Y llegamos al capitulo número 169 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 169 de la Saga de Harry Potter.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
CapÃtulo 7: El testamento de Albus Dumbledore
Ron despierta a Harry que estaba teniendo un sueño donde buscaba a un tal Gregorovitch, parecÃa que el que buscaba a Gregorovitch era Voldemort y Ron sintió pena por el. A Harry se le hacia conocido el nombre, algo relacionado con Quidditch.
Harry recordó que ese dÃa era su cumpleaños número 17, por lo que ya podÃa usar magia. Hizo volar las cosas de ron por todo el cuarto y hasta le cambio el color a sus afiches de los Chudley Cannons. Ron le regalo un libro de consejos para conquistar a una bruja y cuando bajo a la cocina un montón de regalos lo esperaban en la mesa. El de los señores Weasley fue un reloj de oro, ya que era tradición regalar uno cuando se alcanzaba la mayorÃa de edad. El reloj habia pertenecido al hermano de Molly, a Harry no le importo eso, estaba agradecido y se levantó para darle un abrazo, con el cual no solo querÃa agradecer el reloj, si no todo lo que habÃan echo por el. Hermione irrumpió en la cocina con un chivatoscopio para Harry. Los otros regalos que recibió fueron una navaja de afeitar encantada, bombones y productos de sortilegios Weasley. Ron, Hermione y él subieron de nuevo para guardar los regalos de Harry en el equipaje que llevarÃan a su viaje, según Hermione estaba casi listo.
Una puerta del rellano del primer piso se abrió y salió Ginny que le pidió a Harry que la acompañara un momento. Harry entró en el cuarto de Ginny que era pequeño pero muy iluminado. Ginny le dijo que no sabia que regalarle, debÃa ser algo útil y no muy grande, asà que pensó en algo para que no la olvidara en caso de que se encontrara a una veela en el camino. Harry le dijo que no se iba a ligar, eso era lo único que Ginny querÃa oÃr. Lo besó como nunca hasta entonces. Harry le devolvió el beso y sintió una felicidad incomparable.
La puerta de la habitación se abrió y entraron Ron y Hermione tras el, seguidos de un incomodo silencio. Ginny volvió a desearle feliz cumpleaños a Harry y se volteo. Harry se preguntó se habÃa sucumbido al llanto. No podÃa consolarla frente a Ron, asà que solo se despidió de ella y salió de la habitación con sus dos amigos.
Ron bajo hasta la zona ajardinada de la casa seguido de Harry y Hermione, que tenÃa cara de susto. Ron le reclamó a Harry por volver a darle esperanzas a Ginny, que no podÃa besarla cada que se presentara la oportunidad. Harry le dijo que no volverÃa a pasar.
Como la casa era muy pequeña para festejar a Harry decidieron celebrar en el jardÃn que todos ayudaron a adornar. El pastel de Harry era una Snitch del tamaño de una pelota de playa. A las siete en punto llegaron todos los invitados, Hagrid le regalo a Harry un monedero de piel de moke que solo podÃa ser abierto por su propietario, a continuación se fue a hablar con Charlie quien le contó que Norbeto, su ridgeback noruego, era Hembra.
Iban a empezar la celebración sin el señor Weasley, ya que parecÃa haberse quedado hasta tarde trabajando, cuando una comadreja plateada se poso sobre la mesa, hablando con la voz del señor Weasley, dijo que el ministro lo acompañaba y enseguida se desvaneció el patronus. No tuvieron tiempo de pensar en por qué venia el ministro, ya que un segundo más tarde apareció junto a Arthur.
Les dijo lamentar la intromisión en la fiesta, pero tenia que hablar con Harry, Hermione y Ron. Se dirigieron al salón para poder conversar a solas. Durante el camino no se hablaron, Harry pensó que el ministro habia descubierto que no irÃan a Hogwarts ese año. Al llegar al salón dijo querer hablar con cada uno a solas y que empezarÃa con Ron, pero Harry y Hermione dijeron que hablara con los tres a con ninguno. Scrimgeour no tubo mas opción que aceptar.
El ministro estaba ahà para hablar sobre el testamento de Albus Dumbledore, lo que sorprendió a los tres jóvenes. Harry preguntó porque les entregaban el testamento hasta ahora si hacia mas de un mes que Dumbledore habia muerto. HabÃan detenido el testamento para inspeccionarlo, por si era algún objeto tenebroso.
Rufus le preguntó a Ron si tenia una relación estrecha con Dumbledore, Ron contesto que casi no que era mas con Harry, pero Hermione lo miró de tal forma que le decÃa que no dijera nada más. Hermione le dijo que no fuera molesto, que Dumbledore lo querÃa mucho.
A Ronald Bilius Weasley le dejo mi desiluminador, con la esperanza de que me recuerde cuando lo utilice.
El ministro le entregó a Ron el desiluminador, que parecÃa un encendedor plateado. Según Scrimgeour era un invento de Dumbledore. Ron dijo que suponÃa que le habÃa heredado el desiluminador para apagar las luces
A la señorita Hermione Jean Granger le dejo mi ejemplar de los Cuentos de Beedle el Bardo, con la esperanza de que lo encuentre ameno e instructivo.
Hermione tomó el libro y se puso a observarlo, en la portada tenia unas Runas que Harry no supo interpretar, de pronto vio como una lágrima caÃa sobre los sÃmbolos grabados. Según Hermione le habÃa dado el libro porque sabia que a ella le gustaban los libros. También le dijo, respondiendo a una pregunta, que nunca habÃa hablado con él de códigos.
A Harry James Potter le dejo la snitch que atrapó en su primer partido de quidditch en Hogwarts, como recordatorio de las recompensas que se obtienen mediante la perseverancia y pericia.
Scrimgeour preguntó el porque de ese legado, y Harry le dijo que debÃa ser por lo que decÃa el testamento. Les dijo que una snitch era un buen lugar para esconder un objeto. Hermione dijo que las snitches tenÃan memoria táctil. Nadie toca una snitch hasta que la sueltan, ni siquiera el fabricante. Tienen un sortilegio que las hace identificar al primer ser humano que la toca. Dumbledore podÃa haberla encantado para abrirse en cuanto Harry la tocara. Harry no tenÃa mas remedio que tomarla, pero no sabia que hacer para que no se abriera. Scrimgeour le puso la Snitch en la mano, esta movió un poco las alas y después se quedaron quietas. Pensando que era todo, Hermione hizo el intento de levantarse del sofá donde se habÃan sentado, pero Rufus les dijo que le habÃa dejado algo más a Harry: La espada de Godric Gryffindor, pero como Dumbledore no podÃa disponer de ella ya que era una joya histórica no se la entregarÃa.
Preguntó porque le querrÃa dar la espada a Harry y este dijo que tal vez pensó que quedarÃa bien colgada en su pared. Scrimgeour dijo que no era una broma, que tal vez la espada serbia para matar al heredero de Slytherin. Harry la tomó como una idea interesante, y preguntó si alguien ya habÃa intentado clavarle la espada a Voldemort, y que eso deberÃan de hacer en vez de perder el tiempo revisando desiluminadores.
Scrimgeour se levanto y le hincó la varita en el pecho a Harry, que también se habia levantado. Ron alzó la varita, pero Harry lo detuvo, no querÃa que tuvieran una razón para arrestarlos. Los Weasley entraron en el salón porque habÃan oÃdo los gritos de la discusión. Scrimgeour retrocedió unos pasos, perecÃa arrepentido de haber perdido el control. Le dijo a Harry que debÃa entender que perseguÃan el mismo objetivo y Harry le dijo que no le gustaban sus métodos. Scrimgeour salió de la habitación y la señora Weasley lo siguió para volver un momento después diciendo que ya se habÃa ido.
En el jardÃn los objetos que acababan de recibir pasaron por todas las manos de los presentes que los inspeccionaban. Sirvieron el pastel, entonaron un rápido «cumpleaños feliz» y comieron. Harry le dijo a Hermione que subiera a la habitación de Ron en cuanto todos se hubieran dormido.
Hermione llegó a la habitación y susurró el muffliato, para que nadie los oyera. Inspeccionaron los objetos, preguntándose porque Dumbledore no se los habia dodo antes. Cuando llegaron a la snitch de Harry este les dijo que no se habÃa esforzado enfrente de Scrimgeour: Esa snitch la habÃa atrapado con la boca. Harry se llevo la snitch a los labios pero la pelota no se abrió. Hermione se dio cuenta de que salÃan unas letras.
«Me abro al cierre.»
Pensaron mucho en esa frase, pero no le encontraban sentido. Después de un rato Ron preguntó porque Dumbledore le dejarÃa la espada a Harry. Harry se preguntó por qué no se la dio directamente si la habÃa tenido en el despacho durante todas sus clases el curso anterior. Por último el libro de Hermione, un libro que ella no conocÃa pero Ron si. Eran cuentos infantiles, Hermione y Harry no los conocÃan ya que ellos venÃan de familias muggles. Ahora Hermione se preguntaba por qué querrÃa que los leyera.
Decidieron irse a acostar, ya que no podÃan dormirse al dÃa siguiente: Un triple asesinato cometido por la madre del novio arruinarÃa un poco la boda. Ron apagó la luz y Hermione salió del dormitorio.
