Serie de Harry Potter 167/199: ‘El guerrero caído’

capitulo 5Y llegamos al capitulo número 167 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 días estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capítulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El día de hoy es el turno para el capitulo número 167 de la Saga de Harry Potter.

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte
Capítulo 5: El guerrero caído

Harry se levantó para ver cómo estaba Hagrid, la sangre recorría su cara. Hagrid no se movió. Alguien preguntó si era Harry Potter, Harry no reconocía la voz. Le decía que se habían estrellado a un tal Ted. La cabeza de Harry daba vueltas, aún le hablaba a Hagrid, sus rodillas se doblaron.

Cuando Harry despertó estaba tumbado sobre unos cojines, parecía estar recuperado de sus heridas, pero aun le dolía la cicatriz. Llamó a Hagrid, un sujeto rubio y barrigudo le dijo que Hagrid estaba bien, que su esposa lo estaba curando y se presento como Ted Tonks, padre de Dora. Ted pensaba que se habían estrellado debido a que Arthur le había echo modificaciones peligrosas a la motocicleta, pero Harry le explicó que habían sido mortifagos, muchos de ellos. Significaba que los hechizos protectores funcionaban, ya que los mortifagos no podían acercarse a la casa. Harry entendió porque Voldemort se había desvanecido tan repentinamente.

Harry necesitaba ver a Hagrid, pero en cuanto bajo las piernas del sofá la puerta se abrió y un Hagrid cubierto de sangre y fango entró y se acercó para darle un abrazo. Inmediatamente después entro una mujer que Harry confundió con Bellatrix, pero Ted le aclaró que ella era su esposa. La señora Tonks preguntó por su hija y Harry le dijo que no sabían de los demás.

Harry recordó que tenían que tomar el translador para ir a la madriguera, le dijo a los Tonks que le diría a Dora que les enviara noticias. Ted los llevó hasta el translador que era un cepillo de pelo plateado. Tomaron el translador y llegaron a la madriguera.

La señora Weasley y Ginny bajaban a prisa los escalones de la puerta trasera preguntando si era el autentico Harry y que había pasado con los demás. Harry explicó que los mortifagos los estaban esperando y después los había alcanzado Voldemort. Hagrid le pidió coñac a Molly que fue por el a la casa.

Ginny le explico que los que tenían que llegar primero eran Tonks y Ron, pero habían perdido el translador. Los siguientes debieron ser su Padre y Fred, que tampoco habían llegado. Harry y Hagrid eran los terceros y los cuartos deberían ser George y Lupin. Molly regreso y le dio el coñac a Hagrid. Ginny avistó algo a cierta distancia.

Lupin sujetaba a George que estaba cubierto de sangre y le faltaba una oreja. En cuanto acomodaron a George dentro de la casa, Lupin tomo a Harry para comprobar que era el, ya que según el, alguien los había traicionado. Harry no creía que alguien del equipo los hubiera traicionado. Le explicó brevemente su encuentro con los mortifagos y posteriormente con Voldemort. Lupin lo regañó por usar expelliarmus, ya que en una persecución no usas encantamientos de desarme, pero Harry le dijo que el no pensaba matar a Stan.

Cuando Lupin explicaba que George ya no podría recuperar su oreja debido a que se la había quitado una maldición, Hermione y Kingsley aparecieron fuera de la madriguera. Hermione se lanzó a los brazos de Harry, pero Kingsley apuntó con su varita a Lupin para comprobar su identidad. Cuando comprobó que era realmente Lupin y este le dijo que ya había comprobado a Harry, lo pusieron al tanto de todos los acontecimientos sucedidos. Lupin explicó que Snape le había quitado la oreja a George con Sectumsempra.

Molly salió al jardín porque había oído más voces y les dijo que había curado la oreja de George, pero no había podido hacer que creciera nuevamente. El señor Weasley apareció en la cocina de la madriguera, diciéndole a Kingsley que le demostraría quien era en cuanto viera a su hijo. Fred estaba pálido viendo a George, cuando este despertó y pregunto por su lenteja, haciendo referencia a su oreja, supieron que se pondría bien.

Harry y Ginny volvieron a salir al patio trasero a esperar que volvieran los faltantes. Hagrid, Hermione y Lupin estaban hombro con hombro viendo al cielo. Los minutos eran largos e insoportables, de pronto encima de ellos se materializo una escoba y descendió como una centella. Hermione inmediatamente los reconoció. Tonks fue a abrazar a Lupin que estaba pálido y sin palabras, mientras que Ron se dirigió hacia Hermione y Harry. Ron se dio cuenta de que Hermione estaba sana y salva y esta se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.

Ginny fue a avisarles a sus padres que Ron había vuelto, mientras Tonks explicaba porque habían llegado tarde: Bellatrix. Odiaba tanto a Tonks como a Harry, así que había echo lo posible para matarla, pero habían logrado llegar a casa de la tía Muriel.

Kingsley se fue ya que tenía que estar en Downing Street. Los Weasley bajaron para abrazar a Ron y agradecer a Lupin y Tonks por haberlos traído con vida. Un thestral apareció en el cielo y descendió. Bill y Fleur, despeinados pero ilesos, se apearon del animal. Llegaban con una mala noticia: Ojoloco había muerto. Dung había escapado por el pánico momentos después de que salieran del circulo y la maldición de Voldemort le había dado directo en la cara Ojoloco.

Todos entraron a al madriguera, ya que ojoloco y Dung eran los únicos que faltaban y estaba claro que no llegarían. Todos en la cocina brindaron por Ojoloco. Y después se pusieron a pensar quién pudo traicionarlos, pero Harry interrumpió diciendo que nadie de los presentes sería capaz de tal cosa, por lo que Lupin pensó que era demasiado confiado.

Bill dijo que él sería el que buscaría el cadáver de Ojoloco antes de que los mortifagos lo encontraran. Lupin y Bill se despidieron y salieron de la habitación. Harry dijo que también tenia que marcharse. A Harry le preocupaba que Voldemort descubriera que estaba ahí y los fuera a atacar. Pero a ninguno de los demás les importaba eso, ya que Voldemort no sabía donde estaba exactamente.

Hagrid comentó que Harry había vuelto a librarse de Voldemort, pero este dijo que no fue así, que la varita había actuado sola. Nadie le creyó, ya que las varitas no actuaban solas. Harry insistió en que el no había echo nada.

El dolor de la cicatriz era tan intenso que tubo que salir al jardín. Al llegar ahí pensó en Dumbledore, estaba seguro de que el sabría explicarle porque la varita había actuado sola.

El dolor de la cicatriz alcanzó un grado de dolor muy alto, Harry cerró los ojos mientras escuchaba la voz de Voldemort gritarle a Ollivander. Le gritaba porque el le había dicho que si cambiaba de varita se solucionaría el problema, Ollivander no sabia porque no había funcionado. Harry vio como la blanca mano de Voldemort se alzaba y el frágil anciano se retorcía de dolor.

Hermione y Ron habían llegado junto a el y habían echo que las imágenes desapareciera. Harry les explicó lo que acababa de ver y Hermione le dijo que debía cerrar su mente. Voldemort se estaba apropiando del ministerio, los periódicos y medio mundo mágico, no podía dejar que también se apoderara de su mente.

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Autor Whitzard

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