Les anunciamos que la historia se acerca a su fin; pero no se preocupen, que les preparamos una sorpresota.
Primero que todo, pedimos disculpas por el error que tuvimos en el capÃtulo anterior. Rompimos la lÃnea de tiempo que habÃamos establecido al principio y, en efecto Lily Luna Potter NO puede estar en Hogwarts porque es muy pequeña. Por favor pedimos disculpas y les pedimos que se abstraigan e imaginen que esta historia comienza no 19 sino cerca de 22 años después.
Ya estamos dando los toques finales para el grand finale de este Fanfic colaborativo, pero no se preocupen, quedan algunas semanas de emocionantes capÃtulos. Algunos personajes que extrañan aparecerán pronto, no se preocupen. Ya se hacen debates en varias páginas acerca de quién puede halarse detrás de los ataques y la nube de humo se va disolviendo. El capÃtulo de hoy fue escrito por un fan, como siempre un trabajo de excelencia.
Ahà les va:
Anteriormente en Harry Potter y el Sextante de Plata:
Lumos…
              Bienvenidos al:
CapÃtulo 9.
La confesión
Por Lord Volramón
A Harry lo empezó a invadir un sentimiento de preocupación por la noticia que acababa de recibir. Primero habÃan atacado a Ginny, después a George y por último a Luna, tres de muchos de sus seres queridos que a sabiendas, eran inocentes. Estuvo ausente por algunos segundos pensando en el único sospechoso que tenÃan, y puesto que era estudiante de Hogwarts, ahora sus hijos corrÃan un gran peligro en la escuela, tal vez ellos serÃan los siguientes.
Por suerte habÃa enviado a Hermione y Ron tras la pista de Luna, para de esa forma asegurarse él de ir a Hogwarts.
—Albus, James y tú también Lily, necesito que me pongan atención— mencionó Harry mientras levantaba su varita. –Busquen a Circe inmediatamente y tráiganla conmigo, ella es la única que nos puede ayudar en este momento.
Tan pronto los jóvenes magos abandonaban la habitación, Harry pronunció el encantamiento patronus y de la punta de la varita volvió a surgir un ciervo que se posaba justo delante de él, y como si fuese un memorándum, comenzó a grabar en él una respuesta al patronus de su amiga.
Hermione, he recibido la noticia y ahora me encuentro muy preocupado y apenado, tal vez si no hubiéramos titubeado ayer, Luna aun estarÃa a salvo. En estos momentos estoy incapacitado para poder ayudar en su búsqueda, pero confió en que tú y Ron harán un trabajo extraordinario. Me he enterado de algo muy interesante que nos podrÃa socorrer para dar con el paradero de Dolohov, pero no quiero contarles nada aún hasta no estar seguro de la situación. Todo a su tiempo Hermione, y les contaré todo tan pronto nos volvamos a ver.
Cuando la última palabra habÃa salido de la boca de Harry, el ciervo salió disparado y desapareció de entre las paredes de la sala. Ahora no le quedaba duda que tenÃa que alejarse de sus amigos y de su familia, tal y como lo habÃa hecho Albus Dumbledore con él hace algunos años, pero sabÃa que si lo hacÃa quedarÃan desprotegidos, lo que le importaba era que dejarán en paz a todos y solamente se enfocarán en él.
Harry husmeaba por entre la habitación recordando viejos tiempos, pero buenos, cuando el ejército de Dumbledore practicaba para estar preparados cuando el momento de enfrentarse con Lord Voldemort llegara. Ahà estaban esos antiguos muñecos que simulaban a los mortÃfagos y a los cuales les lanzaban todo tipo de hechizos para aturdirlos, desintegrarlos y desarmarlos. Tan pronto se plantó de nuevo en el centro del salón la puerta se abrió de golpe y por ella entraron cuatro personas a toda velocidad mientras una de ellas era halada por otra más pequeña. Circe habÃa venido junto con los pequeños Potter.
—Aquà está papá, la hemos traÃdo— dijo la pequeña Lily con un tono agradable y un tanto emocionada.
—Hola Señor— habló Circe mientras dibujaba una sonrisa en su rostro. — Que gusto verlo de nuevo.
—Hola Circe— interrumpió Harry con galanura dándole mucha importancia a lo que la hermosa muchacha frente a él habÃa dicho.
— ¿Es verdad que me estaba buscando?
—SÃ, necesito hablar contigo de algo muy importante.
—Supongo que esta vez el interrogatorio será más engorroso— Circe agitó su varita y unas sillas aparecieron de la nada.— Es mejor que no sentemos.
Sin dudas la chica querÃa impresionar a Harry, y él se sentÃa complacido.
— ¡Gracias!— Todos gritaron al unÃsono. Los magos que estaban en la sala, excepto Circe, agradecieron tan magnÃfico acto que acababa de realizar la joven bruja.
—Espero que no hayas estado ocupada antes de que mis hijos te trajeran—dijo Harry seguidamente al agradecimiento.
—No se preocupe por eso señor, la verdad es que nunca me han interesado las clases de Hogwarts, me parecen muy aburridas— dijo Circe demasiado orgullosa y confiando en su inteligencia.
A Harry le vino inmediatamente una persona a la mente, pues hasta este momento era su mejor amiga, y siempre lo ayudaba en los momentos más difÃciles. Esperaba que Hermione estuviera teniendo éxito en la búsqueda de Luna.
—Necesito que me hables acerca de tu relación con Edgar Dolohov—
Circe volteo con disgusto hacia donde estaban los pequeños Potter como si estuviera reclamándoles el haberle mencionado el secreto a su padre.
—Me temo que no puedo contarle mucho acerca de él, solamente fuimos novios un par de semanas. Un terrible error, estoy segura.
— ¿Me podrÃas decir cómo es que terminaron?—volvió a preguntar Harry esperando una pronta respuesta.
—Realmente yo no le interesaba mucho a él, sus amigos eran más importantes— respondió Circe con un tono de desprecio mientras sus facciones se tornaban un poco tristes.
—Él me buscaba por mis habilidades y no por amor, confiaba en que le podrÃa ayudar— susurró con voz entrecortada.
Ahora el Auror estaba convencido de que los sucesos habÃan sido planeados con anticipación y cada vez estaba más cerca de descubrir al verdadero culpable y la razón por la que estaban ocasionando tales actos barbáricos en contra de sus seres queridos.
— Circe— dijo una vez más— Necesito que te concentres en tus respuestas. ¿Qué cosa te dijo Edgar? ¿A que querÃa que le ayudaras?
—Son sus seguidores, quieren acabar con ustedes señor Potter, pero yo no podÃa agregarme a ellos, yo no soy as× algunas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Circe cuando terminó su frase.
Las puertas de la habitación se abrieron nuevamente y por ella ingresaron Ron, Hermione y Neville a toda prisa tan preocupados como se encontraba Harry.
—Harry, es hora de irnos— expuso Hermione sin dar alguna explicación.
— Necesitamos ir a un lugar seguro, tu Harry, Circe, tus hijos, también Ron y yo— participó de nuevo la señora Weasley.
— ¿Pero qué está pasando, Hermione?—preguntó Harry.
—Todo a su tiempo. Neville ha anticipado nuestro mensaje y ha pedido permiso a la directora para que podamos irnos de aquà por un traslador—argumentó Hermione a la pregunta del más grande de los Potter.
—Prepárense para marcharse—habló Neville y colocó en el suelo una fea maceta que comenzó a destellar.
Hicieron un cÃrculo tomados de las manos y tan pronto la pequeña Lily tomó su posición, todos juntos tocaron el objeto y se elevaron por los aires, a los pocos segundos de permanecer flotando tocaron tierra. Llegaron a un lugar tranquilo donde cerca de ahà se encontraba un cementerio y una iglesia muy bien decorada.
Estaban en el valle de Godric. Ahà tenÃa una pequeña casita a la que iba solo en vacaciones y Navidad. Un lugar que lo deprimÃa porque le traÃa muchos recuerdos, y a la vez lo contentaba: era la manera más fácil de estar junto a sus padres.
— ¡ALTO!— vociferó Harry con enojo. — Que nadie se mueva de donde está.
—Harry, necesitamos entrar a tu casa, he puesto hechizos protectores en caso que nos quieran atacar, si quieres saber algo será hasta que estemos todos seguros— intervino Hermione.
Una vez dentro, todos se pudieron cómodos para poder escuchar los que tenÃan que decir Ron y Hermione. Circe se encontraba afligida después de haber contado esas cosas a Harry, pero si él no le hubiera cuestionado, no estarÃa asÃ; James, Albus y Lily se lanzaron sobre el sofá, y los adultos platicaban con precaución para que los menores no malinterpretaran las cosas.
—Luna no desapareció, bueno si lo hizo, ¿verdad Hermione?— titubeo Ron cuando comenzaba la plática.
—Asà es Ron— Hermione aclaró las dudas de su marido –Harry, lo que Ron quiere decir, es que Luna no desapareció como nosotros creÃmos, fue una falsa alarma. Luna tenÃa sospechas que alguien la estuvo siguiendo por semanas, asà que siempre estuvo atenta de los pasos que seguÃa—
—¿Y en donde está ella ahora?—interrumpió Harry Potter.
—Ella está bien, se encuentra en casa de Neville.
—Ayer que desciframos la nueva posición que el sextante nos mostró, sentÃa que ya habÃa sido muy tarde y que tal vez Luna estaba en peligro. Cuando nos enviaste en su búsqueda, su esposo nos dijo que habÃa desaparecido, que quizá habÃa ido al Ministerio. Esta mañana cuando nos dimos cuenta que Luna no se habÃa presentado a trabajar en el Ministerio, temà lo peor.
—Entonces, ¿Cómo la encontraron?
—Harry, pudimos ver a los intrusos que estuvieron en sortilegios Weasley con los mismos atuendos, excepto que no pudimos reconocer a Dolohov,  pero esta vez fue en casa del padre de Luna, sabes, llegamos a tiempo—Hermione se declaró serena.
—Ese Xenophilius es un chiflado—dijo Ron.
—Se enfrentó a todos los locos esos, creyendo que les iba a ganar, pero lo bueno es que nosotros estuvimos ahà para ayudarle
— Y gracias a las habilidades de Hermione, los logramos ahuyentar—
—Muchas gracias Ron, por el cumplido— aún asÃ, Hermione se notaba con un semblante preocupado.
—Cuando entramos a casa de Luna, ahà estaba ella, sana y salva, pero eso no nos dejó tranquilos Harry, Kingsley nos envió un patronus con un mensaje perturbador— Hermione se cayó en secó.
—En ese mensaje, Kingsley nos dijo que el joven mago que llevamos a la sala de los muertos del Ministerio fue un estudiante de Hogwarts, y por si te quedan dudas Harry, lo asesinaron por ser un sangre-sucia—continuó Ron.
—Le dijimos a Luna que no podÃa quedarse con su padre, porque ya estaba expuesta a que la encontraran ahà de nuevo, asà que decidió irse a la casa de Neville.
Harry ya se sentÃa tranquilo porque Luna estaba bien y no habÃa tenido que sufrir lo que sufrieron Ginny y George por esos violentos ataques. Pero aún seguÃa intranquilo porque no sabÃa a quién atacarÃan ahora.
—¿Qué tiene que ver el joven mago muerto con esta situación?— preguntó Harry por última vez.
— Harry, por eso te sacamos de Hogwarts— concluyó Hermione. Kingsley nos pidió que te protegiéramos a ti y a tú familia. Ese joven mago que murió era compañero de Edgar. Los ataques se van a multiplicar, Hogwarts ya no es seguro.
— Atraparé a Dolohov — dijo Harry y, antes de que alguien pudiera hacer algo, se desapareció tras el revuelo de su capa.
Esperamos que el capÃtulo de hoy les haya gustado. Recuerden escribirnos a hpsextante@gmail.com con sus propuestas de próximo capÃtulo. Además, sÃgannos en Facebook, donde habrá concursos y se publicarán los mejores escritores de Fanfic de los que lleguen a nuestro email y también en Twitter y Tuenti…
Por cierto que hasta el otro dÃa no me habÃa percatado de que escribo mal nuestro hechizo de despedia. Pero no se preocupen hoy si lo conjuraré bien:
Si te los perdiste, aquà puedes encontrar los capÃtulos anteriores:
Nos vemos el LUNES…
NOX
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