Citas extraÃdas del libro Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, escrito por JK Rowling.
¡COMO TE ATREVES A DARLE ESTE NÚMERO A GENTE COMO… COMO TÚ!
– TÃo Vernon.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 1. Lechuzas mensajeras
-No, Vernon –dijo entre hipidos tia Marge, levantando una mano. Fijo en los de Harry sus ojos pequeños y enrojecidos–. Sigue. muchacho, sigue. Con que estas orgulloso de tus padres, ¿eh? Van y se matan en un accidente de coche… borrachos, me imagino.
– TÃa Marge.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 2. El error de tÃa Marge
Bienvenido al autobús noctambulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Alargue la varita, suba a bordo y lo llevaremos a donde quiera. Mi nombre es Stan Shunpike. Estare a su disposición esta noche.
– Stan Shunpike.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 3. El autobús noctámbulo
Pensé que no podÃa haber nada peor que cuando trajeron los doscientos ejemplares del Libro invisible de la invisibilidad. Costaron una fortuna y nunca los encontramos…
-Propietario de Flourish y Blotts.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 4. El Caldero Chorreante
Siento decirles que el profesor Kettleburn, nuestro profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas, se retiró al final del pasado curso para poder aprovechar en la intimidad los miembros que le quedan.
– Albus Dumbledore.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 5. El dementor
Me parece que tienes una salud estupenda, Potter, asà que me disculparás que no te perdone hoy los deberes de mañana. Te aseguro que si te mueres no necesitarás entregarlos.
– Minerva McGonagall.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 6. Cunchos de té y garras de hipogrifo
-¿Que es lo que más te asusta en el mundo? -Neville movió los labios, pero no no dijo nada-. Perdona, Neville, pero no he entendido lo que has dicho -dijo el profesor Lupin, sin enfadarse.
Neville miró a su alrededor, con ojos despavoridos, como implorando ayuda, luego dijo en un susurro:
-El profesor Snape.
– Neville Longbottom y Remus Lupin.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 7. El boggart del armario ropero
¡RiddÃkulo!
– Remus Lupin.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 7. El boggart del armario ropero
El Profesor Snape, muy amablemente, me ha preparado esta poción –dijo–. Nunca se me ha dado muy bien lo de preparar pociones y ésta es especialmente difÃcil. –Cogió la copa y la olió–. Es una pena que no admita azúcar –añadió, tomando un sorbito y torciendo la boca.
Remus Lupin.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 8. La huida de la señora gorda
Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.
– George Weasley.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 10. El mapa del merodeador
-Lunatico, Colagusano, Canuto y Cornamenta -suspiró George, señalando la cabecera del mapa-. Les debemos tanto.
– George Weasley.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 10. El mapa del merodeador
¡Travesura realizada!
– George Weasley.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 10. El mapa del merodeador
Los dementores te afectan más que a los demás porque en tu pasado hay cosas horribles que los demás no tienen.
Remus Lupin.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 10. El mapa del merodeador.
Me ha dicho [McGonagall] que mis prioridades están mal. Piensa que me preocupa más ganar la copa que tu vida. Solo porque le dije que no me importaba que la escoba te tirase al suelo, siempre que cogieras la snitch.
Oliver Wood.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 12. El Patronus
Se puede vivir sin alma, mientras sigan funcionando el cerebro y el corazón. Pero no se puede tener conciencia de uno mismo, ni memoria, ni nada. No hay ninguna posibilidad de recuperarse. Uno se limita a existir. Como una concha vacÃa.
Remus Lupin.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 12. El Patronus
El señor Lunático presenta sus respetos al profesor Snape y le ruega que aparte la narizota de los asuntos que no le atañen.
– Mensaje de Lunático para Snape en el mapa del merodeador.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 14. El rencor de Snape
El señor Cornamenta está de acuerdo con el señor Lunático y sólo quisiera añadir que el profesor Snape es feo e imbécil.
– Mensaje de Cornamenta para Snape en el mapa del merodeador.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 14. El rencor de Snape
El señor Canuto quisiera hacer constar su estupefacción ante el hecho de que un idiota semejante haya llegado a profesor.
– Mensaje de Canuto para Snape en el mapa del merodeador.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 14. El rencor de Snape
El señor Colagusano saluda al profesor Snape y le aconseja que se lave el pelo, el muy sucio.
– Mensaje de Colagusano para Snape en el mapa del merodeador.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 14. El rencor de Snape
-¡No te atrevas a llamar «patético» a Hagrid, grandÃsimo puerco… malvado…!
Hermione Granger.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 15. La final de quidditch
-¡TREINTA A CERO! ¡CÓMETE ÉSA, TRAMPOSO!
-¡Jordan, si no puedes comentar de manera neutral…!
-¡Lo cuento como es, profesora!
Lee Jordan.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 15. La final de quidditch
SabÃa que lo podÃa hacer, porque ya lo habÃa hecho… ¿No es absurdo?
Harry Potter.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 21. El secreto de Hermione
El hipogrifo emprendió el vuelo… Animal y jinete empequeñecieron conforme Harry los miraba… Luego, una nube pasó ante la luna… y se perdieron de vista.
Narrador.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 21. El secreto de Hermione
Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro es realmente muy difÃcil.
Albus Dumbledore.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 22. Más lechuzas mensajeras
¿Piensas que los muertos a los que hemos querido nos abandonan del todo? ¿No crees que los recordamos especialmente en los mayores apuros? Tu padre vive en ti, Harry, y se manifiesta más claramente cuando lo necesitas.
Albus Dumbledore.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. CapÃtulo 22. Más lechuzas mensajeras