Dudley Dursley

La familia Dursley son los últimos parientes vivos de Harry Potter. Con el fin de garantizar su seguridad, Albus Dumbledore puso a Harry bajo su cuidado cuando era bebé. Los Dursley viven en el Número 4, Privet Drive, Little Whinging en Surrey, Inglaterra.

El nombre “Dursley” deriva de la pequeña ciudad en Gloucestershire, cerca del lugar de nacimiento de la autora JK Rowling.

Dudley Dursley es el único hijo de Vernon y Petunia Dursley, sobrino a Marge Dursley (la hermana de su padre) y de los difuntos James Potter y Lily Evans (hermana de su madre). Él es el único primo de Harry. Descrito como un grande chico rubio (aunque su pelo es de color negro en las películas), Dudley se ha echado a perder a fondo desde su nacimiento: recibe montañas de regalos en sus cumpleaños y en Navidad y luego se enoja porque quiere aún más. A Dudley en general se le ha dado casi todo en su camino, y muestra los síntomas de ser un mocoso malcriado.

Siendo un muchacho enorme, grosero, agresivo, y egoísta, Dudley sabe cómo ser amable cuando quiere dar esa impresión (sobre todo cuando su padre recibe a un socio de negocios para una cena). Él y Harry fueron juntos a una escuela en el condado de Surrey, donde el pasatiempo favorito de Dudley y su banda de matones era «cazar a Harry». El resto de los estudiantes también rechazaban a Harry en la escuela, ya que sabían que Dudley lo odiaba, y no querían quedar como sus opositores. Con cada año que pasaba, Dudley era cada vez más consentido en todos los aspectos por sus padres, lo que finalmente le hizo obeso mórbido y un estudiante descuidado. El mismo año que Harry comenzó a asistir a Hogwarts, Dudley fue inscrito en la escuela secundaria a la que fue su padre, Smeltings. A los quince años, Dudley se había convertido físicamente en un joven muy fuerte, tomando interés en el boxeo y al parecer llegando a ser experto en él. Es un gran matón, que dirige una banda dedicada regularmente a molestar a los niños más pequeños con las más endebles excusas. Dudley también comienza a fumar en la calle y a tirar piedras a los coches que pasan con los chicos de su banda, aunque sigue siendo mimado por sus padres.

Dudley tiene una increíble mala suerte en los libros y es, por tanto, una persona más bien ineficaz. En La Piedra Filosofal, Dudley golpea a Harry frente a la vitrina de un serpiente pitón en el zoológico y Harry desaparece inadvertidamente el cristal. Aunque la serpiente se deslizó hacia la libertad y dio a algunos transeúntes ciertos roces en el talón, Dudley declara que la serpiente casi tomó un pedazo de su pierna. El mismo año, Rubeus Hagrid le hace una cola de cerdo, (en el libro como medio para aterrorizar a sus padres, y en la película porque robó y se comió la torta de cumpleaños Harry). Esta cola tuvo que ser retirada en un hospital privado en Londres.

En El Cáliz de Fuego, Dudley llega a ser más ancho que alto, así que los proveedores de la escuela le dicen a los Dursley que no disponen de los uniformes escolares necesarios para acomodarse al tamaño de su hijo; la enfermera de Smeltings asesora a Dudley con una estricta dieta, y envía una lista de alimentos recomendados llenos de frutas y hortalizas. Durante el verano, en pleno apogeo de la dieta forzada, la familia Weasley va a recoger a Harry para llevarlo a los Mundiales de Quidditch. Dudley tiene miedo de ellos y en sus intentos de proteger sus nalgas, mantiene sus manos sobre ellas y se arrastra a lo largo de la pared. Fred y George Weasley «accidentalmente» sueltan un Caramelo Longilinguo mágico que amplía la lengua de Dudley hasta 4 pies de longitud, hasta que su histérica madre a regañadientes permite al Sr. Weasley que la redujera de tamaño.

En el quinto libro, dos Dementores (enviados por Dolores Umbridge) atacan a Dudley y a Harry. Dudley se derrumba, mientras Harry utiliza un Patronus para alejar a los Dementores de sí mismo y de su primo. Harry carga a Dudley hasta su casa, aunque éste está convencido de que Harry utilizó la magia para atraer a los Dementores. Después de la confrontación, Harry se pregunta qué tipo de malos recuerdos podría haber revivido Dudley, pues los Dementores obligan a las personas a revivir sus peores experiencias. Rowling reveló, a través de un chat, que el peor miedo de Dudley es verse a sí mismo como lo que realmente es, y que eso fue lo que los Dementores infligieron en él. La experiencia hizo, de hecho, que Dudley diera una impresión favorable ante Harry, a pesar de que ésta nueva impresión no se extendió a sus padres. Aún así, Harry sigue sin saber del cambio de punto de vista de Dudley hasta el último libro.

En Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Dudley es el único miembro de la familia Dursley que acepta a Harry. Le da la mano y le da las gracias por salvar su alma del ataque del Dementor en los eventos de La Orden del Fénix. Harry, así como Petunia y Vernon, están sorprendidos por la reacción de Dudley. Se cree que él quiso hacer un especie de enmienda con Harry durante el verano, pues le dejó una taza de té fuera de su puerta y mostró cierta preocupación cuando los Dursley decidieron escapar hacia la clandestinidad. En reconocimiento a la tardía gratitud de su primo, Harry le dice adiós utilizando el nombre que tenía en su ex-banda, «Gran D» (antes de esto lo había llamado «Dudders», al igual que sus padres, lo que en gran medida disgustó a Dudley).

Rowling reveló en su website oficial el 07 de Diciembre del año 2007 que muchas personas le habían indicado que les hubiese gustado ver a un adulto Dudley con un niño mago en el epílogo de Las Reliquias de la Muerte, y que ella misma lo consideró, pero decidió seguir la reflexión de que cualquier «gen mágico latente nunca podría sobrevivir en contacto con el ADN de Tío Vernon», y que por tanto, no lo hizo. Rowling dice que Harry y Dudley aún se enviarían «tarjetas de Navidad» por el resto de sus vidas, y que Harry y su familia visitarían a Dudley cuando se encontraran cerca de su barrio, aunque eso es algo que no les guataría mucho a los niños James, Albus, y Lily. Sin embargo, los niños de Dudley y los de Harry de vez en cuando se «encontrarían a gusto por estar juntos, mientras que los adultos se sentarían en un incómodo silencio».

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