Y llegamos al capitulo número 177 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 177 de la Saga de Harry Potter.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
CapÃtulo 15: La venganza de los duendes
Harry busco un árbol viejo, retorcido y fuerte, cuando lo encontró, enterró el ojo de Ojoloco. Decidieron que no debÃan quedarse en el mismo sitio durante mucho tiempo, asà que levantaron los sortilegios y cambiaron el campamento. Ron puso de condición moverse a un lugar donde pudiera conseguir un sándwich. Se movieron hacia las afueras de un pueblo con mercado. Harry trató de conseguir comida pero regresó con las manos vacÃas ya que habia encontrado dementores y no habia podido conjurar el patronus. Ron se irritó de que no consiguieran comida. Hermione entendió que el Horrocrux era el que no le dejaba a Harry usar el patronus, ya que Harry lo llevaba con el. En cuanto Harry se lo quitó se sintió aliviado y para evitar la posibilidad de que el Horrocrux los poseyera decidieron turnarse el tiempo para usarlo. Como habia dementores rondando, volvieron a cambiar el campamento y esta vez Hermione pudo conseguir huevos y pan para comer, lo que hizo que tuvieran una noche mas alegre.
Comprobaron que con el estomago lleno uno esta mas animado. Harry ya habia comprobado eso, debido a que los Dursley llegaban a dejarlo varios periodos sufriendo inanición; Hermione sobrellevaba bien las noches en que solo conseguÃan setas para comer pero a Ron le afectaba mucho, ya que estaba acostumbrado a tres comidas diarias. Cuando no comÃa tenia un humor insoportable y además se quejaba de todas las ideas que daban Harry y Hermione, pero el no aportaba nuevas ideas, se limitaba a amargarse pensando en la escases de comida.
Harry y Hermione eran los que se pasaban el tiempo pensando donde podÃan estar los Horrocruxes faltantes, pero con cada idea venia una razón por la que no podÃan estar ahÃ. Sin nuevas ideas seguÃan viajando por el campo, montando la tienda en un lugar diferente. A Harry le dolÃa la cicatriz cada que le tocaba llevar el Horrocrux, y lo único que veÃa era la cara del ladrón que robo a Gregorovitch, lo que decepcionaba a Ron, ya que esperaba tener noticias de su familia. Harry empezó a preguntarse si sus amigos solo estaban con él en el viaje porque pensaban que tenÃa un plan. Ron siempre estaba de mal humor y temÃa que Hermione estuviera desengañada de sus escasas dotes de liderazgo.
El otoño comenzaba a hacerse presente y los chicos comenzaron a poner las tiendas sobre hojas secas. Ron decÃa que su madre podÃa aparecer comida, Hermione le dijo que eso no era posible, ya que la comida era la primera de las cinco principales excepciones de la Ley de Gamp sobre Transformaciones, lo que significaba que era imposible aparecer comida de la nada.
Harry le dijo que se callaran, ya que habia oÃdo algo fuera de la tienda, asà que sacaron orejas extensibles para escuchar mejor. 2 duendes, Griphook y Gornuk y 3 magos, Ted Tonks, un tal Dirk y Dean Thomas. Cada uno hablaba de las razones por la que habÃan escapado. Los duendes se escondÃan debido a que no querÃan rebajarse al nivel de elfo domestico. Griphook dijo que Gringotts ya no estaba bajo el mando de duendes. Antes de irse tomo una pequeña venganza. Unos chicos, entre los que se encontraba Ginny, habÃan intentado robar la espada de Gryffindor y Snape para protegerla la habia mandado a Gringotts, lo que no sabÃa era que la espada era falsa, y Griphook no se molesto en aclarárselo. Después comenzaron a hablar de Harry, de si era o no el elegido y donde se encontraba este. Las personas se retiraron y el trió enrollo las orejas extensibles.
Si la espada de Gryffindor no era la autentica seguramente Phineas sabia quien la habia cambiado. Hermione saco el cuadro de Phineas del bolso y lo llamo. Cuando llego al retrato lo cegaron, ya que no debÃa saber que eran ellos ni el lugar donde se encontraban. Le preguntaron sobre la espada, y les dijo que Ginny, Luna y Neville habÃan sido muy tontos al intentar robarla y que el castigo que habÃan recibido era ir a hacer un trabajo con Hagrid al bosque prohibido, Harry pensó que eso no era un castigo. Sobre si alguien habia sacado la espada de la urna dijo que el ultimo en sacarla fue Dumbledore para abrir un anillo. Antes de irse dijo que no le habia dicho nada de eso a Snape, ya que este tenia cosas mas importante que hacer que escuchar las locuras de Dumbledore.
Entendieron que la espada destruÃa Horrocruxes debido a que estaba imbuida de veneno de basilisco. Dumbledore no se la dio a Harry porque la necesitaba para destruir el Horrocrux, previo que no se la darÃan si la ponÃa en el testamento, asà que la cambio por una copia que puso en la urna en el despacho del director. Lo que necesitaban saber ahora era donde estaba la espada original. Le pidieron a Ron su opinión, pero este parecÃa molesto.
Ron estaba enojado porque no parecÃa avanzar su búsqueda de los Horrocruxes, ahora tenÃan otra cosa que buscar, la espada original. La lluvia empezó a caer sobre la tienda. Harry le dijo que el sabia a lo que se metÃa cuando acepto acompañarlo, que el les habia contado todo. Según Ron, Hermione también estaba decepcionada, pero Hermione dijo que ella no lo decÃa en ese sentido. Harry le dijo que podÃa regresar con su mami. Ron hizo un movimiento brusco y Harry reaccionó, pero antes que los dos hicieran algo, Hermione uso protego, dejando de un lado de la barrera invisible a Ron y del otro a Harry y ella.
Harry le ordenó que dejara el Horrocrux, Ron se lo quito y se volteo hacia Hermione, preguntándole si se quedaba o se iba. Hermione dijo que se quedaba, porque habÃan prometido ayudar a Harry. Ron le dijo que estaba bien, que lo escogÃa a él y salió de la tienda. Hermione salió a gritarle que volviera, regreso unos momentos después para decir que Ron se habia desaparecido, se dejo caer en una butaca y comenzó a llorar. Harry la tapó con las sabanas de la cama de Ron, después subió a su litera y se quedo contemplando el techo de lona, escuchando la lluvia
