Y llegamos al capitulo número 125 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 125 de la Serie de Harry Potter.
Harry Potter y la Orden del Fénix
CapÃtulo 31: T.I.M.O.S.
El capÃtulo comienza explicándonos que Ron, consumido por la euforia que le provocaba el haber contribuido a que Gryffindor se adjudicara la Copa de Quidditch, se pasaba tanto tiempo hablando del partido, que Harry y Hermione no encontraban un momento propicio para hablarle de Grawp, y sumergirlo en la cruda realidad.
Al trÃo se le le ocurrió que, al ser un bonito dÃa, podrÃan sentarse bajo la sombra de un gran árbol en los terrenos del colegio. Alejados del murmullo constante del castillo, quizá hasta se pudiera lograr que Ron bajase de las nubes durante unos momentos, para escuchar las no-tan-agradables noticias.
Por fin lograron hacerlo. Ron los escuchó en silencio, sin creer las palabras que entraban por sus oÃdos. Después de hacer un par de preguntas, para cerciorarse de haber escuchado que Hagrid habÃa traÃdo consigo un gigante y lo habÃa escondido en el bosque, sentenció: «se le ha ido la cabeza». ¿Cómo podrÃan enseñarle a un gigante a hablar inglés? Ninguno de los tres lo sabÃa. Pero el pelirrojo no se entregarÃa a la realidad fácilmente; intentó convencer a sus amigos de que deberÃan romper la promesa que le habÃan hecho a Hagrid sobre cuidar a su hermano, utilizando como argumentos los antecedentes (Aragog y Norberta). Pero Harry y Hermione no podÃan romper la promesa ahora, después de haber visto el estado del demacrado Hagrid. La única esperanza: que Hagrid no se fuese hasta el final del trimestre, asà no tendrÃan que cuidar de su hermano.
Pronto sus mentes volvieron a verse ocupadas por las clases escolares, y los inminentes T.I.M.O.S. Durante las clases, los profesores se ocupaban de repasar los temas que ellos consideraban más importantes, para que los alumnos tuvieran los conocimientos bien frescos a la hora de ser examinados.
Los T.I.M.O.S. se dieron en el siguiente orden: Encantamientos, Transfiguración, HerbologÃa, Defensa Contra las Artes Oscuras -donde Harry no tuvo problema con ninguna de las preguntas y realizó perfectamente todos los contra hechizos, y hasta se dio el gusto de mostrarle al profesor Tofty, uno de los examinadores, que era capaz de conjurar un patronus corporeo-, Pociones, Cuidado de Criaturas Mágicas, AstronomÃa -cuyo examen práctico transcurrió, obviamente, durante la noche-, Adivinación e Historia de la Magia. Pero lo importante es que, el miércoles a la noche, mientras realizaban el examen práctico de AstronomÃa, Harry vio que la puerta principal del castillo se abrÃa, y que cinco o seis figuras caminaban apresuradamente hacia la cabaña de Hagrid. Oyó el ladrido de Fang. La puerta de la cabaña se abrió y las siluetas, entre las cuales Harry creÃa haber reconocido a Umbridge, ingresaron a ella. Harry querÃa quedarse mirando, pero el profesor Tofty estaba clavándole la vista en la nuca. Sin embargo, Harry olvidó la presencia de las autoridades en el momento en que oyó un bramido proveniente de la cabaña. Y muchos alumnos hicieron lo mismo. La puerta de la cabaña se abrió, y reconocieron a Hagrid, rodeado por las seis figuras, que le suministraban encantamientos aturdidores a diestra y siniestra. Pronto, la figura de la profesora McGongall también podÃa ser divisada allá abajo, en los terrenos, mientras gritaba que se detuvieran, que Hagrid no habÃa hecho nada. Incluso el mismo Tofty parecÃa haberse olvidado del examen, pues ahora reprobaba el comportamiento de las seis figuras. Hagrid, aprovechando un momento de confusión, huyó corriendo. Dumbledore se habÃa ido, Hagrid ya no estaba… pocas personas de confianza le quedaban al trÃo en Hogwarts. Como condimento extra, la profesora McGonagall también habÃa sido herida. Un panorama peor para lo que estaba por venir, imposible.
El capÃtulo termina narrándonos que, mientras Harry estaba haciendo su examen de Historia de la Magia, tuvo el tan recordado y odiado «sueño» (o más bien visión) en donde podÃa ver a su padrino, Sirius Black, siendo torturado por Lord Voldemort.