. El principio los mortifagos podrÃan no saber a que casa irÃan, pero se volverÃa obvio cuando vieran a catorce personas dirigidas a la casa de Tonks. Ojoloco habÃa olvidado explicar la clave del plan: esa noche habrÃa siete Harry Potters surcando el cielo.
Varias personas del grupo tomarÃan poción multijugos para tomar la forma de Harry. Harry se opuso a ese plan, hacerse pasar por el era una sentencia de muerte. Harry dijo que él podrÃa oponerse a darle los cabellos, pero Fred y George le hicieron ver que 13 contra uno que no puede usar magia, era una gran ventaja y Ojoloco estuvo de acuerdo con ellos, si era necesario le quitarÃan esos pelos por la fuerza.
Harry finalmente le dio los cabellos y Ojoloco los metió en la poción multijugos que ya traia preparada. Hermione dijo que se veÃa más apetitoso que Crabbe y Goyle, Ron la miro arqueando las cejas y ella le explicó que se referÃa a que la poción de Goyle parecÃa de mocos. Los que tomarÃan la forma de Harry serÃan Ron, Hermione, Fred, George, Fleur y Mundungus, quien no estaba feliz con la idea, pero Ojoloco lo habÃa obligado a ir. Todos se tomaron la poción al mismo tiempo. Ojoloco les entregó ropa en cuanto termino su transformación, les dijo que no olvidaran las gafas y que tomaran el equipaje de otra bolsa. Cuando comenzaron a desvestirse a Harry le hubiera gustado decirles que tuvieran mas respeto con su intimidad.
Las parejas eran las siguientes: Ojoloco y Mundungus viajarÃan en escoba; Arthur y Fred usarÃan escoba; Lupin y George, también en escoba; Bill y Fleur usarÃan un thestral; Kingsley y Hermione en el otro thestral; Tonks y Ron en escoba y Hagrid y Harry en la motocicleta. Harry volvió al recibidor para recoger su Saeta, su mochila y la jaula de Hedwig.
Cuando regreso ya todos estaban preparados en su correspondiente transporte, Harry se acomodo como pudo en el sidecar de la motocicleta, que reconoció como la de Sirius. Hagrid le explicó algunas de las modificaciones que le habÃan echo él y Arthur. Ojoloco indicó que debÃan salir todos al mismo tiempo para que la maniobra funcionara. Les deseó suerte a todos, contó hasta tres y todos salieron disparados al cielo.
Harry iba demasiado incomodo en el sidecar, sus piernas ya estaban entumecidas. De pronto se vieron rodeados por al menos treinta figuras encapuchadas que formaban un cÃrculo en donde la orden habÃa ido a meterse.
La motocicleta se puso boca abajo y las cosas de Harry resbalaron entre sus rodillas. La escoba cayó girando sobre si misma, pero Harry pudo agarrar la mochila y la jaula de Hedwig y se sintió aliviado. Hubo otro destello de luz verde. La lechuza chilló y se desplomó en la jaula. Hedwig yacÃa inmóvil en el fondo de la jaula.
Harry no podÃa ocuparse por el momento de la lechuza su mayor preocupación era la suerte de los demás. Intento hacer que Hagrid regresara para poder ayudarlos, pero Hagrid dijo claramente que su misión era llevarlo sano y salvo. Cuatro mortifagos se habÃan separado del grupo y los perseguÃan lanzándoles maldiciones. Harry contraatacaba, pero los mortifagos esquivaban los ataques. Hagrid apretó un botón verde en la motocicleta y del tubo de escape salió una pared de ladrillos que tres mortifagos esquivaron, el cuarto no lo logró y comenzó a caer junto con la pared, uno de sus compañeros regresó a ayudarlo. Hagrid volvió a acelerar. Los dos mortifagos restantes seguÃan lanzando maldiciones asesinas que pasaban rozando la cabeza de Harry. Hagrid apretó otro botón y del tubo de escape salió una red, pero los mortifagos lo esquivaron. El tercer mortifago, que habÃa vuelto a socorrer a su compañero, estaba de regreso. Hagrid le dijo a Harry que se agarrara fuerte y apretó un botón morado.
Un chorro de fuego de dragón brotó del tubo de escape y la motocicleta salió despedida hacia adelante. Los mortifagos trataban de esquivar las calientes llamas y al mismo tiempo la pieza que sujetaba el sidecar se habÃa rajado y Harry oscilaba amenazadoramente. Hagrid trató de repararlo pero solo terminó de romperlo. El sidecar caÃa lentamente.
Harry uso Wingardium leviosa para evitar la caÃda. Y Hagrid regresó por el antes de que los mortifagos lo alcanzaran. Harry utilizó impedimenta con un mortifago que quedó suspendido en el aire provocando que su compañero casi chocara con él. Hagrid por fin alcanzó a Harry y lo saco del sidecar. Harry pudo tomar la mochila y subir a la motocicleta quedando tras Hagrid espalda con espada. Harry apuntó al sidecar y lo hizo explotar. Sintió una punzada de dolor por Hedwig que habÃa explotado junto con el sidecar. La explosión hizo que un mortifago cayera de la escoba.
Otros dos mortifagos seguÃan persiguiéndolos. Harry disparó un embrujo bloqueador al mortifago más cercano que al virar se le cayó la capucha descubriendo su cara. Harry lo reconoció la cara extrañamente inexpresiva como Stanley Shunpike y usó Expelliarmus.
– ¡Es él! ¡Es él! ¡Es el auténtico! –
El grito del mortifago encapuchado llego a los oÃdos de Harry a pesar del ruido de la motocicleta y al cabo de un instante ambos mortifagos habÃa desaparecido. Harry le dijo a Hagrid que usara nuevamente el fuego de dragón, querÃa alejarse lo más rápido posible de ahÃ. ¿Como lo habÃan reconocido?
Harry le decÃa que ya casi llegaban, que estaba por lograrlo. De pronto Harry sintió un dolor tremendo en la cicatriz. Dos mortifagos aparecieron a su lado lanzando maldiciones asesinas. Y entonces lo vio: Voldemort volaba como el humo en el viento. Harry comenzó a lanzar hechizos aturdidores a diestra y siniestra. La motocicleta empezó a caer fuera de control.
Los mortifagos seguÃan lanzando maldiciones, Harry sentÃa demasiado dolor en la cicatriz, sentÃa que en cualquier momento morirÃa. Un encapuchado llegó a escasos palmos de el y levantó el brazo, pero antes de que pudiera hacer algo más, Hagrid se lanzó contra el y ahora ambos caÃan hacia el vacÃo.
Voldemort iba a utilizar Avada Kedabra con Harry. Harry cerró los ojos debido al dolor de la cicatriz y su varita actuó sola. Percibió como tiraba de su mano como un imán y vislumbro una llamarada de fuego dorado a través de sus cerrados parpados. Voldemort dio un chillido y Harry se dio cuenta de que su nariz estaba pegada al botón del fuego de dragón, asà que lo apretó.
Harry salió disparado hacia el suelo, intento atraer a Hagrid con un encantamiento convocador pero de nada sirvió. Escuchó como Voldemort le pedÃa la varita a Selwyn. Sintió como Voldemort estaba a punto de lanzarle otro hechizo, pero de pronto este se desvaneció. Harry vio a Hagrid tendido en el suelo, intentoó enderezar la motocicleta para no chocar con él y buscó el freno, pero se estrelló en una ciénaga con un fuerte golpe.