Estos dÃas ha llegado a la prensa el caso de un chico de Posthmouth (Inglaterra), que tiene un serio problema: llamarse Harry Potter.
Harry nació en 1989 (años antes de la publicación de La Piedra Filosofal), en un principio la coincidencia con el nombre podrÃa resultar graciosa… pero con el tiempo tuvo muchos problemas por llamarse igual que el personaje principal de la saga.
Sólo hay que ponerse en su lugar, cada vez que tienes que presentarte debes decir: «Hola, soy Harry Potter, encantado de conocerle«. Os podéis imaginar que la mayorÃa de las veces la gente piense que está de broma.
Harry ha sufrido bromas y risas, más aún considerando que también tiene una cicatriz en la frente, ¡incluso su novia se rÃe de él! según ha contado. El peor recuerdo que conserva relativo a su nombre es que no quisieran hacerle un carnet de socio del equipo de fútbol de Posthmouth porque lo consideraban una broma.
También en su trabajo ha tenido problemas, aparte de las burlas de sus compañeros, tiene prohibido decir su nombre completo cada vez que se presenta a un cliente.
Sin duda llamarse Harry Potter ha sido algo que reprochará a sus padres por el resto de su vida, pero ahora podemos hacernos una idea de qué se siente siendo el «verdadero» Harry Potter real, de carne y hueso… y no, no hace magia.
¿Te imaginas cómo serÃa tu vida si alguien escribiese una historia con tu nombre como protagonista?