Y llegamos al capitulo número 196 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 196 de la Saga de Harry Potter.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
CapÃtulo 34: Otra vez el bosque
Finalmente la verdad. Su tarea consistÃa en entregarse a los brazos de la muerte. Harry pensaba en su destino, en la fortaleza que le daba su temor, manteniéndolo valientemente con vida. Aunque ese temor también le hacia preguntarse si seria doloroso morir. Deseaba haber muerto de otra forma, envidiaba la muerte de sus padres. Harry necesitaba otro tipo de valor para ese paseo hasta su propia destrucción. Dumbledore lo habia mandado a cortar los lazos que ataban a Voldemort a la vida y él, obedientemente, habia cumplido la tarea, sin pensar que esos lazos también lo unÃan a él a la vida. El director sabÃa que Harry continuarÃa hasta el final, que no dejarÃa a nadie morir en su lugar. Pero algo habia fallado, porque la serpiente seguÃa viva. Ron y Hermione podrÃan acabar con ella, seguramente por eso Dumbledore le dijo que confiara en alguien más. HabÃa pasado casi la mitad de la hora que le habÃa concedido Voldemort para rendirse. Harry se puso de pie y no miró atrás mientras cerraba la puerta de la oficina.
El castillo estaba vacio y silencioso. Se puso la capa de invisibilidad y bajó hasta la entrada. Una pequeña parte de él querÃa que lo detuvieran, pero con la capa nadie podrÃa hacerlo y asà alcanzó fácilmente las puertas. Neville se atravesó en su camino, llevaba el cuerpo sin vida de Colin Creevey. Oliver Wood le dijo que el podÃa solo con Colin y Neville volvió para recuperar mas cuerpos. Harry echo una última mirada a la entrada del Gran Comedor. No vio a Ron, Hermione, Ginny ó algún otro Weasley; ni a Luna. Pensó que era mejor asÃ, que no tendrÃa la fuerza para verlos por última vez.
Harry salió a la oscuridad. Se movió a hacia Neville y le habló. Neville pensaba que Harry iba a entregarse y este le mintió. Harry le dijo que se ausentarÃa por un momento y que la serpiente de Voldemort debÃa morir. Con Neville seguirÃan siendo tres los que conocieran el secreto, Neville ocuparÃa el lugar que Harry estaba a punto de dejar. Neville entendió y le dijo que seguirÃan peleando.
Harry se volvió a poner la capa. En el camino se encontró con Ginny, quiso detenerse y hablar con ella, pero sabia que si lo hacia no podrÃa seguir adelante. Harry siguió de largo, pasando la cabaña de Hagrid y se detuvo cuando alcanzó el Bosque.
Un enjambre de dementores rondaba el bosque y Harry no tenia fuerzas para conjurar su patronus. Pensaba que no podrÃa continuar, pero sabÃa que debÃa hacerlo. El juego habia terminado, la snitch habia sido atrapada. Harry sacó la snitch del monedero que colgaba de su cuello.
Me abro al cierre.
Harry lo entendió, ese era el final, ese era el momento. Presiono el metal contra sus labios y susurro
Estoy a punto de morir.
La snitch se rompió dejando caer el anillo de los Peverell, que tenia la Piedra de la Resurrección. Harry comprendió que no se trataba de hacerlos volver, pues estaba a punto de unirse a ellos. No tenÃa que atraerlos, eran ellos los que le estaban llamando. Cerró los ojos y giró la piedra tres veces en su mano, entonces abrió los ojos. James, Lily, Lupin y Sirius aparecieron. ParecÃan fantasmas aunque parecÃan más sólidos, como el Riddle que habia salido del diario. Todos se acercaron a él con una sonrisa en su cara. Sus padres le dijeron que estaban orgullosos de él. Harry preguntó si dolÃa, Sirius contestó que no, que era mas fácil que quedarse dormido. Harry le dijo a Remus que se sentÃa su muerte, porque no conocerÃa a su hijo. Remus también lo lamentaba, pero estaba feliz de que Teddy creciera en un mundo mejor. Los cuatro espÃritus le prometieron a Harry quedarse junto a él y protegerlo para que pasara a los dementores, como si fueran patronus. Su presencia era lo que le daba fuerza a Harry para continuar. Caminaba entre los arboles, algo parecÃa guiarlo. Los espÃritus permanecieron a su lado. Cuando se acercaba al campamento de Voldemort, se encontró con Dolohov y Yaxley. CreÃan haber oÃdo algo, aunque pudo haber sido un animal. Decidieron regresar y Harry los siguió.
Llegaron aun claro que Harry reconoció como el lugar donde Aragog habia vivido hacia tiempo. Pudo ver a dos gigantes y a los mortifagos de Voldemort. Greyback merodeaba mordiéndose las uñas. Lucius Malfoy parecÃa derrotado y aterrado y Narcisa tenÃa los ojos hundidos y llenos de aprensión.
Voldemort habia creÃdo que Harry irÃa. Harry se quitó la capa y la guardó bajo su túnica, junto con la varita. No querÃa ser tentado a luchar. Cuando Voldemort dijo que al parecer se habia equivocado, Harry contesto, tan alto como pudo, que no estaba equivocado. La Piedra de la Resurrección se escapó de sus dedos y los espÃritus que lo acompañaban desaparecieron.
Una voz mas gritó, Hagrid estaba ahÃ, no comprendÃa que hacia Harry ahÃ, Rowle lo silencio.
–Harry Potter –dijo muy suavemente. Su voz podrÃa ser parte del fuego que saltaba. –El niño que vivió….
Harry pensó en Ginny, en la sensación de sus labios en los suyos. Voldemort alzó la varita viéndolo como un niño curioso. Harry le devolvió la mirada, esperando que lo hiciera rápido, antes de que lo traicionara el miedo.
Vio cómo se movÃa la boca y un rayo de luz verde, y todo desapareció.