Y llegamos al capitulo número 187 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 187 de la Saga de Harry Potter.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
CapÃtulo 25: El Refugio
La casa de Bill y Fleur se encontraba junto a un acantilado que daba al mar, lugar donde Harry pasaba la mayor parte del tiempo. Era la primera vez que decidÃa no actuar, lo que le provocaba muchas dudas sobre no haber impedido que Voldemort tomara la Varita de Sauco. Ron pensaba que debÃan haber ido y hacia preguntas a las que Harry no tenÃa respuestas. Mientras que Hermione, que ya habia aceptado la existencia de la varita pero pensaba que era maligna, no creÃa que Harry hubiera podido profanar la tumba de Dumbledore, lo que le producÃa mas dudas a Harry. Ron pensaba que Dumbledore podÃa seguir vivo, eso podrÃa explicar la cierva y el ojo que Harry vio reflejado.
Fleur le dijo a Harry que Griphook querÃa hablar. En la habitación, Griphook acepó ayudarlos, pero a cambio de la espada de Gryffindor, ya que pensaba que por ser de manufactura duende, le pertenecÃa. Harry le dijo que no podÃa darle eso, pero como era lo único que el duende aceptarÃa para ayudarlos, le dijeron que lo pensarÃan un momento y salieron hacia el salón. Ron propusó darle la copia de la cámara delos Lestrange, pero Hermione dijo que él, mejor que ellos, podrÃa distinguirlas. No podÃan darle algo del mismo valor porque no tenÃan nada. Harry decidió decirle que se la darÃan, pero no cuando, no le gustaba ese plan, pero era la única idea que tenia.
Harry le dijo a Griphook que aceptaban darle la espada, pero fue cuidadoso en no decir la fecha de entrega, estrecharon sus manos en señal de sello y comenzaron a planear la entrada a Gringotts. Durante las semanas que estuvieron haciendo planes, Harry se dio cuenta de que no le caÃa bien el duende por ser sanguinario y disfrutar del sufrimiento ajeno. Sus amigos lo apoyaban, pero no le decÃan nada a Griphook porque lo necesitaban. Fleur estaba alegre por la partida de Ollivander a casa de tÃa Muriel, asà Ron, Dean y Harry podrÃan ocupar la habitación del duende y este la de Ollivander. Harry dijo que ellos no tenÃan problemas en dormir en el salón, no querÃa molestar a Griphook, además Ron, Hermione y él se irÃan pronto. Bill bajó junto con Ollivander, que aun estaba débil. Ollivander se despidió de Luna y al despedirse de Fleur, esta le pidió que le entregara una diadema a tÃa Muriel, que no le habia devuelto ella. Griphook al ver la diadema dijo que era echa por duendes y Bill le contestó que estaba pagada por magos.
Bill se fue y los demás se sentaron a comer, aunque Fleur solo jugueteaba con su comida mientras observaba la ventana, por suerte Bill volvió pronto. Dijo que todos en casa de tÃa Muriel estaban bien, aunque los gemelos estaban volviendo loca a la tÃa. Terminaron de comer cuando se oyó un fuerte golpe fuera de la casa. Bill, Harry, Ron y Hermione levantaron sus varitas, y Bill preguntó quien era y Lupin se identifico. Bill salió a abrirle, al parecer Remus traia buenas noticias: Tonks habia tenido a su bebe. Le pusieron Ted en honor al padre de ella. Rodeó la mesa para poder abrazar a Harry, como si la escena en Grimmauld place no hubiera ocurrido y le pidió ser el padrino del niño. Harry acepto, Bill decidió brindar y Remus, aunque dijo no tener tiempo, alzo la copa para brindar por Teddy Remus Lupin. La celebración duro unas botellas mas, hasta que Remus decidió irse, prometiendo llevar fotos la próxima vez.
Harry ayudó a Bill a levantar las copas vacÃas, momento que este aprovecho para preguntarle que tramaba con Griphook, pero Harry le dijo que no podÃa decirle. Bill le advirtió que era peligroso hacer tratos con duendes, ya que estos no confÃan en lo magos, porque según no respetan el concepto de propiedad que tienen ellos. Ellos piensan que el dueño de un objeto es el creador y si alguien paga por un objeto es solo como si lo alquilaran, no aceptan que estos objetos pasen de un mago a otro, como Harry pudo comprobar cuando Griphook vio la tiara de tÃa Muriel. Griphook parece pensar, al igual que los mas fieros de su raza, que al morir el mago que «alquiló» el objeto, este debe ser devuelto al fabricante. El consejo de Bill era que tuviera cuidado, ya que seria menos peligroso entrar a la fuerza a Gringotts que faltar a una promesa echa con un duende. Harry dijo que lo tendrÃa en cuenta mientras ambos volvÃan al salón. A Harry lo asaltó un pensamiento irónico: parecÃa encaminado a convertirse en un padrino tan temerario para Teddy Lupin como Sirius Black lo habia sido para él.
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